Una semana de mayo, hace 213 años, el pueblo vivía momentos de aguda tensión y violencia contenida, pero en un clima de jubilosa esperanza: reunido frente al Cabildo de la ciudad de Buenos Aires en tumultuosos clamores, exigía saber de qué se trataba lo que se discutía intramuros, aunque todos imaginaban que se incubaba la llegada de un tiempo de gloria. Hoy, en esta nueva semana de Mayo, transitamos días de definiciones que determinarán el humor social, la calidad de vida y las reacciones del conjunto de la sociedad en tiempos relativamente cortos. Casi inminentes. He aquí algunos motivos.
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Una semana de mayo, hace 213 años, el pueblo vivía momentos de aguda tensión y violencia contenida, pero en un clima de jubilosa esperanza: reunido frente al Cabildo de la ciudad de Buenos Aires en tumultuosos clamores, exigía saber de qué se trataba lo que se discutía intramuros, aunque todos imaginaban que se incubaba la llegada de un tiempo de gloria. Hoy, en esta nueva semana de Mayo, transitamos días de definiciones que determinarán el humor social, la calidad de vida y las reacciones del conjunto de la sociedad en tiempos relativamente cortos. Casi inminentes. He aquí algunos motivos.
Cristina Elisabet Fernández de Kirchner realizó en un canal de TV adepto una extensa exposición de su visión del país y sobre todo de sí misma. Si alguien esperaba que la líder de la coalición gobernante le hablase al país, a la gente, debió haber quedado decepcionado: la señora repartió el tiempo en temas autorreferenciales, se autopercibió en libertad condicional y proscripta (no sólo ella sino todo el peronismo); y fustigó al gobierno de Macri, a la Justicia, a los medios y a la oposición. Sin embargo, dejó definiciones en las que el periodismo encontró posicionamientos y mandatos.
Arrasó con el operativo clamor que insiste en su candidatura a presidenta, apelando a la comprensión de textos: "No seré candidata a nada", "no seré mascota del poder" definió. La señora se bajó de un golpe de tres lugares: 1- El primero, de una candidatura que no fue, 2- El segundo, de la posibilidad de una derrota electoral que hoy aparece como segura, y que para ella, sería una muerte civil y una estocada final al ego de una dirigente política de su estatura; 3- El tercero, se bajó de una posible victoria, porque en caso de acceder a su tercera presidencia, tendría que conducir un país desvalijado, sin créditos disponibles, internacionalmente desprestigiado, con un estado elefantiásico, dispendioso e inmanejable, con una mochila de millones de planes sociales de su propia creación; y una sociedad agrietada como nunca antes.
En síntesis, un país muy difícil de gobernar, y sin poder culpar "al gobierno anterior". Pero lo más fuerte, fue una definición de CEFK que cayó como latigazo en la espalda del Frente de Todos: "Van a ser unas elecciones atípicas, de tercios", y agregó: "Lo que importa más que techo, es el piso. Hay que entrar al balotaje". La confesión de parte de la principal voz del oficialismo releva de tener que explicar los temores que transitan, entre los que asoman la desgreñada melena y los penetrantes ojos claros de Javier Milei.
CEFK dejó líneas tendidas: un guiño a Sergio Massa. "Agarró una papa caliente" dijo refiriéndose a la economía, pero obvió reconocer que la hizo puré, con una inflación que apunta a los dos dígitos, tasas de interés astronómicas, incumplimientos flagrantes de los compromisos con el FMI (única espalda donde apoyarse por ahora), mientras implora adelantos de desembolsos para ir tirando hasta agosto. Mientras sigue preparando medidas que lo llevan en delgado equilibrio por el borde de la hiperinflación, Massa confía en la trampa en la que se encuentra el FMI: si no ayuda, precipita a la Argentina al abismo; sin la ayuda, se lo podría acusar con razón que se estaría metiendo de cabeza como parte de proceso electoral en marcha, entre otras cosas. Igualmente, Massa sigue vociferando que debe ser el único presidenciable del FDT. Y si así no fuera, amenazó con que se retiraría del gobierno junto a su Frente Renovador. "Wado" de Pedro y Axel Kicilllof son las otras alternativas. Y más lejos del dedo de la señora, insisten Capitanich, Scioli, Rossi y Grabois, en ese orden. El jueves en Plaza de Mayo, CEFK volverá a hablar. Los "ultra-K" sueñan todavía con que revea su posición y encabece la fórmula.
Desde Juntos por el Cambio, los esfuerzos por mostrar su sólida unidad son tan exagerados que ya cayeron en una sobreactuación tan torpe que cada vez que lo repiten aumentan el descreimiento de la gente. Un avance lograron Larreta y Bullrich al acordar que llevarán un candidato único para gobernar la Caba.
Entre Jorge Macri, el gran primo, y Hernán Quirós, el médico querido que sumó reconocimientos durante la pandemia, tres encuestadoras entregarán el nombre del postulante. La idea es original y novedosa, pero peligrosa: si cunde, un día dejaría de votar la gente para entregar los cargos electivos en manos de "encuestadores confiables". Gerardo Morales y Lilita Carrió se oponen a trasladar ese ejemplo a las presidenciales. Ambos creen que la primaria avivará a la coalición y sumaría votos para enfrentar a quien, entre todos, convirtieron en el musculoso adversario que les genera un lógico y razonable temor: Milei, el Leviatán siglo XXI. Precisamente GM presidió en Córdoba un congreso programático radical donde analizaron el proyecto económico de la Fundación Alem.
Más de 1.300 dirigentes trabajaron bajo el lema de una "Argentina estable, productiva y segura". Y todos aplaudieron el abrazo del GM con Facundo Manes, el neurólogo que no obstante autopercibirse "outsider", se reconoce muy radical, porque sabe que fuera de la UCR le podría llegar la muerte súbita. El gobernador de Jujuy, tiene ordenada la UCR y la convirtió en imprescindible para los planes del PRO, y así, hoy es cuando menos, el invitado perfecto para una fórmula cruzada. Con gran esfuerzo y sagacidad, GM integra el trío que definirá la "liga mayor": Larreta, Bullrich y Morales tendrán en sus manos, más allá de la maraña de su internismo, resolver la táctica y la estrategia para la batalla final. Y definir a quién prefieren de adversario: el FdT o La Libertad Avanza. Los primeros parecen que ya no pueden, a los segundos parece que todavía no les alcanza. Aun así, un paso en falso puede ser letal.
Este lunes, se inicia en Jujuy el trabajo de la Convención Constituyente, que conducirá Gerardo Morales desde la abrumadora mayoría de Cambia Jujuy; mientras el Frente Justicialista Guillermo Jenefes espera poder colar entre consensos y acuerdos, sus propios proyectos. La izquierda, en franca minoría, sólo aspira a oponerse a todo y deja flotando una pregunta: ¿Se presentaron: para no dejar huella, para no existir? Mientras se aguarda definiciones sobre el probable retorno de Gustavo Bouhid desde su diputacía nacional al Ministerio de Salud, que manejó con aciertos y firmezas en el durísimo tiempo de la pandemia. La espera es tensa, y como es lógico, en todos los niveles del ministerio cunden la incertidumbre y las indefiniciones, especialmente en la cabeza de todos los hospitales de la provincia. Seguramente esta semana de Mayo, culminará esa espera.
Esta semana de mayo... 213 años después de la primera, en la que todos, todavía, queremos saber, de qué se trata...