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Abrir conciencias y ayudar a los demás desde las acciones

Integrar un voluntariado para ayudar a los niños es un aprendizaje genuino para Ana Rivero.
Miércoles, 08 de noviembre de 2023 00:29

En ver la vida desde una perspectiva optimista y con las ganas de ayudar a los demás sin esperar nada a cambio, radica la constancia de ser voluntario. Juegos de mesa, conversaciones, risas, adivinanzas y mucho cariño, es lo que se comparte a manera recreativa en el comedor "2 de Abril - Sociedad de Fomento", donde niños en edad escolar e integrantes de la fundación "Sí" viven momentos mágicos de interacción y aprendizajes.

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En ver la vida desde una perspectiva optimista y con las ganas de ayudar a los demás sin esperar nada a cambio, radica la constancia de ser voluntario. Juegos de mesa, conversaciones, risas, adivinanzas y mucho cariño, es lo que se comparte a manera recreativa en el comedor "2 de Abril - Sociedad de Fomento", donde niños en edad escolar e integrantes de la fundación "Sí" viven momentos mágicos de interacción y aprendizajes.

Los pequeños -que residen en el barrio Malvinas- son magníficos maestros en enseñar a disfrutar de cada día con alma de niño. Y Ana Rivero lo siente verdaderamente, al ser una de las voluntarias; afortunada por tener la posibilidad de abrirse camino, colaborando a través de esta acción, practicando la empatía.

"Arranqué siendo voluntaria en otra Organización No Gubernamental -ONG-, por trabajo y tiempo ya no pude seguir. Un día junto a mi madre vi una nota que le hicieron a Manuel Lozano -director de fundación 'Sí'- y empecé a buscar información para saber si estaban en Jujuy y llegué al proyecto 'Sí pueden'", comenzó su relato Rivero, cuya felicidad es notable al reflexionar que tiene un hogar, un techo y un plato de comida, porque no todos gozan con esos pequeños privilegios.

ANA RIVERO, VOLUNTARIA

A pesar de los nervios iniciales que la acompañaron en un principio, supo entender que su misión estaba junto a los niños. "Me encantan los niños, pero cada uno es un universo y se toman su tiempo para confiar y hablarte", destacó, recordando que empezó a través del dibujo. "Hoy hasta con la mirada o gestos puedo saber qué les pasa, y me gusta mucho", expresó Rivero, motivada con la idea de sumar en la vida de los niños.

No obstante, movilizada por situaciones difíciles que veía, no le era ajena la impotencia, pero siempre entendiendo que como voluntario no podía romper barreras. "Lo que sí entendí que puedo hacer es en esas horas que paso con ellos, lograr que disfruten su niñez, que sean felices y brindarles confianza", reveló.

Y es que se trata de una prueba constante hacia uno mismo y salir de la zona de confort para contener. "En el proyecto 'Sí pueden', los sábados preparamos actividades teniendo en cuenta una planificación, siempre con un objetivo, que aprendan a expresar emociones y a trabajar en equipo", comentó quien también participó de las recorridas visitando a personas en situación de calle.

"Utilizamos una sopa, un café o un jugo como intermediario o excusa para poder compartir; que ellos sientan que dejan de ser invisibles con nosotros", detalló.

MANUALIDAD | ELABORANDO OBJETOS PASO A PASO.

"Una de las mejores oportunidades es el de Residencia Universitaria, donde los estudiantes que terminan el secundario y no tienen los recursos para hacer una carrera universitaria, la fundación les da como herramienta. Es un lugar donde estar, un acompañamiento académico, comida y material de estudio", dijo Rivero que aprendió también de la paciencia y entender procesos para ayudar a salir adelante generando conciencia. "Trabajar con los niños significa ser muy cuidadoso con lo que se dice, no minimizar sus emociones, constantemente entre los voluntarios nos hablamos. Es muy importante que manejemos la misma información, que demos el mismo mensaje", indicó Rivero.

La tarea en el voluntariado es alentarlos a manejar sus emociones y a trabajar en equipo. "Preparamos pancito, regalos, según lo que hayamos dispuesto en la planificación, que por cierto la realizamos entre todos los voluntarios", comentó. Y como respuesta, los pequeños siempre están dispuestos gracias a la premisa de aprender jugando y enseñar a ver la vida desde otra perspectiva.

MULTICOLOR | JUEGOS DE ENCASTRE PARA COMPARTIR.

"A veces saliendo del trabajo los encuentro y no puede faltar un abrazo o un beso, preguntarles cómo están. Me encanta verlos", reveló esta jujeña que procura brindarse por completo en una labor que necesita de más personas que la realicen porque los niños son el futuro.

"Es tan poquito lo que hacemos y para ellos es tan grande, que merece ser hecho. Merecen recibir un poco de tiempo", aseguró Rivero, indicando que no se trata de colaborar en grande o formar parte de un grupo, sino que se puede hacer la diferencia en cada barrio o junto a un vecino. "Si veo a las personas que están en situación de calle, una charla o un saludo basta para hacerlos sentir bien", finalizó.