Cuando se cumplían 10 años de la partida de Medardo Pantoja (07-02-76), apareció en el otoño de ese año (1986) la Revista Capricornio Nº1 con un Homenaje al Gran Pintor de Tilcara y un aviso: "Con el presente número se adjunta la reproducción de una Tinta del pintor Medardo Pantoja, copia que fue cedida gentilmente para Capricornio por el poeta Néstor Groppa. En parte de su editorial decía: "…contiene un Homenaje de Voces Fundamentales de las Letras de Jujuy, las que desean mantener viva la imagen del artista, que se nos fue justamente por la 'luz de capricornio'. Por un camino de luz y color fundamental para su existir. Nadie puede negar que la obra del maestro Medardo Pantoja es eso, un camino de luz y color. Nuestro pintor, como dice la gente, 'murió en su ley', entendiendo a esta muerte como el reflejo de la vida de un hombre. Por ello, quien irradió tanta luz, tanto color, no podría desear otra partida que no fuera esa, 'por un camino de luz y de color', por eso eligió el esplendor de febrero, el brillo de Capricornio y la alegría del despertar del pujllay, 'para bajar lentamente por el ondulado arenal del poniente', como lo anunció el poeta, su entrañable y querido amigo Néstor Groppa."
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Cuando se cumplían 10 años de la partida de Medardo Pantoja (07-02-76), apareció en el otoño de ese año (1986) la Revista Capricornio Nº1 con un Homenaje al Gran Pintor de Tilcara y un aviso: "Con el presente número se adjunta la reproducción de una Tinta del pintor Medardo Pantoja, copia que fue cedida gentilmente para Capricornio por el poeta Néstor Groppa. En parte de su editorial decía: "…contiene un Homenaje de Voces Fundamentales de las Letras de Jujuy, las que desean mantener viva la imagen del artista, que se nos fue justamente por la 'luz de capricornio'. Por un camino de luz y color fundamental para su existir. Nadie puede negar que la obra del maestro Medardo Pantoja es eso, un camino de luz y color. Nuestro pintor, como dice la gente, 'murió en su ley', entendiendo a esta muerte como el reflejo de la vida de un hombre. Por ello, quien irradió tanta luz, tanto color, no podría desear otra partida que no fuera esa, 'por un camino de luz y de color', por eso eligió el esplendor de febrero, el brillo de Capricornio y la alegría del despertar del pujllay, 'para bajar lentamente por el ondulado arenal del poniente', como lo anunció el poeta, su entrañable y querido amigo Néstor Groppa."
Ya dentro del corpus, el poeta siguió desgranando su definitivo adiós, de su poema: Otro que, / Lentamente / Bajo el ondulado / Arenal / Del Poniente (fragmento) "…Este Medardo Pantoja – obrador de colores, / compañero de cuadros, herrero de grabados - / de la mano de un día con su lluvia pendiente, / se ha llegado hasta el templo donde están los creadores. / Entregó su herramienta. Confesó lo pintado".
Otro vate que lo rememoró de la forma más pura fue Carlos Figueroa con: "A un cuadro de Pantoja" y le dijo: "Qué cántaro, qué nido, qué majada, / qué panal, qué terrón, qué mariposa / tocó al tocar esta raíz nudosa, / esta mano – tu mano – sosegada? // Qué celeste visión de la Quebrada, / qué campesino gris, qué calle añosa / contemplan con fruición casi golosa / esos ojos – tus ojos – sin mirada? // Qué ternura, qué sueños, qué sudores, / qué sangre diluida en los colores / guarda esta tela que se descascara? // Oh, Pantoja-cardón, río Pantoja: / ¿qué milagro falaz, qué paradoja / permite que te mire en otra cara?"
Otro grande de la poesía de Jujuy que se sumó con su poética fue Germán "Churqui" Choquevilca y dedicó "A Medardo Pantoja" – Mi maestro: "Dos vicuñas uncidas a tu carro / van rompiendo el azul del firmamento / y un cortejo de pájaros azules / parte en dos la curva del silencio. // Una patria sin límites te espera, / el paisaje total del universo. / ¿Dónde, si no, cabría tu figura? / ¿Dónde buscar tu nombre de maestro? // Hasta el cálido aliento del verano / ha florecido rosas en tu huerto / y los pájaros viejos de los sauces / tensaron los violines del silencio. // Las guitarras hermanas de la noche, / golpearon mil vidalas en su seno. / Y las cajas callaron su retumbo. / Y las quenas vibraron su lamento. // Te nombran el río, los ocres, las campanas, / los airampos y el polen de los vientos. / Y mis labios murmuran este día / dos palabras de hiel: 'Adiós, maestro'".
TINTA DE PANTOJA | CEDIDA A LA REVISTA “CAPRICORNIO” POR NÉSTOR GROPPA.
También, otro grande la Literatura de nuestra querida Jujuy, Jorge Calvetti, le dedicó sus palabras antes de partir: "Medardo Pantoja (fragmento)" diciendo "… Nadie que lo haya conocido podrá olvidarlo. En el pueblo donde nació – Tilcara – se reverencia su recuerdo porque fue uno de sus hijos más valiosos y más queridos. Para nadie de allí, Medardo ha muerto. Para mi tampoco. Ocurre que cuando lo buscan por el pueblo está paseando por el río, por la cancha de fútbol, mezclando barro para remendar la tapia que él ayudó a levantar, y a lo mejor, ¿por qué no?, por el cementerio, silbando una de esas largas tonadas de los arrieros, que no tienen principio ni fin, como las huellas de sus caminos".
