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Familia y abuso sexual infantil

Martes, 14 de noviembre de 2023 00:19

Hablar de abuso sexual infantil es hablar de un crimen, de una aberración cometida contra alguien absolutamente indefenso.

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Hablar de abuso sexual infantil es hablar de un crimen, de una aberración cometida contra alguien absolutamente indefenso.

Este, además de un crimen, es un flagelo mortal y silencioso que se desarrolla en múltiples ocasiones en el lugar menos pensado... La familia.

Para todo ser humano, la familia es o debería ser el espacio donde recibimos entre otras cosas, protección, seguridad y amor, donde los adultos responsables vigilan por resguardar la vida y la integridad de los más pequeños. Pero esto no sucede en el caso de las familias, voy a llamarlas, "promotoras del abuso sexual infantil".

Sí, lamentablemente hay familias, no todas, pero sí algunas de ellas, que promueven el abuso sexual, debido a sus creencias o estructura de pensamiento, a su cultura del silencio y a la falta responsabilidad con los indefensos, ya que los niños dependen siempre del cuidado de los mayores.

Vemos así madres que ante el abuso sexual de su hija no hacen absolutamente nada por defenderlas y asegurarles que la situación no se volverá a repetir, por el contrario, minimizan lo ocurrido, continúan conviviendo con el agresor, lo sientan en la misma mesa con la víctima, expresan frases como "Seguro que vos lo provocaste", "A las mujeres nos pasan estas cosas", "No te hagas la inocente", "Por qué no hablaste antes", "Por tu culpa la familia está mal", "Para que estabas con esa ropa" y otras expresiones como estas.

En la mayoría de los casos, además, el agresor es el padre biológico, un tío directo o político, la pareja de la madre, el hermano mayor, un abuelo. Se presenta todo un entramado familiar que facilita el abuso sexual, varios miembros de la familia han sido víctimas, o saben de la existencia del abusador, pero nadie lo expresa.

Y cuando alguna de las víctimas tiene la valentía de hablar y contar lo acontecido, muchas veces la misma familia presiona para que se calle, para que no denuncie, con argumentos como "Es tu tío, no lastimes a la familia", "A tu abuela le va a pasar algo malo si se entera y será por tu culpa", "Tu hermano no puede ir preso, no le hagas esto".

Este tipo de familias defiende al agresor, olvida y abandona a las víctimas.

Todo sigue como si nada hubiera pasado, cumpleaños, navidades y todo tipo de encuentros familiares se continúan realizando con total normalidad, pero no en el interior del niño que ha sido ultrajado, este muere de dolor no solo por lo ocurrido, no solo por el abuso, sino porque nadie estuvo ni está para defenderlo y escucharlo.

El dolor que provoca la indiferencia familiar es intenso, continuo, se incrementa con el paso de los años.

Estos niños crecen con un profundo sentimiento de abandono, soledad, indefensión, las personas que precisamente tenían que protegerlo y cuidarlo son las que lo hieren y abandonan.

Las consecuencias del abuso sexual son múltiples y se intensifican a medida que el niño crece.

Es así que una víctima de abuso sexual infantil puede experimentar culpa, vergüenza, miedos, que muchas veces se transformarán en ataques de pánico, ansiedad, fobias, depresión.

Son propensos a establecer relaciones tóxicas, donde vuelven a ser víctimas de manipulación, abuso, violencia, estafas, abandono.

Inestabilidad emocional, que se traduce en inestabilidad laboral, en los estudios, metas y sueños, no logran realizarse en la vida, están sobreviviendo, les han robado el futuro.

El dolor atascado en el corazón los conduce a las adicciones, a las autolesiones, a ideaciones suicidas o a múltiples intentos de suicidio, hasta que finalmente muchos lo logran, terminan con tanto vacío y dolor en sus vidas.

Como sociedad no debemos ser cómplices del abuso, la indiferencia es aceptación. Uno puede ser culpable por acción o por omisión. Cada uno desde su lugar debe trabajar para que las próximas generaciones crezcan libres de las consecuencias del abuso sexual. Para que la familia sea un lugar seguro de amor y crecimiento, donde se promueven todos los valores necesarios para el óptimo desarrollo de sus integrantes.

La Biblia dice: "Rescata a los que están injustamente condenados a morir; sálvalos mientras van tambaleando hacia su muerte".

Necesitamos tomar conciencia de que el abuso sexual infantil es un acto aberrante, injusto, nefasto, un crimen y creo que no alcanzan las palabras para definirlo.

Cuando un niño se atreve a romper el silencio y contar una situación de abuso siempre debemos creerle, no poner en duda su relato. "Los abusadores mienten, los niños no".

Debemos felicitarlo por haber hablado, asegurarle que esa situación no se va a volver a repetir y tomar las medidas para que así sea.

"Hacer todo por salvarlo" es acompañarlo, creerle, escuchar sin interrumpir y respetar. Buscar ayuda profesional apropiada y denunciar, ísiempre denunciar!

Romper con patrones familiares aprendidos de abuso y negación.

A las víctimas quiero decirles que se animen a hablar hasta que alguien escuche. Tu vida es valiosa e importante, no estás solo. Dios está para defenderte y hacer justicia, eso dice en su palabra: "Dios hace justicia y derecho a todos lo que padecen violencia".

Dios tiene el poder para transformar tu pasado y bendecir tu futuro, él puede convertir lo malo que has vivido en crecimiento y superación.

Estás destinado a vivir en plenitud y no a sobrevivir.

En Dios está la seguridad, la protección y el amor que tanto buscaste. En Él está todo lo que necesitas.

También hay personas que seguro están disponibles para ayudarte y guiarte para encontrar la salida.

Cree que tus mejores días están por venir.

La Fundación Luz de Vida agradece a la Dra. M. Gabriela Muñoz, presidenta de la Fundación Luz de Vida, por este tan valioso artículo. La Fundación trabaja fuertemente en "educar, prevenir y restaurar" a través de escuela para padres, talleres, consejería, contención familiar y grupos terapéuticos llamados "Grupos de luz". íContáctenos! Alvear 731, primer piso, oficina N°2. Comuníquese al 388-4479595, o ingrese a nuestras páginas de Facebook e Instagram: Fundación Luz de Vida. íEstamos para ayudarles!