Bajo el lema "Compartamos en comunión esta Eucaristía en escucha, discernimiento y vocación", las parroquias Santa Teresita y San Juan Bautista Scalabrini, San Andrés y San Pedro de Río Negro se unieron para celebrar la festividad de Corpus Christi, que exalta la presencia real de Cristo en la Santa Eucaristía. A pesar de que por las bajas temperaturas registradas en las últimas jornadas fue necesario modificar el escenario de la Misa y el recorrido de la procesión que cada año convoca a todos los fieles, la ceremonia central se realizó en el templo matriz y contó con la participación especial de los niños de catequesis de 1º y 2º año de Comunión quienes, revestidos de angelitos, ofrecieron el detalle de ternura al encuentro de fe.
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Bajo el lema "Compartamos en comunión esta Eucaristía en escucha, discernimiento y vocación", las parroquias Santa Teresita y San Juan Bautista Scalabrini, San Andrés y San Pedro de Río Negro se unieron para celebrar la festividad de Corpus Christi, que exalta la presencia real de Cristo en la Santa Eucaristía. A pesar de que por las bajas temperaturas registradas en las últimas jornadas fue necesario modificar el escenario de la Misa y el recorrido de la procesión que cada año convoca a todos los fieles, la ceremonia central se realizó en el templo matriz y contó con la participación especial de los niños de catequesis de 1º y 2º año de Comunión quienes, revestidos de angelitos, ofrecieron el detalle de ternura al encuentro de fe.
Los grandes signos de la misa fueron la importancia de la familia como célula vital de toda sociedad, en su rol fundamental de alimentar con el pan de la fe a las presentes y futuras generaciones. Para esta instancia, una familia completa presentó un pan como signo de unidad, alimento y entrega, realizando similar acción un grupo de profesionales y trabajadores en representación de la comunidad.
Concluida la celebración Eucarística que fue concelebrada por sacerdotes de las tres parroquias, Jorge García Méndez, Marcelo Churquina y Daniel Baca, se dio inicio a la procesión alrededor de plaza General Belgrano, donde fueron dispuestos los altares para honrar a la Santa Eucaristía. En cada monumento, los sacerdotes, levantando en alto la custodia que resguarda la sagrada Eucaristía, impusieron la bendición a los fieles que acompañaron con cantos, oraciones y momentos de meditación guiados por la temática de este año jubilar.
"En este año jubilar, en el que celebramos la herencia de fe de nuestros antepasados, vuelve al presente aquel tiempo en el que la eucaristía, fue centro para el surgimiento de nuestra iglesia en este fecundo solar, desde aquel antiguo curato hasta la iglesia hermanada y creciente que hoy tenemos. Cristo eucaristía, vivo y presente ayer, hoy y siempre en nuestra historia", dijo el padre Daniel Baca quien en su homilía sostuvo que el gran signo de nuestra salvación es Jesús Eucaristía.
En su mensaje, el padre Jorge García Méndez hizo la invitación para poner nuestra confianza en Dios, manifestando que en esta fiesta del Cuerpo de Cristo, somos parte de un cuerpo, de un pueblo que camina, donde el Señor sigue siendo guía.