Hacía un par de años que no nos encontrábamos, y el pretexto fue publicitar este libro que editó el año pasado Marcia Cabezas. Es una obra de poemas titulada "Por los senderos del tiempo y la vida".
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Hacía un par de años que no nos encontrábamos, y el pretexto fue publicitar este libro que editó el año pasado Marcia Cabezas. Es una obra de poemas titulada "Por los senderos del tiempo y la vida".
En los '90, fue Madrina del Bailecito, en el Festival Nacional del Bailecito, organizado por la Escuela "Cristina del Valle".
Pero más allá del ese anuncio, lo cierto es que la entrevista va por otro lado, por su incesante aporte a la cultura. Marcia, conocida desde hace décadas por su recorrido de escenarios carnavaleros y de los otros en toda la provincia, con su marido Alfredo. Sí, eran el tan nombrado dúo Marcia y Alfredo, hasta que él falleció en 1991.
Ella siguió cantando, con el duelo de la ausencia y el amor por lo que habían construido. Hoy Marcia con 92 años, más entera que nunca, cuenta que ya no canta en público, y que un poco empujada por el encierro de la pandemia, se volcó a escribir en los últimos años.
"Por los senderos del tiempo", es un libro que terminó el año pasado y recién ahora lo está dando a conocer. "Es más de poemas", dice en conversación con nuestro diario. "Son todos poemas nuevos, sobre experiencias de vida, recuerdos, emociones, cosas que una ha vivido a través del tiempo" cuenta, "además he puesto mucho de historia", asegura.
Desde el 2015 hasta ahora, les regaló a sus seguidores tres discos y dos libros. En 2015 salió su disco de tangos "Dos en dos por cuatro", otro fue "Momentos de creación", y el primer libro "Más allá de mis pasos" donde empezó a registrar sus vivencias, su camino. En 2018, otro disco "Desde siempre", y en 2020 "Lindando caminos".
Siempre en sus emprendimientos cuenta con el acompañamiento y la música del maestro Jorge Giles.
Ya no está cantando en público, sólo por una cuestión de cuidados y de que se queda más en casa, porque su voz sigue intacta y se la aprecia en reuniones de familiares y amigos, e incluso en una colaboración en la grabación de una zamba con el Dúo Tacta, "La Riochiqueña", que se hizo el año pasado junto a 40 artistas.
Sobre cómo la pandemia y el "quedarse en casa" obligado, la fue llevando a la volcarse a la escritura, dice "no se podía compartir, y me dediqué a escribir".
El bailecito, el ritmo más lindo
En medio de la charla y una vez que terminamos de hablar de su libro de poemas, saca un bibliorato, que tiene una cara joya para la música jujeña y para todos los amantes de nuestra cultura. Se trata de una recopilación de bailecitos, que está perfectamente ordenada, escrita a mano con prólogos, textos, letras, y fotos.
Una investigación sobre este ritmo que le llevó varios años.
Este libro que está listo para editar contiene una primera parte de bailecitos de autoría propia, cuatro que compusieron juntos con Alfredo Cabezas, en letra y música; otros seis de autoría de Marcia sola; y otros "veintisiete poemas también de ella, que están armados para hacer bailecitos, a los que le faltan las melodías", afirma.
La segunda parte, contiene bailecitos de otros autores como "El Aguilareño" del Kolla Mercado, de quien fue amiga. Son de la misma generación junto a Alfredo. En este apartado, Marcia logró reunir bailecitos de una treintena de autores como Carlos Pasuki Moreno, Toribio Quirós, Babi Reyna, César Lizárraga, Epicho Saravia, Joaquín Burgos, Nicolás Lamadrid, Rafael Rossi, Andrés Chazarreta, por mencionar sólo algunos.
Ya en una tercera parte, la obra de Marcia reúne bailecitos de autores anónimos, de derechos reservados. "De algunos, recuerdo la melodía y otros no tanto", confiesa, quien ama los bailecitos, y cuenta que hizo esta recopilación valiéndose incluso de algunas entrevistas a autores que encontró, con un pequeño grabador. Dice que eligió el bailecito, porque era el ritmo que más poblaba los repertorios que solían armar con su marido.
Las fotos que eligió para ilustrar este libro, son de su casa de Uquía, de objetos, de momentos, fotos de su historia familiar.
Una de ellas, la que inicia este libro es de Marcia y Alfredo junto al Kolla Mercado. Imagen de un riqueza musical, histórica y afectiva.
"A los que pude encontrar, los entrevisté, con mi pequeño grabadorcito, que es un aparato muy útil también en mis creaciones. Me ayudo con el grabador porque mientras escribo, la mente me dicta la melodía, entonces yo tarareo y grabo ese tarareo, y el profesor Jorge Giles es quien luego le escribe las partituras.