Deberíamos hacer un ejercicio democrático, un esfuerzo monumental, ahora, en vísperas de la elección más trascendente en lo que va del siglo: saltear el domingo, los desenfrenados festejos de los ganadores y la dolorosa desazón de los derrotados, y ubicarnos imaginariamente un par de años adelante en la vida nacional. De movida ir al futuro será difícil, muy difícil, en un país que ha naturalizado vivir en el pasado, ya sea para justificar hasta lo injustificable, para encontrar culpables para todo lo que se quiera condenar, o para empinarse sobre logros y victorias, que hoy apenas sirven como vagas referencias de la búsqueda de una gloria que siempre se quedó a medio camino.
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Deberíamos hacer un ejercicio democrático, un esfuerzo monumental, ahora, en vísperas de la elección más trascendente en lo que va del siglo: saltear el domingo, los desenfrenados festejos de los ganadores y la dolorosa desazón de los derrotados, y ubicarnos imaginariamente un par de años adelante en la vida nacional. De movida ir al futuro será difícil, muy difícil, en un país que ha naturalizado vivir en el pasado, ya sea para justificar hasta lo injustificable, para encontrar culpables para todo lo que se quiera condenar, o para empinarse sobre logros y victorias, que hoy apenas sirven como vagas referencias de la búsqueda de una gloria que siempre se quedó a medio camino.
Retomemos: imaginemos que estamos en el 2025 o 2026. Y que por fin, sea quien sea el Presidente y la agrupación política que represente, todos estemos viviendo una nueva era en Argentina, dejando definitivamente atrás un largo ciclo caracterizado por los fracasos, los errores repetidos, los enfrentamientos estériles, las grietas pestilentes. Imaginemos que pudimos archivar en los museos las oxidadas maquinarias de triturar dirigentes (buenos y malos), partidos políticos y otras instituciones de la Democracia. Y también a varias generaciones de jóvenes que fueron envejeciendo a la par de sus respectivos sueños y esperanzas de realizarse en un país sano y normal. Imaginemos que eso es posible, y que se va convirtiendo en realidad.
Cerrar ciclos
No es ningún secreto que este domingo, salvo para los ultraconvencidos (o los conversos), que la abrumadora mayoría del país marchará frente a las urnas para elegir al menos malo. Al menos peor de dos peores. Dicho esto con el respeto que se merecen los candidatos que se juegan la vida en la elección, pero que conocen esta realidad y lo que se dice y se piensa de ellos. Por eso, más allá de esta circunstancia, sigamos imaginando: ¿Y si los argentinos, por convicción, por necesidad, o por instinto de conservación, desde el nuevo Presidente hasta el más humilde de los votantes, aprovechamos para cerrar un ciclo que envejeció y se extingue sin dar respuestas, y abrimos las puertas a uno nuevo, que se esfuerce por recrear la Argentina limpia, normal, con oportunidades para todos?.
Si lo pudiésemos hacer, ¿no estaríamos (por fin), dando vuelta la página de la historia? ¿No estaríamos siendo capaces del milagro de convertir la opción entre los peores en una oportunidad para alcanzar lo mejor? Imaginarlo sería comenzar a soñarlo. Y si lo podemos soñar... lo podremos hacer...
Más de 5 mil policías afectados
Este domingo se desarrollará la segunda vuelta de las elecciones a presidente y vice, y en ese contexto, el Ministerio de Seguridad y la Jefatura de la Policía de la Provincia han preparado un operativo que involucra a más de 5 mil efectivos que brindarán un servicio de prevención en todo el territorio.
En este sentido, el ministro Guillermo Corro explicó que “nuevamente hemos coordinado con el jefe de la Guarnición Militar Jujuy, coronel Abel Jiménez, y con personal del Departamento de Operaciones Policiales para replicar el trabajo que anteriormente ya se desplegó en otras elecciones”. Continuando, el titular de Seguridad señaló que “vamos a contar con alrededor de 5 mil efectivos afectados, desde el día viernes (por hoy) hasta el domingo en distintos horarios, teniéndose en cuenta los relevos en los diferentes lugares. Y el día del balotaje se brindará custodia externa en escuelas y prevención en las calles.
Mientras que la parte interna de los establecimientos estará a cargo del Ejército Argentino”. Finalmente, el ministro instó a la comunidad en respetar las actividades que no se pueden realizar en la veda: “A partir de las 8 de la mañana del viernes (por hoy) ya tenemos la veda política, no se puede hacer ningún tipo de acto proselitista y reuniones. El día sábado (mañana) a partir de las 20 horas, hasta el domingo y tres horas después de concluido los comicios está totalmente prohibido el expendio de bebidas alcohólicas, espectáculos, reuniones y demás. Por ello, efectivos van a realizar servicio de prevención y controles tendientes al cumplimiento de esta normativa federal”.
Cabe indicar que personal de la Dirección de Tránsito y Seguridad Vial realizarán servicio de prevención y control vehicular en los distintos establecimientos educativos que se encuentran a la vera de las rutas. Ante tal servicio, se recordó a los conductores circular con precaución y atender a las indicaciones que realice el personal apostado en los distintos lugares. Sin clases el martes El Ministerio de Educación informó que en los establecimientos de gestión estatal de niveles obligatorios afectados a las elecciones presidenciales del domingo, que el martes 21 no habrá dictado de clases durante el turno mañana, atento a la necesidad de limpieza y reordenamiento de las instituciones escolares, teniendo en cuenta que el lunes 20 es feriado en conmemoración al Día de la Soberanía Nacional. En los colegios de gestión privada, afectados al comicio, queda a criterio de los equipos directivos la suspensión de clases, solo para el turno mañana.