Por Emiliano Saavedra
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Por Emiliano Saavedra
La feligresía católica participó ayer de la celebración de la misa del Miércoles de Ceniza que marcó el inicio de la Cuaresma. Gran concurrencia se vio en la iglesia Catedral donde los fieles formaron largas filas para participar del rito de la imposición de cenizas.
La celebración fue presidida por el obispo Daniel Fernández, quien instó a los cristianos a reflexionar sobre las acciones de cada uno y dejar de lado el afán de mostrarse haciendo algo por el otro. "La primera actitud al comenzar la Cuaresma es hacernos una composición del lugar y ver a que distancia estamos de aquello que debemos llegar; Dios nos ofrece que podamos vivir en mandamiento de amar con todo nuestro corazón y fuerzas y amar al prójimo como Jesús lo hizo", dijo monseñor.
Se trata de una instancia reflexiva basada en tres pilares: limosna, oración y ayuno, con la cual se da el inicio a un periodo que se extenderá a lo largo de 40 días y que concluirá con el Domingo de Pascuas.
El obispo aclaró el significado de cada pilar: "Jesús nos invita a la mirada interior de esas actitudes, primero la oración que es ver el espacio que ocupa en mi vida la lectura de la palabra de Dios, si no está hoy tenemos que incrementarlo sino no llega al fondo del corazón, el ayuno se trata de privarme de cosas que me hacen daño y no solo alimento para el cuerpo sino para el alma, las personas dicen que no hay que comer carne pero no se trata de eso y la limosna es un sentido espiritual y significa desprenderme de algo de lo cual yo puedo prescindir para ser más sensible a la realidad del otro", señaló.
Agregó Fernández que "hay que medir esa distancia de donde estoy a donde debo llegar, las actitudes fundamentales de estos tiempos serán después frutos de este camino que tenemos que recorrer para llegar a esa meta, se trata de la oración, ayuno, la limosna y no de la materialidad de los hechos".
"Cuando un sacerdote coloca la ceniza, normalmente en la frente y en forma de cruz, debemos tener una actitud de querer mejorar, de querer tener amistad con Dios. La ceniza se les impone a los niños y a los adultos" explicó.
Monseñor Fernández señaló que "nos tiene que disponer para celebrar con frutos el misterio pascual de Jesús, su pasión, muerte y resurrección. El fruto mejor de la pascua será lo que se nos propone que es morir y resucitar con Jesús. Morir a una vida vieja y necesita ser renovada, a una vida que no está en sintonía con lo que Dios quiere para cada uno de nosotros y resucitar para una vida mejor".
¿Qué es la Cuaresma?
La Cuaresma es un periodo de preparación, purificación, reflexión y conversión espiritual. En este tiempo se llama a los fieles a guardar ayuno y penitencia, tal como lo hizo Jesús en el desierto, antes de su salida a la vida pública. La finalidad de la Cuaresma es prepararse espiritualmente para recibir a Dios, bien por haberse apartado de su camino, o para reflexionar sobre los sacrificios que tuvo que hacer Jesús para librarnos de los pecados.