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Las tormentas exponen fallas estructurales del Valle de Lerma

Municipios sufrieron anegamientos. Hubo calles convertidas en ríos.
Lunes, 10 de marzo de 2025 00:50
Los daños que provocó el temporal en el techo del hospital de Chicoana

Una vez más, la naturaleza dejó en evidencia las graves deficiencias estructurales del Valle de Lerma. La tormenta del sábado por la tarde expuso la falta de planificación y la ausencia de obras pluviales en casi todas las localidades de la región. Lo que antes eran problemas aislados de anegamiento, hoy se ha convertido en una crisis generalizada que afecta a municipios enteros.

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Una vez más, la naturaleza dejó en evidencia las graves deficiencias estructurales del Valle de Lerma. La tormenta del sábado por la tarde expuso la falta de planificación y la ausencia de obras pluviales en casi todas las localidades de la región. Lo que antes eran problemas aislados de anegamiento, hoy se ha convertido en una crisis generalizada que afecta a municipios enteros.

El caso de Chicoana es alarmante. El agua arrasó calles del centro y barrios periféricos, dejando a muchas familias con sus hogares inundados. La crecida en la calle 9 de Julio estuvo a punto de cobrar una víctima, cuando un hombre fue arrastrado por la corriente. Afortunadamente, logró salir ileso. Esta situación, inédita en la localidad, evidencia la falta de obras de drenaje adecuadas y el impacto del crecimiento urbano sin planificación.

En El Carril, la tormenta convirtió sectores de la Ruta 33 en verdaderos ríos, afectando barrios aledaños. En La Merced, a pesar de la existencia de represas de contención, el sistema colapsó, provocando anegamientos en numerosos sectores. En Rosario de Lerma, el desborde del río Rosario ingresó con fuerza en la zona alta del municipio, causando inundaciones en pleno centro. En Campo Quijano, los problemas se concentraron en La Silleta y en El Encón, donde los canales de desagüe obstruidos agravaron la situación.

Urbanización y falta de controles

Detrás de esta crisis hay un factor fundamental que sigue sin ser atendido: el crecimiento urbano descontrolado. La expansión de urbanizaciones privadas sin una adecuada planificación ambiental ha generado deforestación y alteración de los cauces naturales del agua. Acequias y canales pluviales, que históricamente permitían el drenaje en la región, han sido tapados o desviados para favorecer loteos sin control. Mientras tanto, las municipalidades parecen mirar hacia otro lado, sin implementar medidas concretas para evitar que el problema se agrave año tras año.

El sábado, un baño químico terminó arrastrado por la corriente de agua en Chicoana.

A esto se suma otro problema estructural: los canales de desagüe se encuentran obstruidos, ya sea por cultivos que impiden su normal funcionamiento o por la acumulación de basura. La falta de una política ambiental eficiente para el saneamiento y la ausencia de controles han convertido estos canales en vertederos improvisados, agravando las inundaciones cuando ocurren lluvias intensas.

Con un crecimiento urbano que ya supera los 140 mil habitantes, el Valle de Lerma sigue sin una infraestructura pluvial adecuada. Se promociona el proyecto de la autopista del Valle de Lerma como una posible solución, ya que incluiría canales derivadores hacia el río Rosario. Sin embargo, esta obra, que podría comenzar en junio, no resolverá el problema de raíz si no se implementa un control estricto sobre las nuevas urbanizaciones y se llevan a cabo trabajos complementarios en cada municipio.

La tormenta del sábado dejó en claro que no basta con operativos de emergencia para mitigar los efectos de las lluvias. Se necesita una planificación integral, inversiones en infraestructura pluvial y una regulación efectiva del crecimiento urbano. Sin estos cambios, cada nueva tormenta seguirá dejando al descubierto la precariedad estructural del Valle de Lerma y poniendo en riesgo la vida y el bienestar de sus habitantes.

Maquinarias viales trabajaron la ruta nacional 51 para tratar de despejar las zonas afectadas por el alud el miércoles.

Vialidad Nacional informó habilitó ayer el paso para vehículos livianos y 4x4 en algunos sectores afectados. Sin embargo, se recomienda circular con extrema precaución debido a las constantes lluvias en zonas altas y bajas, ya que el descenso de material y agua en los arroyos sigue afectando el tramo comprendido entre Arroyo La Berta y Estación Chorrillos.

Las zonas más comprometidas en días anteriores, donde los socavones afectaron la calzada, incluyen el Arroyo La Zulema (km 41), km 58 y km 60. En estos sectores, los desvíos han funcionado correctamente, y los equipos continúan trabajando en la canalización del cauce, la reparación de la ruta y la construcción de defensas. Personal permanece en la zona para atender cualquier contingencia.

Además, las lluvias han generado inconvenientes en la RN 68, entre El Carril y La Merced, así como en el tramo entre los km 30 y km 60. También se recomienda circular con precaución en la RN 40, en los tramos Payogasta - Cachi y Campo Negro - La Poma.

 

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