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Pablo Velázquez participa de un intercambio en Bariloche

Fue seleccionado junto a otros 12 artistas del país, por la Fundación Williams, a través de su programa "Cuentan".
Domingo, 01 de octubre de 2023 01:00

Pablo Velázquez es músico, actor, maestro jardinero, cuenta cuentos, y defensor y difusor de la cultura mokoví (que heredó de sus abuelos), oriundo de Rosario de Santa Fe, y radicado en Jujuy desde el 2005. Entre esos tantos talentos, hay caminos que se cruzan y se enriquecen entre sí. Es sin dudas, un apasionado por el arte que le sirva a las infancias, sobre todo, pero también al público en general.

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Pablo Velázquez es músico, actor, maestro jardinero, cuenta cuentos, y defensor y difusor de la cultura mokoví (que heredó de sus abuelos), oriundo de Rosario de Santa Fe, y radicado en Jujuy desde el 2005. Entre esos tantos talentos, hay caminos que se cruzan y se enriquecen entre sí. Es sin dudas, un apasionado por el arte que le sirva a las infancias, sobre todo, pero también al público en general.

Por su faceta cuenta cuentista es que fue seleccionado para realizar durante esta semana en Bariloche, una residencia junto a otros 12 artistas de esta disciplina de todo el país, entre ellos el jujeño Joaquín Ramos.

Se trata de una beca para que postuló en el Programa "Cuentan" de la Fundación Williams, que desde 1943 promueve el desarrollo de la ciencia y la cultura en Argentina.

Dentro del área cultura se encuentra este programa, dentro del cual se arman diferentes formaciones para narradores orales. "Lo que la fundación promueve, es que los narradores orales se profesionalicen", dice el artista en conversación con nuestro matutino, entusiasmado porque entiende perfectamente esa necesidad.

En los últimos años, Pablo con gran inquietud, formó parte de diversas propuestas como ser, su espectáculo "Chocolate con cuentos", que por supuesto suma la música; trabaja habitualmente con la mayoría de los artistas que en Jujuy hacen producciones para infancias; últimamente se sumó al espectáculo de títeres de Natalio Bognanni, "Quién se robó mi margarita" y también fue parte del concierto "Experiencia María Elena, un viaje al reino del revés" (en homenaje a la autora Walsh), junto a la Orquesta Académica Juvenil, la Escuela de Formación Artística, Wara Calpanchay, Nuco Cazón, Javier Soria y Nahuel Mamaní, en el Cine Teatro Select.

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Además, como músico forma parte del grupo El Ekeko.

"Yo particularmente vengo contando y escribiendo cuentos en otra lengua, que es la mokoví o toba, y el desafío es lograr que lleguen al público de esa manera, sin necesidad de racionalizar lo que uno le está diciendo", explica sobre lo que mostró incluso en el video de postulación. Hace dos años estrenó la obra de teatro "Mokoit" (mocovíes), unipersonal de narración oral que cuenta la historia de tres generaciones de una familia y su cultura mocoví que les permite no olvidar quiénes son.

Decíamos que es maestro jardinero, pero nunca ejerció... en aulas, porque pareciera que sí lo hace en los escenarios. Trabajó desde que llegó a Jujuy, como profesor de música en instituciones educativas, y actualmente lo hace en la Dirección de Adultos Mayores.

Cuando todavía vivía en Rosario, tocaba en un grupo formado por músicos de su comunidad. "Allá la comunidad mocoví y toba es muy grande", dice.

Se empezó a interesar más en el oficio de cuenta cuentos, porque "a la hora de trabajar contenidos y nociones musicales muy abstractos, con niños de 3 o 4 años, había que buscar la forma", explica. "Entonces el cuento aparece como una buena herramienta didáctica para resumir contenidos de la música y de otros conceptos que atraviesan la música, porque una canción es melodía, armonía, ritmo, pero también tiene un texto, ese texto tiene una historia. Meterte en una canción, es meterte en una historia. Eso lo fui construyendo con la práctica", asegura.

Comenzó con lo de cuenta cuentos en 2016, cuando se dio cuenta que tenía varios textos escritos, y al sistematizarlos apareció "Chocolate con cuentos".

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Tiene escritos varios textos, algunos son canciones convertidas en cuentos, como "Samba Lele", que habla de "un niño que trabaja en una finca, y que volviendo a la casa se encuentra con la luna, y como estaba con hambre, quiso comérsela y se cayó en la laguna", ejemplifica. "Pienso toda la historia anterior para llegar a la canción", comenta.

Desde que llegó a Jujuy hizo teatro, música, docencia, y se dedicó sobre todo en lo últimos años, con mucha intensidad a la narración oral, "y agradezco al universo que se haya ido abriendo mi arte, a esto de narrar en lenguas aborígenes, que es muy hermoso", expresa.

Tengo un cuento en lengua qom que se llama "Nkaaic", que quiere decir "el camino". La composición es de un hermano de la vida, un paisano, Erik Morales, que ya no está en este mundo, y la canción cuenta el origen de las estrellas.

Cuando cuenta en lengua mokoví un cuento, "tenés que ser lo suficientemente artista para no perder la metáfora, y a la vez no transformarte en el maestro ciruela, y esto aparece también en los cuentos para adultos", comenta, "por eso lleva tanto tiempo hacer un cuento. La creación del cuento me puede llevar un año, porque no sólo es el estudio, la gramática y la fonética del mocoví, sino también, la forma de contarlo".