El pasado 14 de enero se cumplió un año del crimen de Braian Nahuel Cuitiño (22), el joven padre al que una patota mató a golpes a la salida de un boliche en la localidad bonaerense de Pilar. Hay seis sospechosos detenidos por el homicidio que quedó filmado, y el caso tiene muchas similitudes con el asesinato de Fernando Báez Sosa. A una semana de que se conozca el veredicto contra los rugbiers imputados por el crimen en Villa Gesell ocurrido en 2020, la familia de Cuitiño pide justicia por Fernando y por Braian.
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El pasado 14 de enero se cumplió un año del crimen de Braian Nahuel Cuitiño (22), el joven padre al que una patota mató a golpes a la salida de un boliche en la localidad bonaerense de Pilar. Hay seis sospechosos detenidos por el homicidio que quedó filmado, y el caso tiene muchas similitudes con el asesinato de Fernando Báez Sosa. A una semana de que se conozca el veredicto contra los rugbiers imputados por el crimen en Villa Gesell ocurrido en 2020, la familia de Cuitiño pide justicia por Fernando y por Braian.
“Seguimos el juicio por el crimen de Fernando y, la verdad, es que nos remueve todo, lo sentís como propio”, aseguró en diálogo con Infobae Lucía, la hermana de Braian, quien aspiraba a terminar el colegio secundario e ingresar a una fuerza de seguridad. “Lo único que quería hacer era ayudar a los demás”, contó.
La tragedia ocurrió la madrugada del 14 de enero de 2022 a la salida del boliche Napolés, ubicado en Las Magnolias al 800. Braian fue esa noche a bailar junto a su hermana Paula. Cerca de las 6, cuando la menor de los Cuitiño salió en busca de su moto, Braian la esperó en la calle. En ese contexto, se aproximaron tres mujeres y tres hombres a bordo de un Ford Focus color gris. Una de las integrantes del grupo se bajó del auto y comenzó a golpear a Paula, por lo que su hermano salió en su defensa.
Braian, por entonces papá de un bebé, recibió golpes y pedradas de parte del grupo que acompañaba a la agresora de su hermana. Producto de un piedrazo que le arrojaron a la cabeza, cayó desmayado en el lugar. La patota le robó el celular y escapó. La víctima fue llevada al hospital Sanguinetti de Pilar inconsciente y con un politraumatismo de cráneo. Falleció dos días después.
“La autopsia confirmó que el ladrillazo que le aplicó una de las mujeres detenidas fue el que le partió el cráneo a Braian y le provocó la muerte”, detallaron las fuentes consultadas por entonces.
La escena del ataque quedó registrado por las cámaras de seguridad y duró 43 segundos, poquísimo, pero lo suficiente para ser fatal. De ese tiempo, fueron 20 segundos -desde que lo agredieron hasta que comenzaron a irse rumbo al coche en el que huyeron- lo que necesitaron los homicidas para matarlo.
Ese material enseguida cayó en manos de la Justicia. La investigación del caso estuvo a cargo del fiscal Gonzalo Agüero, titular de la UFI N°4 de Pilar, quien detuvo por el crimen a los seis sospechosos: los hermanos Matías y Franco Méndez, Lucas Iván Castillo (22), Lucía Daniela Armas (18), Ariana Dorssi (22) y un adolescente de 17 años que ya fue condenado a 7 años de cárcel por el fuero de menores: fue entregado a la Justicia por su padre.
El fiscal Agüero imputó a los cinco mayores como coautores de “robo agravado en poblado y en banda, en concurso real con homicidio agravado por alevosía y por premeditación por la participación de dos o más personas”. Según las fuentes consultadas, consideró que “todos colaboraron para que sucediera el crimen, por eso les endilgó a todos el mismo grado de participación”.