¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

13°
3 de Mayo,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

“Nací con una discapacidad, pero eso no me limita a vivir”

Deportista, voluntario y solidario es Guillermo Camacho, quien disfruta de cada día con alegría para salir adelante.
Miércoles, 19 de abril de 2023 00:58
EN LA TIROLESA | UNA DE LAS ACTIVIDADES QUE REALIZA GUILLERMO CAMACHO.

Con las ganas de destacarse en acciones de bien, sonríe a la vida Guillermo Camacho; el joven que no se rinde por ser cada día mejor que el anterior. Treinta y cinco años de experiencias para contar y una discapacidad que le permitió conocerse más; hicieron que este jujeño mire siempre con optimismo su camino por la vida. "Estoy consciente de que nací con una discapacidad, pero eso no me limita a vivir", expresó Camacho que en su primera infancia tuvo que utilizar la silla de ruedas para integrarse a su entorno.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Con las ganas de destacarse en acciones de bien, sonríe a la vida Guillermo Camacho; el joven que no se rinde por ser cada día mejor que el anterior. Treinta y cinco años de experiencias para contar y una discapacidad que le permitió conocerse más; hicieron que este jujeño mire siempre con optimismo su camino por la vida. "Estoy consciente de que nací con una discapacidad, pero eso no me limita a vivir", expresó Camacho que en su primera infancia tuvo que utilizar la silla de ruedas para integrarse a su entorno.

En la escuela 85 "23 de Agosto", destacó por su entusiasmo recurrente, al igual que en la escuela 396 "Dr. Antonio Rocha Solórzano"; primeros espacios en los que tuvo la posibilidad de socializar y dejar de creer que él era el único de su condición en un mundo de gente independiente.

Ya con doce años, las muletas se convirtieron en compañeras que hasta el día de hoy se hicieron inseparables. "Me costó aprender a manejarlas por el tema del equilibrio, pero ya estoy mejor", dijo. Y con respecto a la asimilación de lo que ocurría, siempre se mostró optimista porque eso fue lo que aprendió gracias al colegio. Con los primeros tiempos de juventud, comprendió que el deporte era una posibilidad abierta a su bienestar, pero sólo cuando fueron pasando los días, entendió que lo liberaría de sus miedos. Así, practicar atletismo adaptado, sumado a básquet en silla de ruedas, fue toda una diversión que se dedicó a descubrir. "Sentí que me hacía bien y que las tensiones que podía tener se iban", aseguró.

Hasta que el levantamiento de pesas se constituyó en una actividad esencial para su vida. "Gracias a una exposición, vi cómo era ese deporte y me gustó", comentó Camacho, quien participó en aquella oportunidad como parte del público. "Me preguntaba: '¿A dónde iba a llegar con esto?'. Y después empecé la rutina, sin rendirme en el gimnasio de Darío", recordó el joven que se inició en el elemento barra para tener resistencia. Y así, desde la primera vez que fue al gimnasio, se sorprendió que muchas personas tuvieran temor de que le pasara algo. "No entendía por qué me querían cuidar por de más, pero les decía que yo me supero y me adapto, que me siento un ejemplo de motivación", detalló este deportista que tuvo que hacer dietas especiales y tomar suplementos para fortalecer su cuerpo.

El esfuerzo dio sus frutos y logró viajar para competir al torneo de powerlifting adaptado en Pinamar el año pasado. El gym lo ayudó a hacer lo que más le gusta y a compartir con otros jóvenes para conocer nuevas experiencias. Y entonces, se vinieron más torneos en El Carmen, en Salta y en San Salvador. "Me siento orgulloso, a pesar de todo, sé que puedo lograrlo", afirmó Camacho quien desde pequeño recibió terapia en Appace, lugar donde aprendió de valores y juegos recreativos en campamentos. Así, en su vida se dedicó a capacitarse para ayudar, siempre con la misión de dar sin recibir nada a cambio. Y encontró el grupo Recrearte, donde colabora en la recreación de personas con discapacidad, pero desde saber cómo cuidarlas. "Soy un voluntario con discapacidad, capacitado para ayudar y colaboro con los demás integrantes que tienen alguna patología, intento ayudar desde mi lugar", dijo el joven que tiene el apoyo incondicional de una familia que abraza sus "locuras". "Si bien tengo una discapacidad, no dependo de esa dificultad. Yo le sigo dando para adelante", aseguró este jujeño quien permanentemente habla con los chicos de Recrearte y les dice que no deben limitarse. Pero a este deportista y voluntario se le suma otra característica a su favor y es su admiración por la solidaridad. "Me gusta el hecho de ayudar. Participo en el grupo Evangelismo de la iglesia que reparte comida a las personas en situación de calle", destacó este joven que cada martes por la noche ayuda a facilitar alimento a cambio de un abrazo sincero que siempre la gente necesita recibir.

“Si yo puedo, todos podemos”

“Con los años, aprendí a superarme y a reconocer mi situación”, aseguró Guillermo Camacho. No obstante, de la realidad en la que vive debido a su discapacidad, le gustaría que haya mejoría en diferentes aspectos, sobre todo en lo que tiene que ver con el transporte urbano. “Me duele que una persona con discapacidad tenga que dar el asiento a abuelos o a embarazadas, lo veo”, dijo el joven que no deja de dar el ejemplo, aún estando con muletas en el colectivo. “Así como estoy, doy el asiento a quienes lo necesitan, porque el viaje es largo”, dijo el también vecino del Alto. “No hay que bajar los brazos, ni hay que mirar ni al de adelante ni al de atrás. Sólo enfocarse en uno mismo, en crecer. Si yo puedo, todos podemos”, expresó como último e importante mensaje para quien lo lea.

Idea particular

De niño pensaba que era el único con su condición en un mundo de gente independiente. Con el tiempo, eso cambió.