POR DANIEL SALAS
inicia sesión o regístrate.
POR DANIEL SALAS
No importó que el cielo haya estado nublado, tampoco que estuviera fresco, menos aún si los precios estaban caro, nada de eso interesó, y sí, que llegaba el carnaval y había que disfrutarlo de la mejor manera, y olvidarse hasta el Martes de chaya los sin sabores del país.
El desentierro del diablo carnestolendo, fue también un motivo para celebrar nuevamente la obtención de la tercera copa mundial del fútbol, y aunque nada tiene que ver con la cultura carnavalera, y como es un festejo popular, fue aceptado.
Cada poblado del norte jujeño fue colmado por carnavaleros y visitantes de otras partes del país, pero la fila de vehículos y los colectivos que partían desde San Salvador de Jujuy, tenían como destino Tilcara principalmente. También Purmamarca y Maimará; y en Humahuaca los carnavaleros ya habían llega el viernes.
Y en Tilcara, la mayoría de los carnavaleros que comenzaban a llegar desde el mediodía, se dirigían directamente hacia el mojón de la comparsa Pocos pero locos, que antes y después del desentierro del momo carnavalero, fue una fiesta increíble.
El desentierro en Los caprichosos, fue también un espectáculo hermoso, colorido y hasta por momentos emocionante que hay que vivirlo quien se precie de carnavalero de la Quebrada de Jujuy.
El resto del público, se repartió entre Los pecha pecha, Los gosairas, Flor de cortadera, Los alegres de Malka, y mucha juventud, en la agrupación Los ahijaditos, que fue una de las últimas instituciones carnestolendas que desenterró el carnaval, cerca de las 18 y también con un muy, muy participativo y atractivo espectáculo carnavalero.
En la costanera, los fortines Miguelito Carrazana y Los mimosos, con su público de siempre, familias y familiares del pueblo, iniciaron el carnaval tilcareño, seguido de La diablada, que recibió el momo en la Peñalta, comparsa que sin dudas con el tiempo, irá adquiriendo más convocatoria.
Otras comparsas también desenterraron en Villa Florida y Juella, y otras más, lo harán el lunes, el miércoles y el jueves.
Pasadas las 19 la temperatura había descendido más y el cielo permanecía nublado, pero eso también poco importaba, porque las comparsas ya estaban por las calles del pueblo cumpliendo las invitaciones, y la gran cantidad de carnavaleros que colmaron la villa turística, se entregaban plenamente a la algarabía popular, con ellas o sencillamente festejando en la plaza central, en la costanera, en el acceso al pueblo, en la plaza, en Pueblo nuevo, en los camping y en todo espacio donde fuera posible.
Esto recién comienza, y queda mucho por celebrar.