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Se llevaron electrodomésticos, una garrafa de gas, un televisor, una impresora y varios kilos de carne.
Es la tercera vez en el año que le roban a la Escuelita Rural N° 4331 de "El Timbó", en Rosario de Lerma.
Por las huellas encontradas, los delincuentes irrumpieron violentamente en el comedor, rompiendo candados y puertas para ingresar. Aunque inicialmente se centraron en llevarse ollas grandes, al encontrar electrodomésticos, cambiaron su objetivo y sustrajeron estos artículos. También ingresaron a una pequeña oficina de la escuelita rural, y se llevaron un televisor del nivel secundario rural que funciona en horas de la tarde en el mismo establecimiento.
"Somos una escuela de muchas necesidades. Son 41 chicos que concurren a clases. Hoy retornaron a las aulas y se quedaron sin el desayuno. El almuerzo se los brindamos con mucho esfuerzo, a pesar del faltante de los elementos de la cocina, necesarios para preparar la comida", explicó Adriana Farfán, directora de la Escuela de El Timbó.
Este robo no es un incidente aislado en esta zona rural que limita con la ruta 36, y el viejo camino de los vallistos con salida a la ruta 68.
Meses atrás, la escuela de Las Pircas de La Merced sufrió un robo similar, lo que sugiere una preocupante tendencia de delincuencia hacia las escuelas rurales conectadas por estos caminos rurales.
Este fin de semana, por lo visto, en El Timbó se llevaron electrodomésticos esenciales para el comedor, como una licuadora, una multiprocesadora y una garrafa de 10 kg. Farfán detalló a El Tribuno que "los delincuentes ingresaron principalmente a la dirección, donde destrozaron puertas y cerraduras, y revolvieron armarios, aunque no se llevaron alimentos. Se robaron una impresora vieja, un televisor plasma y computadoras del nivel secundario. En la cocina, además de electrodomésticos, causaron daños que costarán mucho reparar. Además de varios kilos de carne destinadas a la comida de los escolares".
Los ladrones conocen la zona
Lo más alarmante en torno al lamentable robo en la escuelita de El Timbó es la sospecha de que quienes la robaron, conocían bien la escuela, sus horarios y movimientos. Esta mecánica se puede también atribuir a los otros robos que se dieron en escuelas rurales de la zona, por lo que el temor es que, apenas repongan lo robado, los insensibles delincuentes volverán a las andadas.
Es por eso que elementos de la cocina y cámaras de seguridad es lo que se pide ahora. "La implementación de cámaras de seguridad, para ver si vuelven los ladrones, y una mayor presencia policial son medidas necesarias para prevenir futuros robos. Además, se necesita apoyo para reponer lo robado, especialmente los electrodomésticos cruciales para el funcionamiento de nuestro comedor escolar", señaló la docente.
Este tercer robo dejó a la escuela en una situación crítica. Con 41 alumnos, incluyendo nivel inicial, y un servicio de comedor afectado, la falta de electrodomésticos complicó la preparación de los alimentos de este lunes, y lo seguirá siendo esta semana. La comunidad escolar ahora enfrenta el desafío de mantener el servicio de comedor con menos recursos para los chicos que llegan de fincas cercanas.
La escuelita está ubicada a 3 kilómetros al sur de Rosario de Lerma. Concurren alumnos de las fincas cercanas, y barrios periféricos. En su mayoría son de bajos recursos, y además de asistir a clases, desayunan y almuerzan en la escuela, lo que para muchos chicos es fundamental.