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“Para los artistas es complicado y por eso decidí irme”

Dante Culcuy emigró en 2007 con una oportunidad a través del tango. Se estableció en Oxford y conoció otros países.
Domingo, 08 de octubre de 2023 00:07

El tango fue la llave que le abrió el mundo al jujeño Dante Culcuy quien recorre varios países desde Oxford, Inglaterra, donde se estableció y creó su academia de baile. Partió en 2007 y lleva a sus clases y shows las enseñanzas adquiridas en cada visita a la capital porteña para no dejar de formarse, y a su vez permitirse llegar a Jujuy.

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El tango fue la llave que le abrió el mundo al jujeño Dante Culcuy quien recorre varios países desde Oxford, Inglaterra, donde se estableció y creó su academia de baile. Partió en 2007 y lleva a sus clases y shows las enseñanzas adquiridas en cada visita a la capital porteña para no dejar de formarse, y a su vez permitirse llegar a Jujuy.

Bailaba desde los 16 y cuando cumplió la mayoría de edad, apostó a una oportunidad que le surgió de hacer una gira de tango de la mano de una partenaire que conoció. "Fue de todo un poco, por una parte la situación acá, cómo se vivía, a veces para los artistas es complicado, por eso decidí irme", relató.

EN NOTTING HILL, LONDRES | JUNTO A CHRIS BENSON.

Reconoció que aunque el tango ahora es mundial, por entonces no era igual y cuando arribó a New Castle, Inglaterra, distaba mucho de Londres que era más cosmopolita y era mejor mercado para esa danza porque no tenían tanto poder adquisitivo. Sin embargo, lo intentó y comenzó con su pareja a dar clases a estudiantes de la universidad. Finalmente tuvo que mudarse más al sur, lo que le permitió conocer gente algo que luego capitalizó y le permitió crecer y tener su propia escuela.

Actualmente con su equipo brinda clases en diez ciudades. Llegó de esta manera a ciudades como Birmingham, Londres, Manchester, Notthingham y Oxford, y reconoce que no es nada fácil porque si bien son grandes ciudades el alquiler es altísimo, lo que influye en la reducida oferta de milongas, ya que siendo una ciudad financiera no se puede competir con otros eventos para conseguir un lugar.

Con años de aprendizaje en ballet en el estudio de Fulvia Chagra, a quien recuerda con cariño por sus enseñanzas, reconoce que fue autodidacta en el tango y tuvo que sopesar la formación que requería refrescar para seguir enseñando durante su estadía en Inglaterra. Por entonces apeló a videos para actualizarse, ya que tampoco tenía los recursos. "Estuve como ocho meses comiendo arroz y huevo", recordó y es que hubo un lapso de cinco años para establecerse. "Hoy en día sigo tomando clases, vengo a Buenos Aires y me gasto todo, porque hoy hay chicos de 14 años que estaban bailando espectacular", dijo sobre la importancia de seguir formándose.

SAHARA | CULCUY POSA JUNTO A UN CAMELLO EN EL DESIERTO, EN MARRUECOS.

Por otro lado, lo que más le costó al llegar fue el idioma, porque lo que aprendió en una academia en su niñez, impulsado por su abuela, nada tenía que ver con lo que encontró. También le costó el clima y el aspecto cultural tan diferente.

Sin embargo, vivir allí le permitió conocer más de 40 países, casi toda Europa, Asia, Norteamérica e incluso llegó a ser embajador cultural británico en una feria del libro en Guadalajara, México. En países árabes pese a lo cerrada de su cultura, asume que el tango rompió barreras. "En el sur de Turquía tenía unos alumnos, uno se había peleado con la familia porque no podía entender cómo dejaba que su mujer baile con otros, no era moral", relató.

Trabajó con artistas argentinos de una comunidad del tango que aseguró no es tan grande, y a quienes llegó a cruzarse en otros países y compartir, incluso con sus pares jujeños. "Estábamos en un festival en Kenia, África, en un parque y los cuidadores eran una pareja que trabajaban allí huyendo de la guerra. Vivían al lado y organizaron una fiesta, era como una película, en el patio se acercaban jabalíes, luego me llevaron a ver una jirafa", recordó.

También logró conocer el Himalaya, con una larga caminata de diez kilómetros pudo bailar un tango a 5.500 metros sobre el nivel del mar (msnm). El tango también le permitió conocer a un artista al que admira, Guillermo Fernández, el cantante de tango a quien recibió en el exterior.

FRENTE A LA TORRE EIFFEL, PARÍS

Culcuy asume que el tango lo eligió a él y no al revés. Recordó que llegó en su adolescencia al acompañar a su compañero del colegio Comercial 2 de Ciudad de Nieva, Sebastián Pereyra, también bailarín profesional, aunque creía que era algo de mayores, quedó cautivado por la música. Fue así como luego de iniciar la carrera de abogacía, tuvo que dejarla por problemas económicos y surgió la opción de dar clases en Bolivia, y al cobrar en dólares supo que había una oportunidad.

Sin embargo, Jujuy sigue siendo entrañable para Culcuy, y aspira a volver a pasar más tiempo. Su última visita al suelo jujeño fue reciente y como emprendedor del tango, concilió el placer de visitar a los suyos con la oportunidad de coordinar un tour con sus alumnos extranjeros, quienes quedaron obnubilados con Jujuy.