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Hiperactividad en canes: Lo esencial es dedicarles tiempo

Sólo basta amor, paciencia y constancia para que demuestren su gran inteligencia a través de una conducta óptima.
Jueves, 14 de septiembre de 2023 01:01

Los canes son seres que por naturaleza se guían por el instinto. Y es por ello que al vivir en un hogar junto a una familia pueden presentarse diferentes complicaciones en torno a su conducta.

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Los canes son seres que por naturaleza se guían por el instinto. Y es por ello que al vivir en un hogar junto a una familia pueden presentarse diferentes complicaciones en torno a su conducta.

Y en términos de actividad hay múltiples soluciones para las situaciones que se puedan presentar. "Un perro con problemas conductuales o hiperactivo se puede educar, se puede resolver. Lo esencial en toda casa que tiene un perro con problemas, es que hay que dedicarles tiempo", afirmó Daniel Vilte, adiestrador canino, asegurando que la gran cantidad de inconvenientes conductuales se da por la falta de atención de parte de los tutores, porque es algo a lo que la gente -en su mayoría- no está acostumbrada. "Si un perro se porta mal y defeca o rompe cosas, es porque el perro de alguna manera se autoconsuela, generalmente es porque se siente solo y cuando una persona se aleja, sufre mucho más", explicó. Por citar ejemplos, cuando se observa que un perro salta todo el tiempo, se golpea la cabeza a cada rato, cuando tiembla y está inquieto está pasando algo más que la hiperactividad. Una de las soluciones con carácter de fundamental es dedicar el tiempo necesario para llevar al animalito a dar un paseo. Es decir brindarle un momento que lo saque de su rutina.

"Algunas personas dicen que no lo pueden sacar porque con la correa se genera la tironeada. Para eso, yo siempre ejemplifico: Si vos no conoces una moto y nunca has usado casco, ¿qué harías?, te lo sacarías porque no entendés, ni asociás para qué sirve. O por ejemplo, si querés ir a un concierto y un amigo tiene las entradas y te las muestra pero se las lleva, cuando le mostrás la correa a un perro, ese es el mensaje que le estás dando, como de amague. En estos casos, se puede entender que estás jugando y no se decodifica bien el mensaje en el can", comentó.

La clave de ser constante

Otra recomendación es que hay que ser persistente. "El perro aprende por rutina, él entiende; nosotros como humanos desde nuestra inconsciencia le damos una primera orden que es su nombre", dijo Vilte. Es decir que con veinticinco, setenta u noventa veces que lo llamen por el nombre, hace que el animal lo reconozca. Entonces puede ser que al principio cuando es cachorro al escucharlo, se acerque al tutor o al humano por inercia pero con el tiempo, relacionará que lleva un nombre propio. Y que cualquier persona que lo llame así, deberá captar su atención. "Es el contacto entre especies. En el campo, por ejemplo, se enseña al animal con silbidos y este entiende las órdenes a través del sonido particular. No hace falta que sepamos de adiestramiento porque es algo que desde el inconsciente se entabla como vínculo con ellos", aseguró.

El concepto es que si cualquier persona con dedicación, le dice todos los días el nombre o una enseñanza, más la rutina y la constancia, se puede evitar y/o resolver cualquier tipo de problemas conductuales.

Paciencia y entendimiento

En otro caso, cuando el problema es el afuera, se lo debe abordar de manera gradual. Y en ese caso hay que desensibilizar.

"Si un perro que nace y está tres años dentro de la casa, sin salir a la vereda, ni mucho menos pasear; de día para el otro, sale y se vuelve inquieto o no quiere salir, hay que manejarlo con paciencia. Hay que distraerlo, hacerlo jugar, correr y saltar. Ellos tienen memoria a corto plazo, pero lo excelente es que son rutinarios y hay que aprender a leerlos corporalmente", destacó el experto.

Es decir que un perro bien cuidado tiene que estar equilibrado emocional y físicamente. "Creo que todos los que adiestramos queremos que la familia del can se involucre y se sorprenda por la conducta ejemplar que pueda llegar a tener", indicó. De manera que debe existir el vínculo emocional pero también el educativo, desde la paciencia y el entendimiento.

Gran registro canino

Los perros tienen un registro minucioso de cada actividad que sus tutores o familiares efectúan.

"Te puedo asegurar que el perro de una familia sabe todos los movimientos. Sabe qué es lo que se va a cocinar por los olores, que alguien va a salir cuando se cambia de zapatillas; o cuando prepara el bolso o la mochila. Ellos actúan por instinto", reveló Vilte, ejemplificando que si antes de salir se nota al animal nervioso y/o saltando de forma desesperada, va a asociar que tiene que estar nervioso en una salida; y si de ese modo salen ambos, entonces el perro fue quien adiestró al humano. "¿Cómo se rompe ese concepto? Con amor y enseñanza. Primero, tomar la correa y observar el comportamiento del perro. Esperar a que se tranquilice y no transmitirle ningún tipo de ansiedad. Intentar colocar la correa en otra parte de la casa para que no lo asocie repentinamente con la salida y dejar que se calme. Si voy haciendo esto todos los días, con los mismos movimientos, empiezo a resolver el problema", aclaró.

Y es que con el permanente y debido ejercicio, se llevan adelante grandes resultados, ya que no existe medicación para un problema conductual.

"En cuanto a los viajes, no se los puede sedar porque les hace mal. A los animalitos hay que enseñarles a viajar -pero eso es como lo mencioné- es dedicándoles tiempo y atención; la misma que al momento de adoptar un animal doméstico, debemos tener", comentó a modo de referencia el entrenador especializado.