Si hay una enemistad famosa es sin lugar a dudas la que existe entre perros y gatos. Las caricaturas se han encargado de volverla una realidad. En las películas y programas suelen mostrarlos como enemigos al punto que no pueden convivir.
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Si hay una enemistad famosa es sin lugar a dudas la que existe entre perros y gatos. Las caricaturas se han encargado de volverla una realidad. En las películas y programas suelen mostrarlos como enemigos al punto que no pueden convivir.
Aunque hay perros que suelen atacar a los gatos o viceversa y a veces es normal ver como se corretean, lo cierto es que esto no es tan real como parece. Con el conocimiento, adiestramiento y acompañamiento adecuado, en el hogar puede haber perros y gatos.
Esta famosa “rivalidad” aparece porque cuando se comparan. Por ejemplo, las personas suelen percibir a los perros como amigables, dependientes, confiados y muy cercanos, mientras que los gatos son más fríos, lejanos e independientes.
De hecho, hay veces que las personas se definen dependiendo de si son más de gatos o de perros. Sea como sean las preferencias, lo cierto es que estos animales son fidelidad, amor, cariño, compañía e incondicionalidad, sin importar si son caninos o felinos. Los cuidados y personalidades son los que definen sus diferencias.
De acuerdo con un estudio titulado “de la relación entre perros y gatos que conviven en el mismo hogar”, publicado en la revista de Comportamiento Veterinario, la relación entre ambos no es imposible.
“La cantidad de personas que se mantienen juntas en muchas partes del mundo industrializado está aumentando, pero sabemos poco sobre las interacciones típicas que ocurren entre estas dos especies cuando viven dentro del mismo hogar. A pesar de las diferencias sociales, cuando las condiciones son correctas, ambas especies son capaces de expresarse amistosamente entre sí”.
El mencionado estudió realizó una encuesta en línea para evaluar la percepción de las personas que convivían con perros y gatos. La mayoría aseveró que sus mascotas se sentían cómodas y eran amables con la presencia del otro.
Dicha investigación aseguraba que “Aunque hay poca investigación que explore la relación gato-perro, desarrollar una comprensión en esta área es importante para salvaguardar la calidad de vida de un número creciente de mascotas que viven en hogares con ambas especies y para prevenir el abandono debido a la insatisfacción con la relación entre las dos especies, lo cual es reconocible mediante el uso de conductas afiliativas, manteniendo la proximidad y la comunicación efectiva y no agresiva entre los individuos”.
¿Qué razas de perros se llevan bien con los gatos?
Cuando ya hay una mascota en casa, empieza el dilema de cuando se quiere una nueva y cómo esta se va a relacionar con la que ya está. En el caso de tener un gato, existe el temor de cómo será la relación con el perro que va a llegar.
Es necesario hablar con un experto en el tema para la forma en la que ambos se van a ir relacionando y afianzado los lazos de la convivencia. Esto es crucial para evitar problemas y situaciones de abandono o similares.
Ahora, existen razas que pueden hacer más fácil este proceso que otras por sus características de comportamiento. Algunas de estas son:
- Golden Retriever.
- Labrador.
- Spaniel continental enano.
- Beagle.
Cuando la situación es al revés, también hay ciertas razas de gatos que pueden llegar a la vida de un perro:
- Siberiano.
- American Shorthair.
- Birmano
- Ragdoll.