Nito Artaza y Miguel Ángel Cherutti, acompañados por Carmen Barbieri, presentaron en el teatro Mitre “Inigualables”, el espectáculo que los unió nuevamente en un escenario y con el cual aspiran a recorrer gran parte del país.
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Nito Artaza y Miguel Ángel Cherutti, acompañados por Carmen Barbieri, presentaron en el teatro Mitre “Inigualables”, el espectáculo que los unió nuevamente en un escenario y con el cual aspiran a recorrer gran parte del país.
En el segundo fin de semana de gira, desplegaron historia y talento y en el coliseo mayor de la cultura jujeña. Pasadas las 21, la música ocupó el primer plano de la noche, las luces anunciaban la apertura del telón y, al ritmo de “Movidito”, el clásico de Sebastián, surgieron en las tablas Artaza y Cherutti. Luego de elogiar la renovación del teatro Mitre, anunciaron el comienzo del show, de la mano de Cherutti, quien exhibiendo su enorme talento para cantar, desplegó alegría interpretando “Paisaje” y “Una cerveza”, ritmos tropicales consagrados en todo tipo de fiestas. Melodías después, exaltó a “la música de antes” e interpretó a Sergio Denis y finalizó con una selección de Cacho Castaña.
Un punto destacable e inolvidable del show es el carácter intimista que le dieron los artistas. Interactuaron permanentemente con el público, entregaron y recibieron afecto, sin pretender evitar el contacto. Tan es así que Artaza surge a escena desde la platea, para su primer sketch, basado en chistes con temática cotidiana y una breve imitación del papa Francisco. Es innegable la calidad de imitador de Cherutti, pero, por lo visto en el teatro Mitre, el mejor personaje que interpreta es el de él mismo. Esto quedó plasmado cuando con la impronta precisa, se paró en escena para cantar tango, con elegancia y voz potente. La ovación ya surgía desde todas las ubicaciones, pero creció cuando mermó la música y él dejó el micrófono, para grabar su voz en paredes jujeñas, cantando a capela.
Apagón mediante y con los aplausos al cuadro anterior aún resonando, surgió Carmen Barbieri, con plumas y brillante, portando la esencia del teatro de revistas, que ella definió como “la revista nacional, más que porteña”. Le dedicó el show a Silvina Luna (recientemente fallecida), recordó a las grandes mujeres del género y a su padre, su espejo, maestro y referente, a quien le dedica una canción.
Julio Iglesias, Palito Ortega, Sandro y Camilo Sesto pasaron por el escenario, en el cuerpo y voz de Miguel Ángel Cherutti. Previo a su próximo cuadro, Nito Artaza también recordó a Silvina Luna, agradeció el afecto que estaban recibiendo y refrescó el concepto de que un espectáculo se hace entre los que están arriba y el público. Luego interpretó el que, quizás, fue el sketch más aplaudido de la noche... Los cuarenta años de democracia, representando a los presidentes, de Alfonsín a Fernández, despidiéndose con una caracterización descomunal de Milei.
Cherutti volvió con canciones de El Chaqueño Palavecino, Luciano Pereyra y Ricardo Arjona. Barbieri, en su último cuadro de la noche, recordó a su abuelo, Guillermo Barbieri, guitarrista y buen compañero de Gardel. En su honor, sacó impronta y voz para cantar un par de tangos, bien arrabaleros. Eso fue todo de Carmen Barbieri, tal vez el público esperaba algo más vinculado al humor, algún monólogo. No obstante, su sola presencia despertó cariño en los presentes. Nito Artaza se despidió recordando a los veteranos de Malvinas, haciendo un cuadro de lo comienzos, cuando con onomatopeyas, creaba una historia.
Y el final, anunciado en una entrevista previa con nuestro medio, pero sin precisar cómo sería, fue con Miguel Ángel Cherutti cantando lírico a viva voz, resaltando una vez más sus dotes de excelente cantante. “Celebren la vida” dejaron como mensaje despedida estos tres capocómicos, que trajeron a nuestra sala mayor una auténtica celebración del humor.