El 2023 quedará marcado en la historia jujeña, como el año en que el turismo local inició un camino sin retorno, de transformación innovadora y de ejemplo para el resto de la actividad en el país, al incorporar las energías limpias para su desarrollo.
inicia sesión o regístrate.
El 2023 quedará marcado en la historia jujeña, como el año en que el turismo local inició un camino sin retorno, de transformación innovadora y de ejemplo para el resto de la actividad en el país, al incorporar las energías limpias para su desarrollo.
Cuando se creía que el uso de la energía solar y el litio en la actividad, era por ahora inalcanzable, el sector público y privado demostraron que no era así, y con visión de futuro, resultó que estaban a la vuelta de la esquina.
A principios de diciembre, el Gobierno provincial inauguró el tren turístico solar de la Quebrada, y por esos días, el Ecohotel Posta de Purmamarca, habilitó un sistema solar fotovoltaico que lo alimentará para su funcionamiento.
Estas, como otras inversiones en menor escala, son políticas turísticas decisivas que demuestran el compromiso y la responsabilidad en el cuidado del medio ambiente, y en particular en la Quebrada, respetando lo dispuesto por la Unesco, cuando la región fue declarada Patrimonio Cultural y Natural de la Humanidad, en 2003.
De aquí en más, toda inversión que se haga en el sector deberá equipararse a estos dos hitos, o por lo menos aproximarse, porque el medio ambiente desde hace muchos años atrás está en permanente amenaza y si no se toman las medidas propicias para su cuidado, será demasiado tarde cuando se quiera hacer.
Por un lado, el tren solar generará impensadas posibilidades de trabajo, que sin dudas moverá la economía y fortalecerá mucho más el posicionamiento de la Quebrada como destino turístico privilegiado de Jujuy en el país y en el mundo.
Y por otro lado, a nivel local el Ecohotel logrará que Purmamarca, acreciente su preferencia entre los visitantes que lleguen durante el año para disfrutar de sus bondades paisajísticas, naturales, culturales, tradicionales y gastronómicas entre los restantes destinos de la región norteña.
En adelante, resta aún mucho por hacer en cuanto al cuidado del medio ambiente y la actividad turística, que desde ahora y en más avanzarán por el mismo camino.
Enoturismo
La actividad vitivinícola en la Quebrada y los Valles, es otras de las vetas que el turismo jujeño tiene para desarrollar, y generar mercados y propuestas que acrecienten la llegada de visitantes; en particular en el norte jujeño donde la elaboración de vinos de altura, cada vez es más reconocida en el país.
Desde Chañarcito (Tumbaya) hasta Chucalezna (Uquía), la Ruta del vino en la Quebrada, garantiza una experiencia única, degustando vinos de altura y de extrema altura elaborados con calidad, por la cual fueron premiados en certámenes a nivel nacional.
A ella, se suma la gastronomía regional que se puede degustar especialmente en Tilcara, en restaurantes gourmet o de manos de las cocineras populares que mantienen el sabor de la cocina ancestral; el carnaval y otras celebraciones que completan la propuesta que Jujuy tiene para sus visitantes.