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Bernardez de Ovando y marquéz Campero, mineros de Yavi

Jueves, 14 de diciembre de 2023 01:04

Cuando hablamos de la historia de Yavi, normalmente comenzamos a recordar al Marqués Campero como el único propietario de la localidad de Yavi. Sin embargo, el personaje que inicio la historia de Yavi y Puna Jujeña, es Pablo Bernardez de Ovando, un tarijeño que en 1636 fue aceptado como vecino por el Cabildo jujeño y le otorgaron la región de Yavi. Ovando comenzó la construcción de su vivienda y después en 1647 paso a residir en Yavi.

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Cuando hablamos de la historia de Yavi, normalmente comenzamos a recordar al Marqués Campero como el único propietario de la localidad de Yavi. Sin embargo, el personaje que inicio la historia de Yavi y Puna Jujeña, es Pablo Bernardez de Ovando, un tarijeño que en 1636 fue aceptado como vecino por el Cabildo jujeño y le otorgaron la región de Yavi. Ovando comenzó la construcción de su vivienda y después en 1647 paso a residir en Yavi.

Por su participación activa con el Gobierno y en las guerras contra los aborígenes propios de la época, le concedieron en 1654 las Encomiendas de Casabindo y Cochinoca y en 1657 fue designado Justicia Mayor del Valle Rico, en la región de Rinconada.

Bernárdez de Ovando murió en 1676 y dejó como heredera a su única hija Juana Clemencia, cuando tenía 12 años, contrajo matrimonio con el Maestre de Campo Juan José Fernández Campero. Clemencia murió durante el parto en 1690 y también su bebé. Por lo tanto, Campero pasó a ser único heredero de todos los bienes adquiridos por Ovando. En el año 1708 Campero obtuvo el título de marqués del valle de Tojo, más conocido como el marqués de Yavi.

Ovando tenía grandes extensiones de tierras en Bolivia, particularmente en Tarija. Según la bibliografía, la producción fuerte se encontraba en la venta de productos del agro y la venta de animales para el ejército, cuero, y carne vacuna, se dice que también se dedicó a la minería.

Su interés de residir en el norte de la provincia de Jujuy, tendría relación con la minería. Porque cuando comenzó con la construcción de su residencia en Yavi, compró varias extensiones de tierra, ubicados en el sector de la Puna jujeña, las tierras compradas no necesariamente eran aptas para tener una gran economía con animales y el agro lo que hace pensar que tenía particular interés en la minería, por ejemplo compró la estancia de Sansana, allí existe una mina de cobre con evidencias de explotación. También compró Cangrejillos. Entre Sansana y Cangrejillos se encuentran minas de plata, plomo y zinc, el área constituye lo que actualmente se conoce como Distrito Minero Pumahuasi. Además compró la región de Escaya, en ella se manifiestan minerales de cobre.

Cuando le otorgaron la encomienda de Casabindo y Cochinoca y además designado Justicia Mayor del valle rico, seguramente, tuvo la oportunidad de explotar las minas que eran trabajadas incluso desde la época prehispánica. En esta región existían mineralizaciones de plata como Chinchillas, Pan de Azúcar, Pirquitas y Aguilar y las minas de oro aluvional y las de vetas auríferas distribuidas en el centro oeste de la Puna. Es evidente que el interés en esta región árida, era minero antes que la ganadería y agricultura.

El marqués Campero heredó todos los bienes de Ovando, incluso la encomienda de Casabindo y Cochinoca, intensificando la actividad productiva y obteniendo más propiedades, en consecuencia mayores beneficios económicos. Los cuatro marqueses Campero continuaron con idénticas actividades hasta 1813, a partir de esta fecha, finalizaron los títulos nobiliarios y la explotación de los encomenderos.

Estaba claro que existían autoridades para el control de la actividad minera y los impuestos que debían pagar a la corona española. Sin embargo, las distancias, la falta de medios de comunicación, el contrabando y la complicidad de algunas autoridades con encomenderos, diluían el verdadero control.

El modo de explotación de los minerales y comercialización se conoce en otras regiones como Bolivia y Perú, pero no se sabe si en la Puna Jujeña utilizaban igual metodología porque no existían yacimientos importantes. Además, la pólvora llegó a nuestro continente en el año 1676 y se generalizó en el año 1703, por lo tanto, Ovando no habría tenido oportunidad de su utilización, pero los marqueses Campero si le habrían dado otra dinámica a la minería.