El canje de deuda intra sector público para que el Tesoro consiga financiamiento en pesos y se puedan estabilizar los dólares financieros será sometido a una auditoría técnica por parte de la Universidad de Buenos Aires (UBA), que determinará si la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) se beneficia o se perjudica con esta medida.
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El canje de deuda intra sector público para que el Tesoro consiga financiamiento en pesos y se puedan estabilizar los dólares financieros será sometido a una auditoría técnica por parte de la Universidad de Buenos Aires (UBA), que determinará si la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) se beneficia o se perjudica con esta medida.
Así lo anunció este sábado el ministro de Economía, Sergio Massa, en declaraciones a Radio Mitre, consultado acerca de las criticas de la oposición y de varios economistas sobre el "manoseo a los fondos de los jubilados.
Es que el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS), que en realidad busca -precisamente- asegurar la sostenibilidad del sistema jubilatorio en las próximas décadas mediante inversiones en títulos públicos y acciones en grandes empresas que cotizan en bolsa, es el principal tenedor de los bonos en dólares que el Tesoro canjeará por instrumentos en pesos a tasa dual (que ajusta por lo que obtenga más rendimiento entre la inflación y el tipo de cambio oficial), por unos u$s 14.000 millones -entre bonos AL y Globales (GD)-, sobre una canasta total de u$s 35.000 millones en poder de 113 organismos del Estado.
Los encargados de auditar esta operación serán los economistas Andrés López, Sebastián Katz y Javier Curcio, bajo la supervisión del vicerrector de la UBA y diputado nacional por la Unión Cívica Radical (UCR), Emiliano Yacobitti.
Por lo pronto, el Gobierno promete que el FGS de la Anses ganará capitalización por unos u$s 2000 millones, ya que comprará los bonos duales al 60% de su valor técnico. Los títulos tendrán 13 años de duración y una tasa de interés del 8% anual por sobre la inflación o la devaluación del peso frente al dólar (a tipo de cambio oficial). El 30% de la venta de los bonos se podría aplicar al financiamiento de actividades productivas o para créditos al consumo interno, justifican en los despachos oficiales.