En la iglesia Catedral de Humahuaca, el pasado lunes comenzó la novena por la proximidad del día de Todos los Santos y los Fieles Difuntos. Hasta el próximo martes a las 18.30 se rezará y posteriormente se celebrará la eucaristía a cargo de los sacerdotes de la Prelatura de Humahuaca.
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En la iglesia Catedral de Humahuaca, el pasado lunes comenzó la novena por la proximidad del día de Todos los Santos y los Fieles Difuntos. Hasta el próximo martes a las 18.30 se rezará y posteriormente se celebrará la eucaristía a cargo de los sacerdotes de la Prelatura de Humahuaca.
Este año se reza particularmente por el padre Hugo Días (de Uquía), que en mayo pasado falleció cerca de Nazareno (Salta) donde desarrollaba su misión pastoral. A la vez, se invitó a la comunidad que asistió con una fotografía de su ser querido.
Esta costumbre de reunirse en la iglesia de la Ciudad Histórica tiene una tradición de más de 20 años, aunque las familias también rezan la novena de difuntos en sus casas y en algunos casos, los vecinos se reúnen en la tarde para rezar en cada casa de los difuntos.
En algunas de ellas se comenzó el pasado domingo, en otras el lunes como en la iglesia, y también ayer, dependiendo de la organización de las familias.
En el momento de las peticiones, se pide "por el descanso eterno de su ser querido, y otros lo hacen por resignación", especificó Hugo Valdiviezo, coordinador del Consejo Parroquial de Pastoral (Copapas, que agrupa a las instituciones parroquiales de la Prelatura de Humahuaca), a cargo de la Novena.
PADRE HUGO DÍAZ.
Durante el rezo y la compañía de las familias que perdieron un ser querido "es un momento muy profundo, si bien es de dolor, también es de alegría porque saben que descansan en paz", agregó.
Ofrendas
En el transcurso del novenario, las familias "que son cabo de año", como se acostumbra decir a aquellas que perdieron durante el año un ser querido o alcanzarán el año desde el fallecimiento, éste fin de semana comenzarán a elaborar las ofrendas que colocarán en la mesa con la cual recibirán a sus almas.
"Generalmente suelen hacer grandes cantidades, muchas veces ocupan de 5 a 7 bolsas de harina, y quienes poseen seres queridos que fallecieron en años anteriores, recién comenzarán entre el lunes y martes próximo", especificó.
Y entre el 30 y 31 recién prepararán las mesas, de acuerdo a la costumbre que posee cada familia en la Quebrada o en la Puna jujeña. "Quienes preparan todo para el 30 es porque poseen angelitos, o sea que fallecieron niños o adolescentes, y el 31 es para las almas grandes y nuevas", aclaró.
El Copapas también preparará la mesa para recibir a las almas (el 31 después de la misa de la tarde), en el salón de catequesis perteneciente a la parroquia, lo hará por el padre Días (que también se comenzó a rezar el lunes en Uquía, en la casa donde vive su familia), y por los fallecidos de los asistentes al rezo.