La actividad minera no solo impulsa el desarrollo económico de la región andina, sino que también abre oportunidades para emprendedores que adaptan sus servicios a las nuevas necesidades. Es el caso de Enrique Agaysol, un técnico con más de 20 años de trayectoria, que junto a su equipo creó un taller móvil que presta servicios oficiales a vehículos en zonas de difícil acceso como la frontera de Metán y San Antonio de los Cobres.
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La actividad minera no solo impulsa el desarrollo económico de la región andina, sino que también abre oportunidades para emprendedores que adaptan sus servicios a las nuevas necesidades. Es el caso de Enrique Agaysol, un técnico con más de 20 años de trayectoria, que junto a su equipo creó un taller móvil que presta servicios oficiales a vehículos en zonas de difícil acceso como la frontera de Metán y San Antonio de los Cobres.
"Hace más de 20 años que trabajamos en el rubro. Empezamos haciendo servicios en distintas localidades, pero con el tiempo surgió la oportunidad de llevarlo a zonas mineras, donde la gente necesitaba atención mecánica sin tener que recorrer cientos de kilómetros", explicó Enrique.
El emprendimiento nació a partir de una experiencia con una empresa que alquilaba vehículos para la minería. "Nos invitaron a acompañar el traslado del vehículo oficial. Nos gustó tanto la experiencia, que nos propusimos recorrer el terreno con una 4x4. Hicimos nieve, lluvia, de todo. Y dijimos: esto puede funcionar", recordó.
Hoy, con una base móvil, Enrique y su equipo llegan hasta las mismas minas para realizar el mantenimiento oficial que exige Toyota Argentina. "Hacemos el mismo servicio que en la concesionaria: cambio de aceite, filtros, chequeos de suspensión, frenos, tren delantero y trasero. Todo según el plan de mantenimiento por kilometraje", afirmó.
Uno de los principales beneficios para los trabajadores mineros es que no pierden la garantía de sus vehículos. "Muchos perdían la garantía por no poder venir a la concesionaria. Hoy Toyota extendió la garantía a 10 años o 200 mil kilómetros. Nosotros vamos al lugar y lo hacemos oficial, así que no se pierde ese respaldo", destacó.
El proyecto, que comenzó como una prueba piloto, ya es parte del día a día de varias empresas mineras. "Vamos dos o tres veces al mes, según la demanda. Antes hacíamos una o dos firmas, ahora son más. La expectativa es buenísima, y creemos que con el crecimiento de la minería también va a crecer nuestra tarea", aseguró Enrique.