Está a poco de cumplir doce años -más precisamente el próximo 8 de noviembre- y mucho más cerca de convertirse en una de las abanderadas de la escuela primaria 456 "Juan Bautista Cabral" de la capital jujeña, donde cursa sexto grado en el turno tarde e integra la comisión estudiantil. Amante del k-pop, estudia coreano y le encanta dibujar -sobre todo- retratos. A los sueños propios de una niña de su edad, se suma uno muy grande que comparte con muchas de sus compañeras de hockey y que tiene que ver con que nuestra provincia cuente con una cancha reglamentaria para la práctica de este deporte.
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Está a poco de cumplir doce años -más precisamente el próximo 8 de noviembre- y mucho más cerca de convertirse en una de las abanderadas de la escuela primaria 456 "Juan Bautista Cabral" de la capital jujeña, donde cursa sexto grado en el turno tarde e integra la comisión estudiantil. Amante del k-pop, estudia coreano y le encanta dibujar -sobre todo- retratos. A los sueños propios de una niña de su edad, se suma uno muy grande que comparte con muchas de sus compañeras de hockey y que tiene que ver con que nuestra provincia cuente con una cancha reglamentaria para la práctica de este deporte.
Ella es Martina Gutiérrez. Entrena los miércoles y viernes en su barrio; mientras que los sábados lo hace en la cancha ubicada frente al estadio olímpico de Palpalá. También los fines de semana participa de competencias con el equipo de la Universidad Nacional de Jujuy.
Es una apasionada del hockey, deporte que eligió porque para ella era poco común. Antes ya había hecho vóley, taekwondo y kick boxing. A su mamá, Marcela Flores, no le gustaba mucho la idea de que hiciera hockey porque temía que pudiera sufrir algún accidente, ya que Martina usa anteojos y eso le dificulta utilizar el casco protector. "La bocha es dura", dice al recordar que una vez se golpeó, pero como le gustó la dinámica del juego igual siguió. "Me gustó de verdad", afirma al instar a otros chicos a animarse a practicar las disciplinas que quieran.
Ella sueña con integrar el seleccionado jujeño y "llegar a Las Leonas o hacer una prueba" sería tocar el cielo con las manos. Estos deseos bien podrían materializarse porque ella tiene las ganas y cualidades que se necesitan para cumplirlos. Y quien escribe esta nota cree firmemente que en la búsqueda de los sueños hay que comenzar realizando lo necesario, después lo que es posible y de pronto uno se verá haciendo lo que creía imposible. Martina Gutiérrez ya pasó la etapa de hacer lo necesario y comienza a superar la de lo posible porque en el equipo de la Unju juega en una categoría con chicas mayores que ella.
Sabe que el hecho de no contar con una cancha con las medidas reglamentarias, tanto para los entrenamientos como para competir, pone a los equipos jujeños en inferioridad de condiciones con sus oponentes de otras provincias. Y confía en que su aspiración será tenida en cuenta.
Es muy buena alumna, dice que no le cuesta estudiar y el secreto para obtener buenas calificaciones pasa por prestar atención en clase.
En su tiempo libre estudia coreano, a través de una aplicación que bajó en el celular de su mamá, quien siempre la apoya en sus iniciativas y no hay fin de semana en el que no la acompañe a entrenar y competir.
Su papá, Marcelo Gutiérrez, y su hermano Joaquín también la alientan y, sobre todo, la cuidan porque es la más chiquita de la casa.
Civismo en la escuela
En la escuela primaria 456 "Juan Bautista Cabral" del barrio homónimo, se concretó este año un novedoso proyecto que involucró a todos los alumnos. De esta manera se conformó el centro de estudiantes, cuyas autoridades surgieron de un proceso similar al de las elecciones que se desarrollan en nuestro país. En el turno tarde, Martina Gutiérrez tuvo una participación activa en la iniciativa y su lista se impuso en los comicios donde se eligieron presidente, vicepresidente y secretario.
"Éramos tres grupos de tres de sexto y séptimo grado", señaló al indicar que hicieron campaña al igual que los políticos y elaboraron afiches donde volcaron las propuestas para promocionarse. En los recreos salían a difundir sus proyectos entre todos los chicos de la escuela.
La lista que integraba Martina Gutiérrez promovió la delimitación de los espacios a ocupar durante el recreo de manera tal que los alumnos del primer y segundo ciclo disfrutaran del tiempo de recreación en un sector diferente a los del tercer ciclo. Todo esto motivado por una cuestión de seguridad, ya que los juegos, en general, implican correr y por lo tanto no es conveniente que los más pequeños se crucen al sector donde juegan los más grandes, destacó.
Al considerar que lo ideal era que cada uno tenga su lugar a fin de evitar accidentes, propiciaron la colocación de conos en las diferentes áreas y que dos o tres personas se queden allí impidiendo el paso e indicando a los más chiquitos que no lo hagan porque podrían llegar a lastimarse.
Es importante mencionar que las autoridades del centro de estudiantes, cuya vicepresidencia es ocupada por Martina Gutiérrez, tienen la sana práctica de consensuar proyectos en asambleas de las que participan los alumnos de sexto y séptimo grado. Por ejemplo, en septiembre pasado acordaron cómo iban a ser los festejos del Día del Estudiante, los juegos que se iban a hacer y las premiaciones. La mayoría propuso realizar un concurso de talentos que se concretó exitosamente. Así los chicos se lucieron bailando y otros con destrezas futbolísticas celebrando a la Selección Argentina campeona del Mundial 2023.
Entrevista radial
Martina Gutiérrez, junto a sus padres, estuvo en el programa "Un día perfecto" que se emite lunes y miércoles de 19 a 21 horas en Jujuy FM 101.7, una de las emisoras de El Tribuno de Jujuy.