Las especias y condimentos, más allá de aportar sabor y aroma a las comidas, también brindan una serie de beneficios y propiedades que ayudan al fortalecimiento y el desarrollo del buen funcionamiento del organismo. De hecho, de acuerdo con un análisis realizado por la Universidad de California, en San Diego, Estados Unidos, al incluir condimentos en las preparaciones gastronómicas se puede reducir el consumo de sodio –sal o azúcar– hasta en un 50%.
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Las especias y condimentos, más allá de aportar sabor y aroma a las comidas, también brindan una serie de beneficios y propiedades que ayudan al fortalecimiento y el desarrollo del buen funcionamiento del organismo. De hecho, de acuerdo con un análisis realizado por la Universidad de California, en San Diego, Estados Unidos, al incluir condimentos en las preparaciones gastronómicas se puede reducir el consumo de sodio –sal o azúcar– hasta en un 50%.
Una de las especias más saludables para el organismo y que muchos, en ocasiones, desconocen es la cúrcuma, una planta herbácea, derivada de la Curcuma longa. Posee un distintivo color amarillo y brillante, además de un sabor ligeramente amargo y picante.
La cúrcuma se caracteriza por ser rica en antioxidantes y antiinflamatorios que tienen un efecto sobre el sistema nervioso, pero más exactamente sobre el cerebro, reduciendo las probabilidades de Alzhéimer y Párkinson, señala Tua Saúde.
A su vez, la Universidad de California (UCLA) asegura a través de un estudio que el consumo de cúrcuma puede mejorar la memoria, y por supuesto, el estado de ánimo, actuando sobre el rendimiento cognitivo de quienes presentan deterioro. Lo anterior fue el resultado de un estudio donde 40 participantes entre los 50 y 90 años de edad consumieron suplementos de curcumina y placebos, siendo la primera altamente significativa.
La investigación fue publicada en el American Journal of Geriatric Psychiatry, y contó con la participación de pacientes que tenían un diagnóstico de Alzheimer y quienes no padecían de ningún otro tipo de demencia, todo para determinar “los efectos de un suplemento de curcumina de fácil absorción sobre el rendimiento de la memoria”.
Por su parte, Mayo Clinic define el alzhéimer como “un trastorno neurológico progresivo que hace que el cerebro se encoja y que las neuronas cerebrales mueran”. La Organización Mundial de la Salud (OMS) también precisó que la enfermedad de alzhéimer, que es la forma más común de demencia, acapara entre un 60 % y un 70 % de los casos”.
Aunque puede parecer irreal el olvido de cierta información de fechas, cuando una persona tiene principios de alzhéimer se vuelve repetitivo, por lo que es importante el acompañamiento de un profesional. Por ejemplo, los efectos de esta enfermedad se evidencian cuando la persona tiene dificultad para concentrarse y realizar múltiples tareas, así como complicaciones en el proceso de realizar una actividad.
Son tales las consecuencias del alzhéimer que una persona experimenta depresión, aislamiento, irritabilidad, descoordinación, insomnio o alteraciones en el sueño. Incluso, los expertos aseguran que no existe hasta el momento una cura para la enfermedad, a pesar de que los médicos prescriben medicamentos que contrarrestan los síntomas de esta afección.
Formas de usar la cúrcuma
- Se puede consumir en tabletas o cápsulas (suplementos). La idea es leer el tarro donde vienen para determinar la cantidad apropiada para cada paciente.
- Es frecuente usarla en diversas preparaciones como carnes, sopas o incluso para darle color a algunos alimentos como el arroz.
- Colocar la ralladura, el polvo o pequeñas tiras de la raíz de la cúrcuma directamente en la piel.
- Aceite esencial de cúrcuma: se aplica de forma tópica sobre la piel del rostro.
- Loción casera: colocando unas gotas del aceite esencial en la crema hidratante que se emplea en medio de la rutina de skincare.
- Mascarillas de cúrcuma: se elaboran con la especia en polvo, añadiéndole diversos ingredientes como aceite de coco, menta o miel.
- Té de cúrcuma: para prepararlo se deben agregar 2 cucharaditas de cúrcuma molida en 3 o 4 tazas de agua hervida y se deja reposar, para luego ser ingerida o aplicada como tónico.