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Conservación y restauración de bienes culturales

Patricia Frazzi dictará un curso virtual a través de la Universidad de Burgos (España). Las inscripciones están abiertas y se lo  puede realizar desde Jujuy con un costo accesible.

Jueves, 05 de octubre de 2023 13:13

Cada vez que se visita un museo o un edificio histórico y se observan los elementos allí exhibidos, llega a la mente la imaginación de cómo era el mundo cuando eran utilizados. Pero no se piensa cómo esa pieza histórica llegó hasta allí. Se puede tratar de un elemento de la vida cotidiana de sociedades pasadas, de la pequeña parte de una pieza de mayor tamaño o de una pintura. Por ejemplo, en la región andina son famosas las pinturas de la Escuela Cuzqueña que embellecen el interior de numerosas iglesias en el noroeste argentino, Bolivia y Perú.

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Cada vez que se visita un museo o un edificio histórico y se observan los elementos allí exhibidos, llega a la mente la imaginación de cómo era el mundo cuando eran utilizados. Pero no se piensa cómo esa pieza histórica llegó hasta allí. Se puede tratar de un elemento de la vida cotidiana de sociedades pasadas, de la pequeña parte de una pieza de mayor tamaño o de una pintura. Por ejemplo, en la región andina son famosas las pinturas de la Escuela Cuzqueña que embellecen el interior de numerosas iglesias en el noroeste argentino, Bolivia y Perú.

Detrás de esa exposición al público hay un trabajo que hizo posible que esa pieza esté frente a los ojos del visitante. Es una labor poco conocida, aunque a veces algún que otro documental acerca de hallazgos arqueológicos muestre parte del trabajo en terreno o en laboratorio. Se trata del conservacionismo arqueológico, una actividad que se puede aprender. De hecho, hay un curso, y para conocer sobre el mismo, El Tribuno de Jujuy dialogó con Patricia Frazzi, que se dedica a la conservación y restauración de bienes culturales.

PATRICIA FRAZZI, LICENCIADA EN CONSERVACIÓN Y RESTAURACIÓN DE BIENES CULTURALES DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE LAS ARTES (UNA).

“Este curso se llama Introducción a la conservación arqueológica de bienes muebles en contextos terrestres. Esa es mi especialidad. Esta es la tercera edición, será en la Universidad de Burgos. Ellos tienen una sección que se llama UBU Abierta, que es un sitio de formación permanente, y se da en el marco de un curso de extensión universitaria. Y esto que es tan específico, que trato de hacerlo de una forma simple para abrirlo, no solamente a los arqueólogos y arqueólogas conservadores, sino también al turismo, que es algo que está muy relacionado. También a estudiantes de historia y a cualquiera que esté interesado en el tema”, comenzó la entrevista Patricia Frazzi.

Este es el tercer curso que va a desarrollar en la Universidad de Burgos. Comienza el 16 de octubre y para inscribirse hay que ingresar en el sitio web de la mencionada casa de estudios española: www.ubu.es. Una vez allí, buscar el curso e inscribirse en la plataforma virtual. El costo es de 25 euros, en un único pago, o de 20 de la moneda europea para quienes son miembros de la comunidad universitaria de la UBU.

La cursada está organizada en seis clases virtuales asincrónicas y una sincrónica el 27 de octubre, que será la última, a las 14.30 (hora argentina). No tiene evaluación, pero sí en el último encuentro “sincrónico con la idea de evacuar dudas, y poder tener un contacto directo con los alumnos, así se planteó este curso”, agregó la especialista que desarrolla labores académicas en el Centro de Arqueología Urbana de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

Frazzi estudió la Licenciatura en Conservación y Restauración de Bienes Culturales, de la Universidad Nacional de las Artes (UNA), ubicada en la ciudad de Buenos Aires. Luego, se especializó en la conservación arqueológica de objetos de bienes muebles y se ocupa, específicamente, de la arqueología urbana. “Es una parte de la arqueología histórica que trabaja con objetos del pasado para hacer una interpretación del cambio de las ciudades, cómo vivían las sociedades en el pasado y mi trabajo es conservar ese material que sale de abajo de la tierra, que está deteriorado, lógicamente, por tantos años en ese contexto. Entonces, mi trabajo es mejorarlo y conservarlo para, específicamente, sacarle información”, explicó Frazzi.

Además, “en los bienes arqueológicos lo importante es la información que contienen y no la parte estética. Siempre hay que estar atento a la información del contexto y a la información que nos da el objeto”, aclaró con respecto a su labor.

EJEMPLO DEL TRABAJO FINAL DE LA RESTAURACIÓN DE UN PLATO.

El curso va a estar dividido en temas específicos para cada clase. Fundamentos, alcances y definiciones sobre la conservación-restauración arqueológica, es el tema de la primera clase. Luego, se abordarán otros aspectos como el trabajo con los materiales orgánicos e inorgánicos o cómo es la labor in situ y en el laboratorio.

“Los deterioros que sufren los materiales inorgánicos son menores por su estructura, por su composición. En cambio, los orgánicos, son más proclives a ser atacados por el medioambiente, tanto climático como microorganismos, plagas. Entonces, es mucho más vulnerable a todos estos agentes externos y el tratamiento es totalmente diferente y los cuidados que hay que tener, no solo en el tratamiento sino posteriores, cuando los objetos están en un depósito, son distintos", aseguró.

Además, Patricia Frazzi repasó cuál es la diferencia entre su trabajo y el de los arqueólogos. “La información, la parte de la interpretación la hacen los arqueólogos. Lo que nosotros hacemos es conservar la pieza. Lógicamente, que cuando uno entra en contacto con la pieza, también hace una investigación, se ven las marcas de uso, cómo se rompió ese objeto, cómo fue descartado. Al reconstruir objetos, también se conocen nuevas tipologías, porque hay cosas que se utilizaron en el pasado que ya en la actualidad no se saben que existieron siquiera. Entonces, somos un grupo de gente que trabaja con distintas profesiones con un mismo objetivo que es rescatar la información del pasado para hacer un aporte a la ciencia, un aporte a la sociedad, también”.  

Ora particularidad de la restauración y conservación de objetos es el lugar en el cual se llevan adelante las tareas. Pueden ser in situ o en el laboratorio. “Nuestro trabajo está dividido en dos, a grandes rasgos, primero se trabaja en el sitio arqueológico. Los objetos estuvieron abajo de la tierra un montón de tiempo, se adaptaron a ese medio y cuando salen, hay que cuidar ese impacto que tienen con el nuevo medioambiente. Entonces, en ese momento hay que tomar ciertas medidas para evitar ese impacto y que los objetos se deterioren y, también, ahí se hacen mínimas intervenciones como limpiezas, para poder hacer la interpretación”.

PATRICIA FRAZZI TRABAJANDO IN SITU O EN EL SITIO ARQUEOLÓGICO.

El siguiente paso, “en el laboratorio, las condiciones se dan con más comodidad, uno puede tener instalaciones, mesadas, algún instrumental especial para poder trabajar con mayor comodidad. Pero son dos instancias diferentes, la de in situ o en el sitio arqueológico que es muy importante, tanto o igual que el trabajo en el laboratorio. Y después está el trabajo que es permanente. Los objetos están en un depósito o en una reserva técnica y también hay que estar pendiente de eso. Como que no se termina con el trabajo en el laboratorio, sino que hay que hacer una revisión permanente. Porque lo más importante es que no estén expuestos a cambios bruscos de humedad y de temperatura", finalizó Patricia Frazzi.

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