Con tono emotivo y también con precisiones tanto históricas como técnicas sobre el navío de combate, en la tarde de ayer se recordaron los 41 años del hundimiento del ARA General Belgrano durante la Guerra de Malvinas.
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Con tono emotivo y también con precisiones tanto históricas como técnicas sobre el navío de combate, en la tarde de ayer se recordaron los 41 años del hundimiento del ARA General Belgrano durante la Guerra de Malvinas.
En el cenotafio de la avenida Santibáñez y Yaraví se dieron cita funcionarios provinciales y municipales, concejales, fuerzas militares y de seguridad, escuelas invitadas, los veteranos de Malvinas y familiares de los héroes de 1982.
Luego de las ofrendas florales que estuvieron a cargo de la asociación de amigos y de la comuna capitalina se escucharon los homenajes.
"Hoy queremos recordar a nuestro querido crucero a 41 años de su hundimiento, junto a los 323 tripulantes que yacen a cerca de 4.000 metros de profundidad en aquel casco abatido donde hubo 12 marinos jujeños", dijo el coordinador general de la Asociación Amigos y Extripulantes del crucero ARA General Belgrano, Héctor Simón Vilca. Destacó que el crucero era uno de los buques de mayor avanzada, frente al poderío británico que contaba con una dotación de 123 unidades, más el apoyo de Estados Unidos; en tanto que Argentina tenía sólo 33 unidades.
VETERANOS DE GUERRA | DURANTE LA CEREMONIA QUE SE REALIZÓ AYER EN LA AVENIDA SANTIBAÑEZ.
"Así llegamos al 2 de mayo de 1982 a las 16.01 cuando el crucero se sacudió violentamente con una poderosa explosión seguida del cese inmediato de energía e iluminación que paralizó a los 1.093 tripulantes. Y cuando el buque parecía que se elevaba en el aire, se produjo la segunda explosión proveniente de proa, cuyas consecuencias se vieron claramente desde el puente de comando. Se hizo el abandono utilizando las balsas con capacidad para 22 personas, hubo algunas cargadas con 32 y fueron éstas las que mejor lograron mantener en su interior una temperatura cercana a los 10 grados centígrados por la irradiación del calor humano, ya que afuera la sensación térmica era de 20 grados bajo cero", relató.
Con voz quebrada por la emoción, Vilca recordó después el operativo de búsqueda y rescate de los 700 náufragos. Y cómo una mancha de aceite en el mar de 300 metros de ancho por 18 metros de largo -"la sangre del crucero"- permitió al rastrillaje divisar las balsas.
Finalmente expresó su admiración y respeto por las madres, padres, hijos, esposas y amigos que perdieron a sus seres queridos.
Por su parte, el secretario de Gobierno de San Salvador de Jujuy, Gastón Millón, expresó: "No tenemos que olvidar que la mitad de los argentinos que quedaron en Malvinas perdieron la vida, en un solo día, en una tarde. Y no tenemos que olvidar ni dejar de homenajear como siempre digo a los veteranos de Malvinas".
Fue después que detallara parte de los 45 años de actividad del crucero, incluso durante la Segunda Guerra Mundial, antes de descansar en el fondo del mar argentino. "Era muy grande, muy largo, tenía mucho poder artillero pero no tenía una buena protección subacuática lo que lamentablemente generó el rápido hundimiento", explicó.
El cierre de la ceremonia fue con la entonación de la Marcha de la Armada.