Placer y goce son palabras cada vez más presentes en el lenguaje cotidiano. Su rol dentro del ámbito sexual, se sabe, es fundamental. Pero, ¿sabemos por qué?
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Placer y goce son palabras cada vez más presentes en el lenguaje cotidiano. Su rol dentro del ámbito sexual, se sabe, es fundamental. Pero, ¿sabemos por qué?
Relación sexual no es sinónimo de relación sexual placentera. En estas últimas, dijo a Clarín la médica sexóloga y educadora en sexualidad humana Romina Barraza, se liberan hormonas que benefician al sistema inmunológico.
Además, entendiéndolos como una actividad física, estos encuentros benefician al sistema cardiovascular. Por otra parte, otro de sus rasgos positivos esenciales es que mejoran los vínculos afectivos.
En ese marco, la especialista (en Instagram, @drabarrazasexualidades) enumeró cinco obstáculos que impiden el goce sexual.
1- Baja autoestima
Las personas con baja autoestima, al no sentirse bien consigo mismas o con su cuerpo, en general creen que el otro ve o siente lo mismo que ellas (y actúan en consecuencia), dijo la médica.
En ese contexto, varios son los problemas que pueden surgir: están quienes no se animan o sienten vergüenza al desnudarse, se generan inhibiciones de todo tipo y, en consecuencia, no se experimenta la libertad necesaria para poder gozar ni expresarse.
Todo esto, aclaró Barraza, “tiene que ver con una cuestión absolutamente personal y de la estima de la propia persona”.
2- Poco estímulo
Los estímulos inadecuados o insuficientes están directamente relacionados al autoconocimiento y el erotismo. “Cada persona tiene su propio mapa del placer, que incluso a veces uno mismo desconoce”, sostuvo la sexóloga.
Esto significa que si la propia persona no sabe qué le gusta o le genera placer, difícilmente la estimulación de otro resulte apropiado o suficiente. Como consecuencia, añadió, “no se va a llegar a una excitación como para poder disfrutar del encuentro”.
3- Los miedos
“El miedo puede ser consciente o inconsciente”, destacó Barraza. En general, agregó, estas cuestiones están estrechamente vinculadas a la falta de educación sexual.
Como consecuencia de los diferentes tipos de miedos las personas no logran relajarse del modo necesario, no alcanzan la conexión recomendada ni pueden disfrutar de ese encuentro sexual.
4- Ansiedad de rendimiento
“La ansiedad de rendimiento se da principalmente en las personas con pene”, anticipó la médica. Según ella, sucede cuando en vez de ir a un encuentro con el fin de disfrutar y sentir placer se experimenta algo parecido a “rendir un examen en el que hay que lucirse”.
Eso hace que aumenten hormonas que tienen que ver con la ansiedad y el miedo y se activa una parte del sistema nervioso que inhabilita toda la parte sexual, explicó. Como consecuencia, añadió, es muy frecuente que se generen dos mecanismos: la falta de erección y la eyaculación precoz.
5- Falta de comunicación
Este es otro de los obstáculos ligados a la falta de educación sexual. Es necesario decir qué queremos, qué sentimos y qué nos gusta. Al mismo tiempo, preguntarle al otro y que esto funcione como una suerte de guía.
“La comunicación efectiva, asertiva y periódica es súper importante para el disfrute. Es necesario que el otro escuche e interprete lo que quise decir y, además, ser cuidadoso y amable con lo que uno dice”.
Finalmente, sugirió hablarlo en promedio cada seis meses, ya que “no siempre nos gusta lo mismo”.
FUENTE: CLARÍN