El mes de abril llegó a San Pedro de Jujuy con un cachetazo de crisis económica e inflación, afectando significativamente a las clases asalariadas con aumentos, falta de control y situaciones irregulares en la liquidación de sueldos.
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El mes de abril llegó a San Pedro de Jujuy con un cachetazo de crisis económica e inflación, afectando significativamente a las clases asalariadas con aumentos, falta de control y situaciones irregulares en la liquidación de sueldos.
Un empleado municipal cobra en promedio un sueldo de 60 mil pesos mensuales, muy por debajo de la canasta básica familiar, con lo que la mayoría de ellos no llega ni al día 20 de cada mes.
Se ven obligados a buscar un segundo trabajo, que por lo general es en negro y donde el sueldo es aún más bajo que en el Estado (amparados en la informalidad y aprovechándose de la necesidad de la gente).
En ese contexto, es que abril se manifestó con fuertes aumentos en la televisión por cable.
Hoy la tarifa pasó de $4.600 a $4.900 (cable e internet). El argumento es que los usuarios recibirán a partir de ahora un mejor servicio de internet (de 5MB a 10 MB), situación que no parece ser cierta por las quejas por el pésimo servicio de internet que tiene la ciudad de San Pedro de Jujuy.
También hubo importantes incrementos en las empresas de seguro automotor. En dos meses un seguro básico contra terceros pasó de costar $1.600 a $2.000. Ni mencionar el resto de los planes que sufrieron aumentos de casi el 35%.
Casi de la mano, el aumento de los seguros de sepelios no se hizo esperar. Las tarifas se actualizan casi mensualmente con un básico de $2.500 y que puede llegar a una cobertura familiar de más de $6.000 mensuales.
Esto provocó que mucha gente tomara la peligrosa decisión de renunciar a sus seguros de sepelio por el simple hecho de no poder pagarlos.
Góndolas vacías
Otra de las características de cómo la crisis y la inflación perjudican a la "Perla del Ramal" es el triste paisaje que se observa en los supermercados con góndolas vacías, escasez de productos y precios exorbitantes.
El mayor movimiento se da cuando algunos supermercados ponen en oferta el aceite de girasol. A pesar de tener un cupo por persona o grupo familiar, los consumidores se las ingenian y de manera desesperada corren a comprar haciendo la fila una y otra vez.
Lo mismo pasó con los insecticidas, especialmente para combatir los mosquitos. Volaron de las góndolas en cuestión de minutos aquellos con un precio accesible ($302) y solo quedaron los productos más caros. No se encuentran en el mercado, ni siquiera en farmacias, repelentes y otros productos relacionados.
Teniendo tres ingenios azucareros alrededor del departamento San Pedro, los sampedreños deben seguir pagando el azúcar más cara del país, o por lo menos más cara que en las grandes urbes. El paquete más barato de azúcar de un ingenio desconocido y de pésima calidad tiene un costo de $450 promedio. Inconsistencias que tienen que ver con las leyes del mercado y con la falta de control del mercado interno. En otro capítulo podremos hablar de los despidos arbitrarios y la reducción de personal de las cadenas nacionales de supermercados en Jujuy, producto de la situación inviable del país.
Más caro viajar
Entre el abanico de aumentos desplegados para este mes, se encuentra el transporte, especialmente el que brindan las cooperativas de interjurisdiccionales que extraoficialmente anunciaron un aumento del pasaje en el trayecto San Pedro - San Salvador de Jujuy. Hasta ayer viajar a la capital desde la "Perla del Ramal" costaba $600 (en colectivo $580). A partir de hoy pasaría a costar $700 el pasaje, lo que ya generó malestar en los usuarios que, a pesar de comprender la situación de los trabajadores del volante, no soportan otro golpe más a sus flacos bolsillos.
No se descarta que en los próximos días el servicio de remises compartidos en la ciudad de San Pedro pida un nuevo aumento y lleve la tarifa actual a $150 en boleto común.
A pesar de todo este escenario adverso, la gente común intenta seguir con su vida, achicando gastos, dejando de lado algunos gustos, como cenar y tratando de estirar el dinero hasta donde más sea posible.
Una situación de crisis en la que muchos están acorralados.