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Los alimentos poderosos que ayudan a prevenir la anemia

La afección puede ser temporal o prolongada y puede variar de leve a grave.

Martes, 29 de agosto de 2023 09:22

La anemia es una afección en la que el número de glóbulos rojos o la concentración de hemoglobina es baja, dentro del rango normal. Esta es importante para el transporte del oxígeno, pues al tener pocos glóbulos rojos o no hay suficiente hemoglobina, se reduce la capacidad de la sangre para movilizar oxígeno a los tejidos del organismo.

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La anemia es una afección en la que el número de glóbulos rojos o la concentración de hemoglobina es baja, dentro del rango normal. Esta es importante para el transporte del oxígeno, pues al tener pocos glóbulos rojos o no hay suficiente hemoglobina, se reduce la capacidad de la sangre para movilizar oxígeno a los tejidos del organismo.

Esta enfermedad puede padecerla cualquier persona, en cualquier momento. Es importante prestar atención a los síntomas porque pueden ser una señal de alerta de otras afecciones de salud graves como sangrado en el estómago, cáncer, enfermedad renal, etc.

“Algunas personas corren mayor riesgo de padecer anemia, incluidas las mujeres durante sus períodos menstruales y el embarazo. Las personas que no obtienen suficiente hierro o ciertas vitaminas y las personas que toman ciertos medicamentos o tratamientos también corren un mayor riesgo”, explican los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

No obstante, los síntomas que suelen presentarse son los siguientes, pero ellos varían según la causa de la anemia. Asimismo, depende de la gravedad de la enfermedad. Algunos de estos incluyen:

Fatiga.

Debilidad.

Piel pálida o amarillenta.

Latidos del corazón irregulares.

Dificultad para respirar.

Mareos o aturdimiento.

Dolor en el pecho.

Manos y pies fríos.

Dolores de cabeza.

Cabe mencionar que la anemia puede ser temporal o prolongada y puede variar de leve a grave. En la mayoría de los casos, esta afección tiene más de una causa. Por tal razón, el portal Mayo Clinic, recomienda la consulta al médico si sospecha que tiene la enfermedad, ya que puede ser señal de advertencia de un efecto grave en la salud.

Ahora, para evitar dicho problema, los expertos aconsejan consumir hierro, el cual es un mineral que fabrica la hemoglobina y una proteína de los glóbulos rojos que transporta en el oxígeno de los pulmones a distintas partes del cuerpo. Además, el organismo necesita hierro para las hormonas y el tejido conectivo.

Es necesario que tenga en cuenta que el hierro de los alimentos de origen animal se absorben mejor que lo de origen vegetal. También, las comidas que contengan vitamina C ayudan a que el cuerpo reciba más fácil el hierro.

Es así, como la Clínica Universidad de Navarra presenta algunos alimentos que contienen alto contenido de hierro, dejando a un lado la sangre, que es la que más tiene. Según esta institución expone los miligramos que tiene de este mineral por cada 100 gramos de porción, y estos son:

Almejas, berberechos y chirlas: 24 miligramos en contenido hierro.

Habas secas: 9 miligramos.

Hígado: 8 miligramos.

Pistachos: 7 miligramos.

Lentejas: 7 miligramos.

Carne de caballo: 7 miligramos.

Garbanzos y judías: 7 miligramos.

Ostras: 7 miligramos.

Morcilla: 6 miligramos.

Mejillones: 5 miligramos.

Almendras y avellanas: 4 miligramos.

Espinacas: 4 miligramos.

Lomo embuchado: 4 miligramos.

Sardinas: 3 miligramos.

Higos y ciruelas secas: 3 miligramos.

Sesos: 3 miligramos.

Pan integral: 3 miligramos.

Carne de vacuno: 3 miligramos.

Puré de papas: 3 miligramos

Tipos de anemia

Anemia por deficiencia de vitaminas: además del hierro, para la producción de glóbulos rojos es necesario el folato y la vitamina B12. “Una dieta que carezca de estos y otros nutrientes clave puede causar una disminución en la producción de glóbulos rojos”, detalla la entidad.

Anemia de inflamación: algunas enfermedades como el cáncer, el VIH, la artritis reumatoide, la enfermedad renal, la enfermedad de Crohn y otras enfermedades inflamatorias agudas crónicas pueden influir negativamente en la producción de glóbulos rojos.

Anemia aplásica: algunos medicamentos, infecciones, enfermedades autoinmunes y exposición a sustancias tóxicas pueden provocar que el cuerpo no produzca suficientes glóbulos rojos.

Anemia relacionada con la enfermedad de médula ósea: algunas enfermedades como la leucemia y la mielofibrosis pueden provocar anemia.

Anemias hemolíticas: ocurre cuando los glóbulos rojos se destruyen a una velocidad más acelerada de la que la médula ósea puede reemplazarlos.

Anemia de células falciformes: la causa es una forma defectuosa de hemoglobina, la cual obliga a los glóbulos rojos a adoptar una forma anormal.

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