En vez de estar concentrados en sumar puntos, los principales candidatos a Presidente, deben enfrascarse en evitar perder los que consiguieron hasta aquí. Pero el destino implacable, justo ahora se ensaña con ellos, y extiende esa saña a todos los candidatos provinciales que van colgados de las fórmulas, por ejemplo, los postulantes a senadores y diputados de Jujuy. La situación económica y social; las viejas malas praxis que explotaron, los debates que pasaron; la repentina y feroz guerra que extrañamente Israel no vio venir, y hasta la elección del Premio Nobel de la Paz, influyen en las campañas.
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En vez de estar concentrados en sumar puntos, los principales candidatos a Presidente, deben enfrascarse en evitar perder los que consiguieron hasta aquí. Pero el destino implacable, justo ahora se ensaña con ellos, y extiende esa saña a todos los candidatos provinciales que van colgados de las fórmulas, por ejemplo, los postulantes a senadores y diputados de Jujuy. La situación económica y social; las viejas malas praxis que explotaron, los debates que pasaron; la repentina y feroz guerra que extrañamente Israel no vio venir, y hasta la elección del Premio Nobel de la Paz, influyen en las campañas.
El caso de Javier Milei, pareciera el menos complicado. Si logra mantener el caudal de votos de las Paso, y resistir las andanadas que recibe desde todos los flancos de sus rivales, (más preocupados por denostarlo a él que por consolidar sus propuestas), sigue muy cerca de volver a ser el primero, y en algunas encuestas, hasta aparece cerca de la sorpresa mayúscula: alzarse con la Presidencia en la primera vuelta. Él se identificó con Israel apenas comenzó la campaña, y hoy, capitaliza esa alineación porque el horror del ataque del terrorismo de Hamás, lo encuentra parado en la vereda correcta. Y si logra domar su carácter explosivo, mostrará además que aprendió a usar la popularidad. Tiene un plus que en finales de campaña no es poco, sobre todo en un país con alto grado de cholulismo: su noviazgo con la actriz e imitadora Fátima Flores (con quien estrenaron con éxito y récord de rating, el nuevo ciclo de comidas televisivas de Mirtha Legrand, la leyenda), le da un tono de "humanización", del que carecía. Su vice Victoria Villarruel no desentona; le aporta a Milei un costado diferente de definiciones opinables, pero sostenidas con respetable firmeza. Hasta aquí no perdieron votos.
El caso de Patricia Bullrich es más complicado. Aún no ha logrado mostrar que la victoria en las primarias la colocó al frente y por arriba de la coalición opositora de Juntos por el Cambio, que hasta hace cuatro meses era firme candidata para volver a la Casa Rosada. La tibieza y la amargura confesadas de su contrincante interno, Horacio Rodríguez Larreta, parecen restarle nafta justo en el momento en que comienzan las últimas vueltas al circuito. Tampoco asoma Lilita Carrió de la Coalición Cívica, y en la Unión Cívica Radical Gerardo Morales, (quien expresó su rotundo apoyo personal a Bullrich: "Soy un soldado de Patricia"), aún arrastra detrás de si, silenciosos cuestionamientos dentro del centenario partido. Y tanto al GM, como al gobernador correntino Gustavo Valdez, sus detractores se esmeran en encontrarles rumbos de coincidencias con el candidato de Unión por la Patria, tras su eventual triunfo presidencial. "Te vi riéndote mucho con Massa", criticó Patricia con suspicacia y sin anestesia al litoraleño. La frase ensombreció el resultado del acto de homenaje a Raúl Alfonsín, en el Comité Nacional de la UCR (por los 40 años del triunfo de 1983), en el que los gobernadores Morales y Valdez, más los electos Carlos Sadir, Maxi Pullaro y Leandro Zdero, y por zoom, el gobernador Rodolfo Suárez y el electo Alfredo Cornejo de Mendoza, y principalísimos caciques radicales, se comprometieron a acompañar a la candidata de JxC. La pelea de Patricia hoy, es más con Massa que con Milei. Su objetivo es el balotaje, si lo consigue, se abre delante de ella otro panorama muy halagüeño. Luis Petri la acompaña con sobriedad y le suma solvencia, aunque muchos correligionarios lo miran sin entusiasmo. Deben suturar rencores.
El caso de Sergio Massa es el más difícil. En la instancia crucial, además del dólar indomable rozando los $900, (y despidiendo un insoportable tufillo a "hiper"); la inflación de septiembre amenazando con dos dígitos nuevamente; la feroz interna entre el gobernador Axel Kicillof y el líder de La Cámpora, Máximo Kirchner, y la persistente ausencia de CEFK; se sumaron las tarjetas de débito de "Chocolate" Rigau y el escándalo del "Sofíagate" del Martín Insaurralde (temas que recién comienzan), y ahora se agregó una denuncia en contra de uno de los centrales "barones" del conurbano, Gustavo Menéndez, de licencia en la intendencia de Merlo, en ejercicio como director del Banco Provincia de Bs As, y a la sazón cointerventor en el Partido Justicialista de Jujuy, acusado de exhibir "un enriquecimiento guarango" imposible de justificar, según dichos del abogado Santiago de Lome Dupuy, similar al caso del exjefe de gabinete bonaerense. Aquí la guerra en Israel y los terroristas palestinos de la Franja de Gaza, suma inesperadamente otra terrible incomodidad para el gobierno y el candidato de UxP: Alberto y Cristina Fernández, no ocultan su simpatía por el régimen de Irán, cuyo parlamento aplaudió el ataque de Israel y comprometió su apoyo a Hamás, mientras sigue flotando el memorándum de entendimiento con Irán por el atentado a la Amia (encaminado al juicio oral), y la flamante sociedad de Argentina en el Brics, donde llegó invitada a integrarse precisamente junto a Irán. Hasta la activista por los derechos Humanos Narges Mohammadi, encarcelada y condenada por el régimen de Irán a 31 años de cárcel y 154 latigazos, aparece con un reconocimiento ecuménico contrario a la política internacional del gobierno argentino. Todo, todos, son nubarrones de tormenta para Sergio Massa, o más que eso: son torpedos que están impactando debajo de la línea de flotación de la fórmula presidencial, en la que el candidato a vice, Agustín Rossi, más que un oscuro acompañante, es casi otro lastre que condiciona el vuelo de UxP. Hoy sólo la personalidad y el tesón indomable del ministro candidato y presidente a cargo, lo sostienen en carrera hasta el final.
El pasado debate en Santiago del Estero, y los coloquios de Idea en Mar del Plata (al que faltaron Massa y Milei) y de CAME en Buenos Aires (del que no participaron ni Bullrich ni Milei) fueron cruces informativos que no cambiaron las cifras de los sondeos. Los candidatos están en zona de cuidarse y evitar riesgos. Un último tropezón podría cambiarlo todo, pero si no ocurre, dicen los que saben que los votantes no cambiarán el sentido de sus votos y confirmarían lo ya decidido. Y así sellarían la suerte de sus preferidos a nivel Presidencial, y detrás de ellos, los candidatos a legisladores de Provincias como Jujuy, que muy poco o casi nada pueden hacer para influir, recibirán el beneficio o el perjuicio que les llegue de arriba.