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Es jujeño y trabaja como mecánico en Nueva Zelanda

A puro optimismo y ganas de salir adelante, Gastón Marchesi vive una gran experiencia en el país de Oceanía.
Domingo, 14 de mayo de 2023 00:53

"Un hombre no debería tener miedo a la muerte, debería tener miedo a no empezar nunca a vivir" es la frase de Marco Aurelio que bien puede acompañar el pensamiento de un jujeño que eligió la aventura de viajar para desafiar los límites de lo establecido. Se trata de Gastón Marchesi, un joven que a sus 31 años de edad quiso ser protagonista de una historia que lo llevaría a vivir múltiples sensaciones. Al inicio de su travesía, optó por Estados Unidos como primer viaje para trabajar y probar suerte. Llegó junto a un amigo a California en San Francisco y, luego, el destino fue Eureka, ciudad ubicada más al norte.

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"Un hombre no debería tener miedo a la muerte, debería tener miedo a no empezar nunca a vivir" es la frase de Marco Aurelio que bien puede acompañar el pensamiento de un jujeño que eligió la aventura de viajar para desafiar los límites de lo establecido. Se trata de Gastón Marchesi, un joven que a sus 31 años de edad quiso ser protagonista de una historia que lo llevaría a vivir múltiples sensaciones. Al inicio de su travesía, optó por Estados Unidos como primer viaje para trabajar y probar suerte. Llegó junto a un amigo a California en San Francisco y, luego, el destino fue Eureka, ciudad ubicada más al norte.

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"Lo que más me impactó fue la gente que vive en la calle. Uno dice: 'Estados Unidos, un país de primer mundo' hasta que lo ves y una realidad con la que me choqué de frente, mucha gente en situación de calle involucrada con las drogas y literalmente eran zombies caminando", contó sobre la primera de las impresiones al caminar por las calles de Norteamérica.

El miedo en el joven se acentuó hasta que se dio cuenta de que ellos viven su propio mundo. A medida que fueron pasando los días, de Eureka se trasladaron a Oregon y, una vez allí, permanecieron dos semanas.

"Fue medio una odisea porque no había luz ni agua. Conseguí un trabajo con un mexicano en un taller y comencé a generar un poco de dinero ahí, mi amigo se puso a trabajar también y pasaron los días", comentó Marchesi quien también llegó a desempeñarse en una granja.

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Producto de una gran experiencia resultó llegar a conocer personas con las que hasta el día de hoy tiene contacto.

No obstante, su presente lo encuentra en Nueva Zelanda. Un país al que llevó sus sueños de superarse en una etapa especial de su vida que complementa con su pasión por la mecánica. Pero antes tuvo un acercamiento con el kiwi. "Comencé trabajando con todo lo que es mantenimiento de las plantas del kiwi hasta el picking que es su cosecha y como en este momento está terminando esa temporada, me aboqué a todo lo que es mecánica. Hago trabajos para la gente latina que vive acá", explicó. El vivir en otro país repercutió en sus conexiones humanas y en otro punto importante con respecto al idioma. Pero para Gastón, "el que no arriesga, no gana" y es entonces que se animó a aprenderlo más, mejorando su inglés básico a puro optimismo. "Te aseguro de que en uno o dos meses viviendo aquí, ya entendés cuando te hablan. Y si te quedás siete meses, terminás hablando en inglés y está buenísimo eso", contó este jujeño que agradeció a su abuela el haberle insistido para que estudie el idioma durante seis años.

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"Puedo hacer mecánica en cualquier parte del mundo, lo estoy haciendo porque sé que se puede", indicó, siempre afirmando que hay que animarse a dar el primer paso nada más. "La verdad que estoy viviendo mi vida a fondo y así es como siempre me gustó proyectarla. Así que lo re recomiendo". No obstante, el extrañar el país y la provincia que lo vio nacer y crecer; siempre está latente en su corazón. Y es que el hacer su vida en otro continente, no significa que se olvida de sus orígenes. "Algunos dicen que uno abandona el país, pero no. En ningún momento lo dejé de lado porque para dejarlo, tendría que dejar familia, amigos, lugares, cosas y yo no lo hice", expresó el joven cuyo objetivo a largo plazo es volver a casa.

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Así es que resulta casi obvia la comparación sobre las comunidades en las que le tocó habitar, por lo que las diferencias de los países son notables en cuanto a sus culturas e idiosincrasias. "La sociedad entre un país y el otro -hablando de Estados unidos y Nueva Zelanda- es muy diferente. Las personas en Nueva Zelanda son mucho más cálidas y hospitalarias, te hacen sentir parte de ellos, la cultura y la energía maorí es impresionante. La manera en la que emanan energías estas personas no lo sentí nunca en mi vida y no soy de las personas que está todo el día hablando de las energías.

Acá en este país comencé a entender a las personas que hablan del pensamiento positivo, de las buenas energías, del positivismo. Aquí entendí que todo eso es real porque lo llegué a sentir y es una experiencia única", dijo con la convicción de encontrarse en el lugar correcto. "Estoy viviendo con mi novia en la casa de una señora que es neozelandesa hace cinco meses. Ella cumple el papel de madre y tenemos charlas abiertas, tenemos mucha confianza", destacó Gastón, asegurando feliz que la inseguridad es casi nula en NZ. "Tengo una visa de trabajo que me permite trabajar hasta agosto y puedo solicitar una visa de turista tres meses más.

La idea es trabajar y volver para las fiestas a Argentina; estar con mi familia, mis amigos y el año que viene poder ir a Australia con una working holiday -visa de trabajo- y quedarme ahí", anticipó el joven que recorrió los escenarios impresionantes de películas como "Las Crónicas de Narnia", "El Señor de los Anillos" y "El Hobbit". "Me faltan palabras para explicar lo que es de impresionante", contó, aconsejando a todos a viajar por ser una aventura que siempre deja enseñanzas. Y es que motivado por su experiencia personal, reveló que nutrirse de otras culturas, religiones y personas es muy enriquecedor para el alma y el cuerpo. Así es que para "El gitano" -como lo llama la comunidad latina- sigue su utopía intacta de evolucionar y seguir creciendo. Claro que si es viajando, mejor.