En todo Jujuy se sabe que los rituales del carnaval deben cumplirse. Reunión de compadres, comadres, pedir permiso a la Pacha, tener el kit carnavalero y ablandar el espíritu, antes del desentierro.
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En todo Jujuy se sabe que los rituales del carnaval deben cumplirse. Reunión de compadres, comadres, pedir permiso a la Pacha, tener el kit carnavalero y ablandar el espíritu, antes del desentierro.
Previo a la gran celebración que tendrá lugar 17, 18, 19 y 20, Los Tekis propusieron ablandar los espíritus en la Ciudad Cultural. El escenario se encendió poco después de las 16.30, cuando Mistura subió con una propuesta acorde al momento. Canciones ciento por ciento bailables, detonaron al público que se iba dando cita al encuentro y que buscaba esconderse entre las sombras, de los abrazadores rayos del sol.
Chacareras bien poderosas abrieron la presentación y para que no se enfríen los bailarines, ahí nomás hicieron sonar una sesión propia de carnavalitos clásicos, para seguir con tinkus. El pedido de bis no se hizo de rogar y se fueron con “El borrachito”, de Facundo Toro. Ardía la ciudad y unas, por entonces, tímidas nubes, de a rato tapan al sol para dar un respiro. Siguiendo con artistas jóvenes, era el turno de Carlita Celeste. Ya conocida y consagrada por sus seguidores, marcó su impronta en la escena carnestolenda. Con un manejo escénico propio de alguien que lleva años de trayectoria; una banda de músicos que lograr insertar cada canción en el público, la cantora mantuvo cautivo al público durante más de media hora, que fue su tiempo de actuación.
La espuma y alguna bebida espirituosa refrescante se hacían necesarias para mitigar el calor de la tarde jujeña. Entre zambas carperas y chacareras, Chilcán conquistaba el escenario, renovando el cariño con un público que los acompaña hace casi veinticinco años. “La otra luna” despertó la nostalgia y el aplauso de quienes acompañan al grupo liderado por Miguel Alfaro desde sus comienzos. Para entonces, la cantidad de público iba creciendo. Incluso en los alrededores, se veían autos con puertas abiertas, mesas, mates. El marco estaba creado.
Con vestuario brillante, bien propicio para el evento, una de las proyecciones más firmes de la música local, llegaba a la Ciudad Cultural. “Por suerte tengo mucho trabajo en estos tiempos”, nos contó al pasar. Oriana Reyes le aportó la frescura de las canciones nuevas, adaptas a su estilo, integrando a todas las generaciones que se encontraban ablandando las almas. El final a puro chamamé, marcó un pico alto de adrenalina en la tarde. Luego, sería el turno del grupo que mejor se consolida en el ambiente folclórico provincial. Llegaron temprano desde su San Pedro natal, para entrar el clima de carnaval capitalino. Ramiro Dorado, Alejandro Melano y Diego Jerez se presentaron con la energía que caracteriza cada una de sus actuaciones. Noche de farra y Espinas y Flores, composiciones de Melano, pero que tienen la insignia de todo el grupo, marcaron el comienzo del vínculo entre los artistas y el público, que fue tan logrado, al punto tal de conseguir que todos coreen “Zamba para olvidar” en medio de una fiesta de ritmos más rimbombantes.
Una despedida con sayas y tinkus, dejó a los presentes con ganas de que la fiesta sea eterna. A esas horas, el sol se dejó vencer y las nubes cubrieron todo el cielo. Algún lejano trueno sonaba como buscando la respuesta de un erke. Los relámpagos se confundían con los flashes de las cámaras fotográficas. Bombo y guitarra enmarcaban en una chacarera al festejo.
Monte, cerros y colores volaban por los aires, al escuchar el nombre de Franco Barrionuevo, asomarse al escenario. Ritmos santiagueños que marcaron una época, su ADN chaqueño y los clásicos nacidos y forjados en Jujuy, pintaron de “anaranjado” el paisaje que se veía del escenario. Su voz, composiciones e interpretación, hicieron de Barrionuevo un referente del cancionero popular. Eso le da lugar de plantar semilla. Ya lo acompaña Thiago, su hijo, y en esta ocasión, presentó a la más pequeña, a la que hace florecer en sus venas la raíz paterna, Ain Barrionuevo, que con estire propia, conquistó al público que no dejaba de pedirle otra, luego de que cantara “Jujuy Mujer” y “Jujeñito”.
“El Humahuaqueño”, en una versión singular y “Dejame que me vaya” eternizaron el aplauso para el chaqueño, acorazonado en Jujuy. Una tímida lluvia acompañó este segmento de la jornada, pero nadie se acobardó, e incluso, más público se hizo presente. Desde el escenario convocaban a Maxi Gil, joven jujeño, que cada vez que puede, vuelve al pago a regalar canciones y recargar energías. “No te vayas” y “Yo quiero ser tu amor” pusieron en movimiento al público, que bailaba y cantaba junto a él. Una selección de carnavalitos acompañó su despedida, a pesar de que el público coreaba incesante el clásico “una más”.
Llovía en la noche y la fiesta estaba en su auge. Los aplausos resonaban cuando fue presentada Lu Araya, una de las jóvenes realidades de la música. Su frescura, talento y repertorio le pusieron energía a la noche. La música tropical se hizo dueña del evento, con la calidez y dulzura de la cantante, que puso mucho más que técnica interpretativa. Todo estaba dispuesto para que el más carnavalero de los artistas suba con su singular fiesta. César y su grupo Felicidad le pusieron sus matices característicos al encuentro. Su repertorio consagrado, comentarios picarescos y la participación vocal de su banda, rubricaron la potencia de su aclamado show.
El final se acercaba y para entonces, ni la amenaza de lluvia impidió la llegada de más y más público. Martín Mendoza y Bruno Ponzo, los animadores de la jornada, presentaban uno de los platos fuertes de la escena, los hermanos Néstor y Oscar González, La Cantada. “Ponete el chulo”, “Zapateo”, “Luna Sayera” y “Jujeño soy”, fueron cantados a coro con el público que además respondía bailando. No faltaron los tinkus ni, mucho menos, la presencia del Coya y la Llama, acompañando el tramo final de una presentación aclamada de principio a fin. El pedido de “otra, otra” fue respondido por los hermanos que agradecieron tanto cariño recibido. Para el final, estaba anunciada la presentación de Los Bybys, la cual, por razones climáticas, no pudo realizarse, según lo comunicó la producción del evento. Su actuación fue suplantada por un dj y Coroico, que le aportó más carnaval a la jornada.