Los adultos mayores volvieron a dar cátedra de civismo. En todas las escuelas, se los vio llegar acompañados y entusiasmados en emitir su voto.
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Los adultos mayores volvieron a dar cátedra de civismo. En todas las escuelas, se los vio llegar acompañados y entusiasmados en emitir su voto.
En la escuela 111 "San Francisco de Álava", una de las más longevas que acudió a votar fue Mercedes Bengolea, de 85 años. "Me gusta votar. Yo soy peronista. Lo vi, mi papá me llevó en un acto en el sur, Buenos Aires. Ahora está mal todo, a los ancianos no nos toman en cuenta", expresó. Recordó que vivió en El Aguilar toda su vida con su esposo y sus hijos.
Mientras en la escuela 430 "Padre Schonfeld" de barrio Norte, el Cuarto Oscuro Accesible (COA) se puso en funcionamiento en reiteradas ocasiones, ante la dificultad de ascender por la pendiente que tiene el ingreso al establecimiento, por lo que las autoridades bajaron las correspondientes urnas a la planta baja de modo que los que no podían subir emitan su voto.
Fue el caso de Ramona Vergara, quien con 69 años y dificultad para moverse, se presentó. "Con dificultad, con bastón, vengo a votar, cumplo. Mi primera votación fue cuando tenía 18 años acá en Jujuy, porque soy de Andalgalá, Catamarca, jujeña adoptada", afirmó, y recordó que llegó con primos. Pero se casó, formó familia y lleva 50 años de matrimonio. En tanto, Paola Valdez, de 88 años, quien recordó que vota desde siempre. Recordó que era ama de casa y emprendía vendiendo bollos, y cuando iba a votar pudo conocer a José Humberto Martiarena y a Carlos Snopek.