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Este martes 28 de enero, la ciudad de Tartagal, en el norte salteño, experimenta una de las jornadas más calurosas del verano. A las 10:30 de la mañana, la temperatura ya había alcanzado los 40°C, y se espera que durante la siesta supere los 45°C, generando condiciones extremas que ponen en riesgo a la población.
La intensidad del calor obliga a los vecinos a extremar cuidados. "Está impresionante, el sol quema, no se puede andar en la calle", comentó una ama de casa que, tras realizar sus compras matutinas, apuró el paso para regresar a su hogar. Este testimonio refleja el impacto de una jornada donde el norte salteño se convierte literalmente en un horno.
Precauciones ante el calor extremo
Ante estas temperaturas, los especialistas recomiendan:
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Hidratación constante: Beber agua en abundancia, incluso si no se siente sed.
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Evitar la exposición al sol: Resguardarse en lugares frescos y con sombra, especialmente entre las 11.00 y las 17.00 horas.
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Uso de protección solar: Aplicar protector con factor alto para evitar quemaduras.
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Vestimenta adecuada: Utilizar ropa liviana, clara y de algodón, además de gorros o sombreros.
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Cuidar a los más vulnerables: Niños, personas mayores y quienes tienen enfermedades crónicas requieren especial atención.
Pronóstico sin alivio
De acuerdo con los reportes meteorológicos, no se esperan lluvias ni vientos frescos que puedan mitigar las altas temperaturas en las próximas horas. El clima seco y sofocante es característico de esta época del año en el norte argentino, pero las cifras de hoy destacan por su magnitud.
"En días como estos, el cuerpo resiente el calor extremo, y es fundamental seguir las recomendaciones para evitar golpes de calor o deshidratación", alertó un profesional de la salud consultado por este medio.
Con máximas históricas y pronósticos adversos, Tartagal se enfrenta a un verano desafiante. Mientras el calor domina el panorama, los vecinos intentan adaptarse a las condiciones extremas con resiliencia y precaución.