Por: Emiliano Saavedra
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Por: Emiliano Saavedra
Desde Perico, Julio Enrique Zampini emigró a Italia buscando un mejor futuro para él y su familia. Otro idioma, otro país, nuevas relaciones sociales y laborales lo esperaban en el viejo continente. Hoy, como trabajador de una fábrica de cartones en el pueblo Motta di Livenza, comparte el camino recorrido.
"Hay que perder los miedos de viajar a otros lugares que no conoce porque no nos deja descubrir lo que está del otro lado", pensó el jujeño cuando, a los 36 años, veía que su ciudad natal no le ofrecía las posibilidades laborales que él soñaba. Miró un mapa y analizó el destino. No sabía que al final del camino lo esperaba una oportunidad lejos de la preparación física y dirección técnica en el fútbol.
"Se me dio quizás con mucho apresuramiento y adrenalina porque estamos en plena pandemia del 2021. La situación me llevó a pensar un montón de cosas. Tuve que hacer muchas cosas para viajar, lo hablé en su momento con la familia. No había marcha atrás más allá de lo que dijera el entorno que me rodea", relató Zampini a El Tribuno de Jujuy sobre su decisión de cruzar el océano Atlántico en busca de nuevas oportunidades laborales.
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El "Chori" Zampini, como popularmente se lo conoce en la jerga futbolística, trabajó toda su vida para ese deporte y, una vez retirado de la actividad, se dedicó como entrenador, preparador físico, analista de videos, entre otras profesiones ligadas a la "redonda".
Se decidió por el pueblo Motta di Livenza, una ciudad bien al norte y perteneciente a la provincia de Treviso, región de Véneto, con casi 12 mil habitantes porque, más allá de que se hablara otro idioma, estaba más cerca de sus antepasados. "Quería tener posibilidad de tener una doble ciudadanía ya que la tenía por mis bisabuelos", señaló.
Zampini se dio cuenta de que no iba a ser fácil porque la comunicación es tan importante hasta el punto de que era difícil conseguir trabajo. "Trabajo hay pero las condiciones sin o con papeles son diferentes. El italiano es muy similar al español, creo que el inglés es más complejo. En cualquier ciudad vas a escuchar idiomas de todo el mundo. Hay una diversidad del lenguaje que uno escucha. Yo aprendí italiano pero no alcanza. Para poder comunicarte bien te exige el hecho de aprender otras lenguas", indicó.
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Además, remarcó su adaptación al trabajo en la fabricación de cartones y dijo que "había un italiano bastante extrovertido que sabía inglés y español, tenía gente de Colombia y Cuba que en la pausa podíamos hablar y compartir. Nos terminamos acostumbrando. Dejamos el español de un lado y hablamos en italiano. Tratamos de ejercerlo al idioma todo el tiempo, el oído se acostumbra. Queda mal que nosotros los latinos hablemos en español y excluyamos al italiano que a ellos es similar el idioma pero es un poco más difícil aprenderlo".
A veces uno no puede escoger el trabajo que desea por la necesidad pero sí logra escoger la actitud para ir a trabajar. "Uno siempre animado a hacer muchas cosas y no tener miedo de trabajar de lo que sea me llevó a trabajar en una fábrica. Lo importante es estar en un lugar donde elige, uno cambia de trabajo buscando algo mejor, yo no sé si realmente la palabra sería es lo mejor o no, es algo que a nivel personal lo elijo", sostuvo.
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Al irse tan lejos, uno empieza a extrañar al entorno familiar, las amistades, las comidas de sus tierras, entre otras cosas. Para el periqueño Zampini su objetivo era "poder estabilizarme económicamente para volver a Argentina e irme con la familia. Pasó en abril del 2022 pero no llegaron a adaptarse no todos manejamos las energías y emociones de la misma manera, seguí solo acá, tantas preguntas que aparecen, no fue fácil encontrar donde vivir, no fue fácil dejar a mis hijos".
Se volvió a su tierra natal para recargar pilas, ver a sus hijos por un pequeño tiempo y luego partir a Italia para otra nueva aventura. "Nada me asegura un trabajo inmediato pero me da tranquilidad de tener papeles y ser legalmente un ciudadano más en el país. Saber que hay mucho trabajo en zonas industriales y fábricas. Tener algunos contactos me da cierta tranquilidad. Uno al trabajo lo busca estando en esos lugares", cerró.
"En algún momento llegará"
Zampini entiende que haberse ido a otro país fue "arrancar desde cero". Es que en Jujuy trabajó en clubes como ser Talleres, Los Perales, Universitario, Monterrico San Vicente, por citar algunos.
Todo lo que se haga con pasión nunca será cansador y con esto no le cierra las puertas para trabajar en el fútbol. "Tampoco me desespero pero sé a lo que me enfrento. Yo estoy esperando esa oportunidad, en algún momento llegará, siempre tengo la fe y confianza. Me sigo preparando", sentenció.