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Hoy 13 de mayo, la localidad de General Enrique Mosconi celebra una de las fiestas más importantes de su calendario litúrgico anual que la identifica como una auténtica comunidad cristiana.
Desde sus inicios con la explotación de la riqueza forestal, seguida por el aprovechamiento del gas y del petróleo y hoy diversificada su actividad en el trabajo de la tierra y en tantas otras que la muestran como un pueblo resiliente, pujante que nunca bajará los brazos, Mosconi expresa su profunda devoción mariana.
Desde las primeras horas y con tradicional rezo del Rosario del Alba, sus familias se reunirán como lo hacen cada año para dar gracias, para pedir a su patrona y protectora ese acompañamiento que nadie más que ellos lo sienten tan presente, en especial cada 13 de mayo porque ese fortalecido sentido de comunidad y de pertenencia, también lo viven como una gracia de la Virgen de Fátima.
La misa será otro momento especial ya que con esta celebración finalizarán los 9 días en los que diferentes instituciones y entidades locales fueron partícipes en la oración dando gracias a la virgen por un futuro que saben, con su gracia y protección, será cada día más promisorio.
La procesión que en horas de la tarde recorrerá las calles de General Mosconi recordará aquel 13 de mayo de 1917 cuando María se apareció por primera vez ante Lucía, Francisco y Jacinta e hizo conocer al mundo entero el inmenso poder del Rosario. El obispo de Orán, Monseñor Antonio Scozzina, encabezará la procesión por diferentes calles de la localidad y todo culminará con una gran cantata en honor a Madre de Fátima sobre quien los mosconenses dan fe a cerca de sus milagros.
En todo el mundo
En Fátima la aparición de la virgen se inició el 13 de mayo de 1917 y culminó el 13 de octubre del mismo año. En esa fecha una multitud asistió al denominado Milagro del Sol. Ante la mirada atónita de miles de personas las nubes se entreabrieron dejando ver el sol como un inmenso disco de plata; brillaba con tal intensidad que cegaba la visión. La inmensa bola de fuego giró, sus bordes se volvieron escarlata.
El lugar de la Basílica
Ante el fenómeno que se proyectaba en el cielo y pese a la incredulidad de muchos de los presentes, los asistentes cayeron de rodillas ante esta manifestación mariana que no dejaba dudas.
Con los años en ese mismo lugar de la aparición se levantó la capilla - hoy Catedral Basílica de Fátima- a la que cada año llegan cientos de miles de peregrinos de todo el mundo.