Para El Tribuno de Jujuy no fueron pocas las etapas de transformación que tuvo que superar para lograr dar el siguiente paso. De las antiguas máquinas a las transmisiones, internet, web y streaming, hubo que adaptarse y crecer. Todo siempre de la mano de los recursos humanos que lo sostienen y que, al igual que en otras estructuras, requiere cuidado e incentivo para apoyarse en ellas.
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Para El Tribuno de Jujuy no fueron pocas las etapas de transformación que tuvo que superar para lograr dar el siguiente paso. De las antiguas máquinas a las transmisiones, internet, web y streaming, hubo que adaptarse y crecer. Todo siempre de la mano de los recursos humanos que lo sostienen y que, al igual que en otras estructuras, requiere cuidado e incentivo para apoyarse en ellas.
En el mundo de los negocios y la industria es común líneas de trabajo vinculadas al reclutamiento, selección, liderazgo, innovación y cumplimiento de objetivos. En un medio de comunicación no es diferente, pero tratándose de papel la transformación digital pegó fuerte en una estructura que solía funcionar más aceitadamente pero que nunca paró.
Los desafíos no fueron pocos, creció con la página web, los nuevos contenidos requirieron nuevos conocimientos y habilidades. Además de poner en página y previsualizar cómo saldría en papel, hubo que sumarse a transmisiones en vivo, adelantos y notas vía streaming de El Tribuno Digital. Es cuando todos los objetivos quedaron en manos de los recursos humanos que, con o sin reclutamiento, tomaron en sus manos la tarea y el cumplimiento de metas se materializó en páginas completadas, contenidos desarrollados y tareas realizadas.
El producto de hoy es el de una transición entre los que están los que crecieron y buscaron nuevos horizontes, y los que llegaron a poner su impronta desde lo que quizás idealizaron en otro lado. Está en ellos la motivación y decisión de crecer para sí mismos y aportar lo mejor para impulsar, con los que ya están, este producto comunicacional ahora de 43 años.
Los engranajes funcionan, los recursos también y al igual que un reloj requiere de otros componentes que permitan mantenerlo en movimiento y trabajar con eficiencia, sin perder el rumbo ni dejar de lado la principal función, informar con veracidad y responsabilidad con el lector y seguidores, que se cultivó a lo largo de su existencia.
El contexto atraviesa la estructura y sus integrantes, que no pueden ser ajenos a los vaivenes de la economía, de las problemáticas sociales que toca retratar y a la incertidumbre de los tiempos, por lo que se hace más necesario equilibrar el rol y dar lo máximo para adecuarse a los nuevos formatos, más ágiles y donde reina la imagen.
Ahora toca aprender nuevas habilidades, adaptarse, sin que por ello se desvalorice el trabajo de papel, de modo que no pierda visibilidad ni se distorsione su contenido, tratando de atraer nuevos nichos de interés específicos demandados ante la alta competencia.