El Colegio del Salvador deslumbró en la Ciudad Cultural con su carroza con iluminación audio rítmica, con sensores de sonido que detectan los golpes de la batería y, de acuerdo al ritmo, las luces se encienden.
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El Colegio del Salvador deslumbró en la Ciudad Cultural con su carroza con iluminación audio rítmica, con sensores de sonido que detectan los golpes de la batería y, de acuerdo al ritmo, las luces se encienden.
Para conocer el detrás de escena de la carroza, El Tribuno de Jujuy conversó con Juan Pablo Mealla que, junto a su hermano Mateo, tuvo la idea de llevar adelante el proyecto que maravilló a todos durante el desfile en el marco de la Fiesta Nacional de los Estudiantes.
"Tenemos que hacer algo distinto, porque sino siempre hacemos lo mismo que todos, todos los años", comenzó su explicación Juan Pablo Mealla. Él y su hermano Mateo poseen conocimientos en programación y robótica y quisieron aportar sus saberes en la carroza del colegio. Ambos, estudiantes del quinto año del Salvador, entusiasmaron a sus compañeros "Los Chispitas", como se autodenomina el grupo de carroceros.
"Al principio queríamos innovar y éramos cuatro los que estábamos en electricidad, ya que durante años hubo un grupo que siempre llevaba esa parte, imaginate que nuestro colegio no es técnico, ni nada por el estilo", relató Juan Pablo Mealla acerca del inconveniente que se les presentaba al comienzo.
Sin embargo, el entusiasmo, la energía y el tesón pudieron más para sobrellevar los obstáculos. "Entonces, con mi hermano entregamos el proyecto con las máximas ganas. Primero, dijimos ¿qué tenemos? Empezamos a ver lo que nos sobraba del año pasado y pudimos reciclar bastante el tema de los focos", resaltó el joven estudiante.
En cambio, las tiras led estaban rotas y tuvieron que comprar para poder continuar con las labores de electricidad. A continuación, Juan Pablo, Mateo y un amigo de ambos, Tadeo, se encargaron de la logística de las luces.
No obstante, el corazón del proyecto, el dispositivo que permitiría que la carroza se transforme en audiorítmica, era la plataforma Arduino. Se trata de "una plaquita inteligente que la programás y con eso podés hacer lo que vos quieras. Dijimos ¿qué podíamos hacer? y se nos ocurrió el tema del audioritmo. Para nosotros fue fácil porque sabemos programar desde hace años. Así surgió el tema del audioritmo", detalló el integrante de "Los Chispitas". Además, Arduino está basado en hardware y software libre.
Así, siendo tan solo un puñado de integrantes en la parte eléctrica, "después se fueron sumando y les íbamos enseñando. Porque entraban y nadie sabía nada y no teníamos quién nos enseñe a soldar ni nada por el estilo", desventajas de no ser un colegio técnico y que supieron sortear mediante las ganas de innovar con su carroza.
De esta manera, con los conocimientos de los mellizos Juan Pablo y Mateo Mealla, el grupo de carroceros que, literalmente, se puso el mameluco ante los imponderables, "también tuvimos frustraciones, pero por suerte salimos adelante todos", cerró.