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1 de Mayo,  Jujuy, Argentina
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La devaluación genera pago desfasado en obras públicas

En el país la situación es compleja por el desajuste en el pago de contratos que, en algunos casos, es de hasta 90 días.
Sabado, 26 de agosto de 2023 00:57

Debido a la situación económica de devaluación e inflación, el impacto en el sector de la construcción no fue menor. Según la Confederación de Pymes Constructoras de la República Argentina, las empresas están atravesando una muy compleja situación porque los pagos de la obra pública son a 30, 60 y 90 días y existe un desfasaje que no permite cubrir costos. Desde la Unión Obrera de la Construcción (Uocra) afirman que la mano de obra disminuyó, en obra pública se sostiene y bajó en el sector minero.

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Debido a la situación económica de devaluación e inflación, el impacto en el sector de la construcción no fue menor. Según la Confederación de Pymes Constructoras de la República Argentina, las empresas están atravesando una muy compleja situación porque los pagos de la obra pública son a 30, 60 y 90 días y existe un desfasaje que no permite cubrir costos. Desde la Unión Obrera de la Construcción (Uocra) afirman que la mano de obra disminuyó, en obra pública se sostiene y bajó en el sector minero.

"La situación es muy delicada, el impacto ha sido muy violento pero el problema está dado más que por las subas por el retraso en los pagos de obra pública, tanto nacional como provincial, en especial la primera. Por ley se paga a 60 días, entonces el primer problema es que los índices que releva el Indec por los cuales se actualiza la obra pública están totalmente desfasados y distorsionados. Eso hace que la redeterminación de precios no refleje los costos", explicó Gerardo Fernández, presidente de la Confederación de Pymes Constructoras de la República Argentina.

Planteó que si a esa determinación se le suma que los pagos se dan a 60 o 90 días, se hace inviable la obra pública. "Esto correlativamente significa mucha gente en la calle, perdiendo puestos de trabajo", señaló. "En este momento se están paralizando o bajando los ritmos prácticamente de toda la obra pública del país por los retrasos y el rompimiento de la ecuación económica de los contratos", agregó asegurando que esto conlleva un impacto social. En materia de viviendas, a nivel nacional, explicó que las obras están entrando en ralentización.

Precisó que por la devaluación se está cobrando "un 30 a 40 % por debajo de lo que cuesta la reposición de los materiales", dijo y aseguró que se está pagando con sistemas de redeterminación con fecha de cuatro a cinco meses antes, siendo que sólo en agosto hubo tal devaluación que en un día los insumos aumentaron 25%.

Sostuvo con preocupación que "el sector está desesperado" porque no se está cobrando y lo que se cobra no alcanza porque las tasas en los bancos son elevadas y en muchos casos significa que en pocos meses podrían perder la empresa.

Consideró que esta situación afecta más a las provincias ya que dependen más de la obra pública y señaló que Jujuy está en una suerte de "miniparaíso" porque además, al igual que otras del sector oeste, incursionan en la minería que tienen fondos propios.

La situación en Jujuy

En relación a la provincia, el presidente de la filial Jujuy de la Cámara Argentina de la Construcción, Pedro Campos, coincidió en que el impacto es fuerte. Recordó que ya venían con un panorama complejo con faltante de material, suba del dólar y falta de previsibilidad con respecto al tipo de cambio que afectaba a materiales importados. Dijo que con la devaluación se agravó porque algunos no tienen precio o fecha de entrega, afectando a la obra pública y privada.

"La obra pública quedó muy desfasada y no hay un método de actualización de precios que refleje la verdadera distorsión que estamos sufriendo y a la larga esto genera que sea muy difícil continuar con las obras", precisó. Aseguró que no hay retraso en los pagos en general, y ratificó que el problema es la falta de reconocimiento de los valores con la inflación.

También coincidió en que hay un impacto en el empleo porque entiende que las empresas optan por seguir la obra, disminuyen el ritmo o avanzan de acuerdo a lo que el presupuesto les da, repercutiendo en la cantidad de empleados y en atrasos también en sus pagos. "Es una situación muy compleja y difícil, hay que encontrarle alguna vuelta para poder resolverlo", afirmó.

Por su parte, el presidente de la Cámara de la Construcción de Jujuy, Pablo Forbice, sostuvo que pese a que se mantiene la actividad, la incertidumbre económica y volatilidad de los precios llevaron a una distorsión que no se ajusta a los contratos, generando que muchas empresas constructoras estén en una situación de endeudamiento. Declaró que el Gobierno provincial demostró su compromiso al cumplir con los pagos a tiempo, pese a que las condiciones macroeconómicas crearon "un desequilibrio alarmante".

Por la situación financiera dijo que algunas empresas tomaron medidas drásticas teniendo que vender activos, maquinaria y muebles; y es que muchas aún tienen que hacer frente a sus deudas con el sistema financiero, Afip, proveedores y personal.

Para la Uocra, el empleo se mantiene aún

Desde la Unión de Obreros de la Construcción de la República Argentina (Uocra) seccional Jujuy, se planteó que el empleo se está manteniendo con la obra pública y se compensa con la de las escuelas. En el sector privado, va disminuyendo el empleo a medida que culminan las obras de empresas mineras. “En el trabajador obviamente la devaluación afecta.

Las obras que se están haciendo en Jujuy con fondos provinciales se están pagando al día a las empresas, nosotros por ahora seguimos sosteniendo la mano de obra. El desfasaje económico obviamente que a nosotros nos afectan sobremanera”, explicó Ramón Neira, secretario general de Uocra Jujuy. Aseguró que las obras permanecen y se mantiene el cupo de gente, y que debido a que están empezando la construcción de escuelas, eso permite suplir la demanda de personal que se va desocupando al finalizar otras obras. “Lo que todavía nos está sosteniendo con vida son las mineras.

Pero como toda obra tienen un principio y un final, y van en caída”, afirmó asumiendo que estos trabajos van disminuyendo a medida que culminan. En torno a la obra privada dijo que hay dos o tres empresas que absorben, una alrededor de 60 obreros y otra cerca de 150. Neira recordó que en el caso de los trabajadores el impacto es en sus bolsillos. “Obviamente que la plata en el bolsillo del trabajador no satisface a nadie por lo que está pasando”, dijo. “Tenemos varios problemas porque las empresas a veces se demoran en los pagos, la plata no les alcanza. Si bien hasta ahora prácticamente todas pagaron el aguinaldo, estamos en la lucha”, expresó finalmente.