Bajo el lema "Llevamos un tesoro en vasijas de barro", se realiza en Villa Cura Brochero, Córdoba, el Noveno Encuentro Nacional de Sacerdotes, evento que convocó a 30 obispos y a 800 sacerdotes del país y es organizado por la Comisión Episcopal de Ministerios (Cemin), que preside el obispo César Daniel Fernández. Un total de 20 sacerdotes y dos diáconos participan en representación de la Diócesis de Jujuy.
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Bajo el lema "Llevamos un tesoro en vasijas de barro", se realiza en Villa Cura Brochero, Córdoba, el Noveno Encuentro Nacional de Sacerdotes, evento que convocó a 30 obispos y a 800 sacerdotes del país y es organizado por la Comisión Episcopal de Ministerios (Cemin), que preside el obispo César Daniel Fernández. Un total de 20 sacerdotes y dos diáconos participan en representación de la Diócesis de Jujuy.
El encuentro comenzó este lunes, con la recepción, acreditación y la celebración de la Eucaristía en la iglesia parroquial del santuario Nuestra Señora del Tránsito y San José Gabriel del Rosario Brochero, en homenaje a los Beatos Mártires Riojanos.
El martes, el presidente del Cemin, Monseñor Daniel Fernández dio la bienvenida a los asistentes y presentó al secretariado responsable organizativo del encuentro. También hubo un Rincón Brocheriano, una exposición del presbítero José María Villarino sobre los temas vulnerabilidad y gracia. Se entregó material bíblico y Monseñor Damián Nannini, orientó el trabajo en grupos. Posteriormente se ofició una misa, con rezo de vísperas, en homenaje al Beato Fray Mamerto Esquiú y la procesión al Cristo Blanco. Hoy, Monseñor Gabriel Mestre realizó una exposición sobre "Sinodalidad como respuesta a la Vulnerabilidad", con trabajo en grupos y un plenario. Mientras que Monseñor Gustavo Carra, expuso sobre "La parresia”, hablar con franqueza y sin miedo, con trabajo en grupo y una resonancia con preguntas y aportes. Tras la celebración de la misa en homenaje a los Beatos Mártires del Zenta, en horas de la noche se compartirá una cena y habrá un fogón.
Mañana, se escucharán tres testimonios de vida y luego, Monseñor Daniel Fernández realizará el cierre con su mensaje y se presentará al Secretariado. Todos participarán una misa y procesión con la imagen de La Purísima hasta el santuario, para venerar las reliquias de San José Gabriel Brochero, además de la bendición de una placa conmemorativa.
Mensaje del presidente del Cemin
Representantes de la Comisión Episcopal de Ministerios y la Conferencia Episcopal Argentina, expresaron su beneplácito por la masiva concurrencia de obispos, indicando que esa respuesta es un gran aliento. Monseñor César Daniel Fernández, apuntó que estos encuentros, siempre congregan un alto número de sacerdotes de la patria y son una gracia que ha germinado a impulsos de la propuesta de la formación permanente que hiciera San Juan Pablo II y también por otro lado, de la luminosa figura sacerdotal del santo Cura Brochero.
“El cometido de estos encuentros es encontrarnos, valga la redundancia, para compartir la oración, la reflexión y celebrar fraternalmente el don que todos hemos recibido del ministerio sacerdotal. Este año junto a Brochero queremos hacer memoria agradecida de los últimos pastores de los cuales hemos tenido la gracia de su beatificación, Monseñor Enrique Angelelli, Los Mártires Riojanos, Fray Mamerto Esquiú, y los sacerdotes Mártires del Zenta, el jesuita Pedro Ortíz de Zárate y Juan Antonio Solinas. El lema de este encuentro son las palabras del apóstol San Pablo, tan conocidas y saboreadas por nosotros: “Llevamos un tesoro en vasijas de barro”, para que se reconozca que la sobre abundancia del poder es de Dios y que no proviene de nosotros. En todo atribulados, pero no angustiados, perplejos, pero no desesperados, perseguidos, pero no abandonados, derribados, pero no aniquilados, llevando siempre en nuestro cuerpo el morir de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo. La imagen del alfarero que modela el plato de barro, nos lleva a contemplar el punto de encuentro entre la acción de Dios y la respuesta libre del hombre, entre la gracia y la naturaleza. Evocan la grandeza y a la vez la fragilidad del sujeto, que somos nosotros, que vivimos en nuestro recipiente de barro la acción transformadora de un Dios que nos llama a ser cada día más plenos, con esa plenitud divina que experimentamos ya en esta vida y que está llamada a ser eternidad dichosa en el cielo. De este modo y en continuidad con el proceso de reflexión que venimos realizando en la animación de la formación permanente, el eje de este encuentro será proponer, frente a nuestra vulnerabilidad, la esperanza teologal y la sinodalidad, como respuesta saludable en el ministerio”, dijo el obispo Fernández, tras apuntar que encomiendan a la Virgen Purísima, los frutos de este Noveno Encuentro Nacional de Sacerdotes pidiendo que, “para cada uno de nosotros y nuestros presbiterios, sea un tiempo de fuerte renovación personal y sacerdotal”, finalizó.