En el año 2011, Ricardo Guzmán, poeta, psicólogo y abogado, publica su primer libro y le dedica al pintor de Tilcara: "Ancañocas para Pantoja", es un título pegado a nuestra tierra norteña, quizás no con el fruto más característico, entre los tubérculos de la región, pero sí con un sonido poético celebratorio y digno para el gran pintor de Tilcara, de quien tenemos un paisaje, con su claro estilo en la tapa del libro.
Si vamos al sentido del ofertorio de esta celebración, podemos convenir con Víctor García en una poesía interdicta, el poeta dona u ofrece un símbolo, que es un alimento o una medicina, pero como es un acto ideal las ancañocas conservan el ropaje de los paisajes interiores, que Ricardo entrega al pintor que ya no está. Muchas de estas ancañocas poseen los elementos de la naturaleza, que le permiten al poeta armar imágenes, que hacen al colorido y belleza de su ofrenda. En "Tilcara", dedicado a Guillermo Cabrera dice: "Cielo guadañado por cenizas de primavera, / herido por flores que niegan abrirse / ante el silencio deschalado / de amautas desmemoriados. // A veces pienso / que Tilcara es como / un molle arrodillándose / para albergar / caricias de guijarros // Ancañocas para Pantoja. // Evocación de días de azufre / y alas de mariposa. // Si ha de haber un amor / que sujete a la montaña."
(Colaboración: Jorge Eraclio Albarracín)
Juan Carlos Entrocassi, Oscar Mendoza y Gerardo Albarracín, tres artistas recuerdan al maestro
Otros tres artistas recuerdan al maestro de la plástica, el pintor Juan Carlos Entrocassi; el plástico Oscar Mendoza; y el médico y ceramista Gerardo Albarracín.
Entrocassi rememora su llegada en el año 1962 a Jujuy. Nos dice: "Al poco tiempo fui a saludar y presentarme ante el director de la Escuela de Artes Plásticas, profesor Medardo Pantoja, con una carta de recomendación de mis profesores, quienes eran artistas e importantes docentes en el Instituto Superior de Artes de Rosario, provincia de Santa Fe y lugar en donde se formó y pasó varios años Pantoja. Entonces lo saludé, charlamos y en ese momento no existían vacancias en la reciente escuela de artes de la provincia.
Es oportuno señalar, por su temática y su paleta de color terrosa, que expresó nuestro mundo andino a través de un humano lenguaje, sutil pero preciso, centrado en Quebrada y Puna jujeña.
Finalmente, el pintor Entrocassi comentó: "a fines del 1962 estuvimos con mi esposa Marta, en la escuela de arte, por la despedida a Pantoja y la pasamos muy bien. Era la última etapa de su cargo directivo, después asumió Nicasio Fernández Mar y ambos, Marta, en 1963, y yo en 1964, integramos el cuerpo docente de la escuela."
Oscar Mendoza recuerda: "En la década de 1960 conocimos a los maestros artistas, enseñaban en la Escuela de Artes Plásticas. En ese período teníamos cómo maestros a Luis Pellegrini, Nicasio Fernández Mar, Jorge Mendoza, Pedro Portugal y Guillermo Roux. Además de los profesores de materias no artísticas cómo Delia Gómez Rubio, Orellana, y otras.
La escuela de arte recientemente fundada se hizo con profesores qué eran verdaderos maestros de arte. Tanto pintores cómo escultores y grabadores qué en aquel entonces la carrera de maestro especial de dibujo se hacía en 4 años y luego se podía hacer un profesorado en pintura o escultura en 3 años. Las materias cursadas cómo importantes eran las artísticas: dibujo, pintura, escultura, grabado y dibujo técnico ( geometría).
Los artistas Fernández mar, Guillermo Roux y Medardo Pantoja, fueron docentes en periodos cortos, ellos tenían talleres muy activos por lo que hacían pocas horas como docentes y muchas como artistas. Siempre andábamos por detrás de los maestros para que nos hagan las críticas de los dibujos acumulados en los talleres y casi siempre le pedíamos a Medardo Pantoja o a Luis Pellegrini. Yo todavía recuerdo la crítica que me hizo Pantoja sobre una xilografía muy recargada y el detalle que me marcó jamás se me olvidó, además porque tengo una copia del grabado a la vista
Gerardo Albarracín nos cuenta: "Conocí al maestro Medardo Pantoja en Tilcara, cuando enseñaba en la escuela Primaria 'Domingo Faustino Sarmiento' en 1953, lo recuerdo junto con el escritor Néstor Groppa, quien era maestro de grado en la misma escuela. Luego en 1956, en San Salvador de Jujuy concurrí con mi hermano mellizo a los Talleres libres de Arte en la Escuela Belgrano, donde Pantoja fue el primer director. Al pasar a la escuela media de Arte, lo tuve en primer año como profesor de Pintura. Enseñaba su arte con humildad y sabiduría, todos nos sentíamos acogidos por sus lecciones, donde nos hacía revelar nuestras propias vocaciones".