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“Granito de arena”, comedor que alimenta esperanzas

El espacio asiste a 148 personas, entre niños y adultos mayores que agradecen la constante labor social.
Lunes, 13 de marzo de 2023 01:03

Como una pequeña luz, surgió en el barrio San Benito del sector B2 de Alto Comedero un espacio para alimentar la esperanza de aquellas personas que más lo necesitan.

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Como una pequeña luz, surgió en el barrio San Benito del sector B2 de Alto Comedero un espacio para alimentar la esperanza de aquellas personas que más lo necesitan.

Es así que tres años atrás, "Granito de arena" se forjó inicialmente como merendero, gracias a la acción de la fundación "Arena" que colaboró con los primeros insumos y comestibles para afirmarse en este sueño de dar sin fines de lucro y comenzar a tener un rol importante para la comunidad.

"Al ver la cantidad de personas y la necesidad del sector, nos propusieron junto a la cooperativa '15 de Julio' la posibilidad de ayudarnos con el comedor", dijo Noelia Itatí Ávalos, sobre el inicio de esta travesía que tiene por fin colaborar con las familias en situación de vulnerabilidad.

Durante los primeros tiempos fue un merendero al que los niños no dejaban de asistir de manera permanente debido a la situación difícil pero luego, llegó la idea de hacer un comedor para que la ayuda sea más completa.

Entonces el comedor abrió sus puertas con toda la ilusión pero al mismo tiempo con incertidumbre, así que desde ese momento, hubo una mezcla de sensaciones entre los integrantes.

"Comenzamos con entusiasmo, pero con mucho miedo ya que era la primera vez que íbamos a cocinar y no sabíamos las cantidades, así que gente de otro comedor nos ayudó con ese tema. Iniciamos asistiendo a 90 personas y hoy en día ya son 148 los comensales en total", explicó Ávalos que se encuentra al frente de este grupo solidario.

Con el ánimo positivo y el avisar a su entorno acerca de esta actividad, algunas de sus amigas se unieron a la cruzada y unieron voluntades para llevar adelante esta tarea que día a día toma fuerza para dar lo mejor a los niños y adultos mayores que se reúnen para recibir y agradecer de corazón, este compromiso social.

Y es justamente por eso que trabajan de distintas maneras para conseguir lo necesario y solventar el servicio.

De esta manera, con venta de bollos, empanadas y donativos que llegan desinteresadamente, continúan con la noble labor que se nutre también de las ideas, del ingenio y de las nuevas posibilidades.

"Tenemos una huerta comunitaria donde sembramos para abastecer el comedor. Hacerla surgió para ayudarnos con la verdura y poder cocinar, ya que todo está carísimo para comprar", aseguró la referente.

Y el resultado es más que óptimo, porque se cosechan frutas, vegetales y hierbas sin químicos como lechuga, perejil, cebolla, tomates, cebollitas de verdeo y zapallos coreanitos que juntos se disponen en platos de gran sabor.

"No hay nada más gratificante que el ver la sonrisa de los niños y ancianos cuando reciben su plato de comida o merienda. Nuestra labor comienza las 8 de la mañana, de acuerdo a lo que tengamos de carne pensamos el menú diario", contó.

Y entonces las manos trabajadoras preparan guisos, salpicón de pollo, cerdo a la olla, estofados y tartas de verdura y pollo.

"Gracias a Dios nos donan pastas, así que podemos variar el menú -de tanto en tanto- con ravioles, fideos, sorrentinos o tartas", afirmó Ávalos.

Porque todo lo que se cocina con el ingrediente fundamental que es el amor sale exquisito, es que niños y adultos mayores reciben felices su alimento, que agradecen de la manera más sincera.

"Cuando tenemos donaciones de ropa y calzado, ponemos en la mesa. A veces yo no estoy al momento por mi trabajo en la escuela, pero me cruzan en la calle y me agradecen por la ropita y calzado", dijo la referente que ayuda a los adolescentes cuando de aprender francés se trata.

"La tarea es visibilizada por los vecinos del barrio, por ejemplo, hay un abuelo llamado Ricardo que siempre pregunta si hay camisas para él. Lo crucé un día después de separarle su camisa y me dijo: 'Mirá de fachero que ando' y trajo al comedor unos guantes para que las chicas no se quemen las manos al agarrar las ollas", indicó como anécdota.

Importante es mencionar que no solo se benefician ellos como espacio comunitario, sino que ayudan a otros cuando las pastas llegan en cantidad y así las reparten entre los comedores "Dulce travesura", "Rincón de la esperanza", "Por más sonrisas", "Juntos por un cambio", "Marilyn" y "Carita feliz".

Sin dudas, "Granito de arena" es un lugar donde la ayuda se hace posible gracias a la intervención de muchas personas, para brindar alegría y sustentar a quienes verdaderamente lo precisen.