Finalmente transcurrieron las Paso: y las se pueden interpretar dos cosas: ¿ganó Javier Milei o perdieron todos los demás?; o bien: ganó Javier Milei, y todos los demás deberán aprender a perder. De los 35 millones habilitados, concurrió a votar un 68% de los ciudadanos. Hay dos maneras de interpretarlo: llegar a casi 70% en las circunstancias conocidas, es un dato buenísimo; o bien, que haya faltado a la cita más de un 30% es un escándalo para la vida de la democracia. Pero Milei, es un tsunami que arrasó el país y recién se verán todos resultados finales, más allá de los de anoche, cuando se retire la marea y queden expuestos en la playa los restos de un tiempo para no olvidar.
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Finalmente transcurrieron las Paso: y las se pueden interpretar dos cosas: ¿ganó Javier Milei o perdieron todos los demás?; o bien: ganó Javier Milei, y todos los demás deberán aprender a perder. De los 35 millones habilitados, concurrió a votar un 68% de los ciudadanos. Hay dos maneras de interpretarlo: llegar a casi 70% en las circunstancias conocidas, es un dato buenísimo; o bien, que haya faltado a la cita más de un 30% es un escándalo para la vida de la democracia. Pero Milei, es un tsunami que arrasó el país y recién se verán todos resultados finales, más allá de los de anoche, cuando se retire la marea y queden expuestos en la playa los restos de un tiempo para no olvidar.
Lo de Milei alteró anoche la vida de la redacción de El Tribuno de Jujuy, sumamente experimentada en los trabajos de campañas y resultados electorales. Debe haber ocurrido en todas las redacciones del país. Se expresaba y se acentuaba con el paso de los minutos que entre dos razones, crecía la figura de Milei: en primer lugar se subió a la ola de frustración general y en segundo, la abstención también lo empujó hacia arriba. Primero a Milei no lo advirtieron como amenaza seria, después lo subestimaron, como despreciaron a las encuestas que sí acertaban afirmando que entre los jóvenes, el libertario asomaba arrasando. Finalmente ayer, lo padecieron como una realidad inapelable. Sin fiscales, sin candidatos, sin estructura, sin historia, pero con la gente, desbordó todo y se instaló a lo largo y a lo ancho del país. Ganó en Córdoba, Mendoza y Santa Fe, e hizo una elección brillante en Jujuy con Ezequiel Atauche, Manuel Quintar y José Nallar. Detrás de Milei hoy hay muchísimos "nuevos ricos" en la política. Ojalá lo tomen con humildad y trabajo.
Juntos por el Cambio, también tuvo su sorpresa: una elección más floja de lo esperado. Las dos más poderosas estructuras que surgían de la sumatoria del Jefe de la Caba, Horacio Rodríguez Larreta y la enorme territorialidad de la UCR y la férrea conducción de su jefe el gobernador jujeño Gerardo Rubén Morales, debieron ceder frente a la presencia y hasta la testarudez política de la diminuta exministra de seguridad, Patricia Bullrich. Fue importante la diferencia, fue más que suficiente. El mensaje de "la fuerza del cambio" prendió más que la propuesta de moderada y sobria gradualidad que condujo el líder porteño. Cuando la marea baje y se aleje la espuma del domingo, seguramente Mauricio Macri respirará aliviado, porque entre los saldos de la elección, quedará a salvo su liderazgo dentro del PRO. La tarea muy difícil es mantener ahora si la unidad férrea, evitar que los votos de los descontentos internos se disparen a cualquier lado.
El golpe más duro lo soportó anoche el oficialismo. Unión por la Patria tenía dos objetivos: primero aspiraba a ganar las Paso y segundo, soñaba que su principal candidato, Sergio Massa, fuese por lejos el candidato más votado individualmente en las primarias. Todo eso se complicó y surge a primera vista que sería el peronismo de base, en todo el país, pero más ruidosamente en el bastión justicialista del conurbano bonaerense, el que con su voto le pasó facturas a las decisiones de la líder del espacio Cristina Elisabet Fernández de Kirchner, a la ambición ilimitada del ministro Massa y a la ausencia del presidente de la Nación Alberto Fernández.
Jujuy se alienó con las mayores sorpresas. Sin resistir la ola nacional, Cambia Jujuy se jugó tras la precandidatura del GM a la vicepresidencia de la Nación pero sólo le ganaron a Patricia Bullrich. Le mordió enormes porciones de su caudal de votos el sorprendente Milei, y sus candidatos locales, una nueva sociedad de gran futuro; el peronismo repartido entre las candidaturas de las diputadas nacionales Carolina Moisés y Leila Chaher, "bendecidas" por la intervención partidaria, y la lista libre del diputado provincial Rubén Rivarola que tampoco pudieron evitar que con guarismos olvidables, los arrastre la ola. Menos lució la Izquierda local que venía ilusionada con recolectar por lo menos las mismas voluntades que gestionó y apuntaló explícitamente durante los conflictos sociales ocurridos en Jujuy, y con la presencia de la totalidad de sus principales líderes nacionales. Como sea, los hombres y mujeres de CJ, se alzan con segundo puesto, trabajoso, complicado, que tras la derrota, encendió luces rojas en los tableros del gobierno central y de los municipios de toda la Provincia.
Se abre el período de ansiedades, especulaciones y posibles nuevas sociedades. Un Milei de una envergadura inusitada, una performance del oficialismo que roza el papelón; y el gran interrogante: cómo se reacomodarán los cambiemitas, si superan los rencores y logran el milagro de una unidad genuina. ¿Cómo serán los acuerdos postpaso? ¿Milei se acercará de Patricia?, ¿El peronismo recuperará el espacio perdido y cooptado por el cristicamporismo/massismo, o formará una nueva alianza más moderna y abarcativa que le asegure alguna clase de futuro?.
Y toda la clase dirigente, de todos los colores y sabores, ¿hará por fin una autocrítica? ¿Buscará su reconfiguración y la expiación sincera de tantos errores cometidos? ¿Recordarán que un día los argentinos les gritaban "que se vayan todos", pero que resistieron agazapados en sus lugares y no se fue ninguno? Hoy, otra vez, los están empujando a todos, con muchísima más fuerza que antes. Dos últimas preguntas odiosas y necesarias: "¿Qué actitud adoptará el ministro/candidato Sergio Massa?; ¿Cuál la señora Cristina Elisabet Fernández de Kirchner?, y finalmente...¿Qué pasará con el dólar nuestro (de ellos), de cada día?.