Daniel Walter Guillen, es un trabajador municipal, padre de familia y vecino de San Pedro de Jujuy. Hoy atraviesa una situación crítica de salud, tras haber sido diagnosticado con Cirrosis hepática no alcohólica, agravada por encefalopatía progresiva, por lo que necesita con urgencia un trasplante de hígado. Está incluido en el listado del Incucai Jujuy, a la espera de un donante vivo que pueda donarle una parte del hígado o de un donante cadavérico.
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Daniel Walter Guillen, es un trabajador municipal, padre de familia y vecino de San Pedro de Jujuy. Hoy atraviesa una situación crítica de salud, tras haber sido diagnosticado con Cirrosis hepática no alcohólica, agravada por encefalopatía progresiva, por lo que necesita con urgencia un trasplante de hígado. Está incluido en el listado del Incucai Jujuy, a la espera de un donante vivo que pueda donarle una parte del hígado o de un donante cadavérico.
El mes que viene Daniel debe viajar a Buenos Aires, a la Fundación Favaloro, para efectuarse los controles pertinentes. En caso de que apareciera una persona que haya decidido donarle una parte del hígado, ambos deberán viajar, para realizarse todos los estudios y determinar si hay compatibilidad. Este trasplante provisorio, le daría la posibilidad no sólo de volver a trabajar sino de evitar el progreso de la encefalopatía.
En una entrevista con El Tribuno de Jujuy, por primera vez, Daniel abrió su corazón para hablar de los difíciles momentos por los que tuvo que atravesar y los que enfrenta en la actualidad.
“Mi enfermedad comenzó en 2018, fue tan de repente, sucedió rápido, me diagnosticaron Cirrosis hepática no alcohólica, producida por un hígado graso, agravada por encefalopatía. Jamás había sentido dolor, ocurrió de repente. Recuerdo que un jueves, fui a dormir temprano para ir a trabajar y al día siguiente no me pude despertar. Vinieron mis compañeros de oficina y ellos lograron despertarme. En ese momento comenzaron los primeros síntomas, no podía caminar, tenía temblor en las manos, que aún continúan de manera constante, no podía coordinar los movimientos, todo esto producto de la encefalopatía”.
Daniel relató que en principio fue tratado por un médico clínico que lo derivó a un neurólogo. Este profesional lo trató por el lapso de dos años y medio, sin tener hasta ese momento ningún diagnóstico. Apuntó que luego se encarecieron los costos, el neurólogo quería repetir los estudios pero todo era muy caro.
“Fui a otro neurólogo y me derivó a Córdoba, donde me aclararon la situación y me aconsejaron que vea a un gastroenterólogo, quien a su vez expresó que debía ver a la doctora Patricia Gallardo, medica hepatóloga de la Fundación Sayani. Luego de hacerme los estudios, la doctora Gallardo me diagnosticó Cirrosis hepática. A partir de allí, fui tratado fuera de la provincia, primero en un instituto de Buenos Aires y actualmente estoy siendo atendido en la Fundación Favaloro. Por el tema de la encefalopatía, me dijeron que es progresiva y conforme pase el tiempo, se va a notar más la perdida de equilibrio, el hablar enlentecido y que eso se podría solucionar con un donante vivo que pueda darme un pedacito de su hígado. Como es un órgano que se regenera, lo pueden implantar en la parte de mi órgano que está muy dañado. Con este trasplante se solucionaría la mayoría de los problemas que tengo actualmente”, refirió Daniel Guillen.
Finalmente, dijo que ya figura en el listado del Incucai Jujuy y que llevado por la angustia, para detener el avance de la encefalopatía, hizo un llamado a la solidaridad a sus conciudadanos y está a la espera de un milagro. “Por favor a la persona que pueda donarme ese pedacito de hígado que se comunique conmigo, el número de mi celular es 388 8462209. Les pido ayuda, sé que no me alcanzaría la vida para agradecer a la persona que sea mi donante. Tengo esperanza, creo en Dios y le pido que me ayude, que ilumine a las personas que habiendo leído esta nota puedan ayudarme”, dijo Daniel.