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Muerte súbita: con las manos se pueden salvar vidas

Viernes, 17 de febrero de 2023 01:00

En Argentina, se producen alrededor de 40 mil muertes súbitas por año. El 70% de las mismas se producen fuera del espacio hospitalario y es allí donde la comunidad tiene un rol de vital importancia en la lucha entre la vida y la muerte. Por eso, es fundamental difundir sobre la importancia crucial de la reanimación cardiopulmonar (RCP) y el manejo del desfibrilador externo automático (DEA) para la atención temprana.

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En Argentina, se producen alrededor de 40 mil muertes súbitas por año. El 70% de las mismas se producen fuera del espacio hospitalario y es allí donde la comunidad tiene un rol de vital importancia en la lucha entre la vida y la muerte. Por eso, es fundamental difundir sobre la importancia crucial de la reanimación cardiopulmonar (RCP) y el manejo del desfibrilador externo automático (DEA) para la atención temprana.

Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte del mundo occidental y de nuestro país. Un 82% de las muertes súbitas producidas fuera de los hospitales se debe a enfermedades cardíacas, principalmente al síndrome coronario agudo, y, en menor medida, miocardiopatías, valvulopatías e insuficiencia cardíaca. Las más comunes son las arritmias ventriculares complejas, como la taquicardia y la fibrilación ventricular, generadas o desencadenadas por factores hemodinámicos como, por ejemplo, variaciones del sistema nervioso autonómico, alteraciones hidroelectrolíticas, el consumo de ciertos fármacos, entre otros.

Por cada minuto de retraso en la desfibrilación, disminuye entre un 10 a un 12% la supervivencia de una persona, pero al recibir asistencia, a través de la reanimación, dentro de los 3 primeros minutos de ocurrido el evento, aumenta las posibilidades de llegar con vida a un hospital en un 79%.

¿Cuáles son los síntomas del paro cardíaco? Pérdida brusca de la conciencia, ausencia de pulsos centrales, cianosis, apnea y/o gaspings y midriasis.

Además de generar conciencia en la población sobre la importancia de disminuir los factores de riesgo cardiovasculares, también es importante actuar con rapidez cuando esta situación se hace presente, a través de dos herramientas fundamentales: la Resucitación Cardiopulmonar (RCP) y el Desfibrilador Externo Automático (DEA).

La reanimación se aplica frente a una persona que se encuentra inanimada debido a un paro, es decir, la situación clínica producida por la interrupción brusca, inesperada y potencialmente reversible de la actividad mecánica del corazón y la respiración espontánea. Si se detiene el flujo sanguíneo durante más de unos pocos segundos, el cerebro no puede recibir sangre y oxígeno; las células cerebrales pueden morir, causando daño permanente.

La RCP es una serie de acciones vitales que mejoran la probabilidad de que un paciente sobreviva al paro cardíaco, con el objetivo fundamental de recuperar las funciones cerebrales completas. El éxito se produce entendiendo el rol social, comprendiendo que nadie se salva solo y a través de las pautas que establece la American Heart Association: Asegurarse de que la escena sea segura para usted y para la víctima; comprobar si la víctima responde, si no es así, reclame ayuda de las personas que se encuentran cerca; reconocer si la víctima está en paro, por su respiración y pulso, y llamar a emergencias.

Buscar un DEA a través de algún ayudante si ello es posible. Aplicar RCP, comprimiendo el centro del tórax (mitad inferior del esternón) con al menos 100 compresiones por minuto, con una profundidad mínima de 5 a 6 cm y permitiendo una expansión completa del tórax. Reduzca a menos de 10 segundos las interrupciones y realice un cambio de reanimador cada 2 minutos.

¿Cómo usar el DEA?. Colocar los parches de desfibrilación sobre el tórax desnudo del paciente. Si el DEA recomienda una descarga, apártese del paciente, asegúrese que nadie lo toque. A la voz de alta, presione el botón de descarga. Tan pronto como se administre la descarga, es necesario reiniciar la RCP comenzando con las compresiones. (No realice ninguna comprobación de pulso ni de ritmo). Al cabo de 2 minutos de RCP, el DEA reiniciará la comprobación de ritmo cardíaco.