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Siete tips para dejar de fumar sin aumentar de peso

En esta nota encontrarás consejos útiles para lograr tu objetivo sin tener que engordar en el proceso. 

Jueves, 11 de mayo de 2023 17:22

Dejar de fumar es una decisión tan importante como difícil de tomar. En primer lugar está la adicción y la abstinencia pero también está el temor a aumentar sensiblemente de peso en el proceso. 

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Dejar de fumar es una decisión tan importante como difícil de tomar. En primer lugar está la adicción y la abstinencia pero también está el temor a aumentar sensiblemente de peso en el proceso. 

En esta nota te damos siete consejos para que puedas logarlo:

1. Aumentemos el ejercicio: Al dejar el tabaco el cuerpo se oxigenará mejor, ya que el humo es un reactivo para los pulmones, con lo que sentiremos posiblemente mayores ganas de hacer ejercicio. No se trata solo de salir a correr o apuntarse a un gimnasio, aunque ambas cosas son una buena idea. Puede bastar con dedicar una hora o dos al día a caminar, tal vez de ida y vuelta del trabajo, si es plausible, o cambiar el automóvil por la bicicleta, etc.; cada persona debe encontrar su ejercicio más sostenible con las condiciones de su vida.

2. El pan y el arroz, con fibra: Es muy posible que el cuerpo nos pida azúcares para sustituir a la nicotina. Nunca debemos ceder a los dulces o las bebidas azucaradas, pero sí podemos optar por comer más pan o arroz, incluso pasta. Eso sí: siempre integral o al menos con un alto porcentaje de fibra vegetal, que reducirá la entrada de glucosa en sangre y secuestrará gran parte del almidón, evitando su hidrólisis.

3. Acumulemos fruta en casa: Otra manera de satisfacer la necesidad del cerebro de azúcares es comer fruta, pero siempre entera, con su pulpa y no en zumos. La razón, como en el anterior apartado, es la fibra vegetal, que reducirá la entrada de azúcar en la sangre. Siempre que tengamos sensación de hambre o ansiedad podemos calmarla con una pieza de fruta.

4. Bebamos mucho líquido: El agua o las infusiones de hierbas nos vendrán bien para mantener una sensación de saciedad que evite que queramos ir directos a vaciar la nevera, pero también para hidratar las mucosas. A ello hay que sumar sus efectos diuréticos, que beneficiará al riñón.

5. Tomemos lácteos desnatados: La grasa no es mala, pero al principio conviene mejorar la relación entre proteínas y lípidos porque aprovecharemos mejor las calorías. Por otro lado, el recurrir a lácteos -sobre todo a yogures auténticos, sin tratamientos térmicos extra ni azúcares añadidos- al menos una vez al día puede hacernos mejorar nuestra flora intestinal.

6. Apostemos por la proteína de calidad en nuestras cenas y comidas: Los vegetarianos tienen en las legumbres una proteína vegetal de excelente calidad y alto poder saciante. Los carnívoros pueden optar por el pescado azul -sin pasarse-, el pavo, el pollo, el jamón, etc., intentando primar la proteína sobre la grasa.

7. Cero refrescos, cero pastelitos, cero patatitas fritas: Las razones son obvias, ya que se trata de azúcares, sal, grasas hidrogenadas, etc., que además de hacernos engordar podrán en peligro nuestra salud. Si sentimos deseo de dulce, busquemos la fruta.

8. Bajemos la proporción de café o té: El motivo es que estas bebidas son estimulantes de la creación de cortisol, la molécula del estrés, y por tanto nos pueden causar mayor ansiedad y necesidad de tabaco, que sustituiremos por comida para calmarla.

9. No al chocolate: El chocolate suma a su efecto estimulante, similar al café y por tanto generador de ansiedad, su poder calórico. Si lo comemos lo que conseguiremos un doble efecto negativo: no calmaremos la ansiedad y nos engordaremos todavía más.

10. Los chicles con nicotina sí, pero con mesura: Los chicles de nicotina pueden ser eficaces en personas que fuman mucho, ya que tendrán más ansiedad y sensación de hambre. Pero no deben ser una sustitución a la nicotina fumada, sino un tratamiento paliativo y progresivamente descendente, que nos calme la sensación de hambre psicológica y nos ayude a desengancharnos de la nicotina.