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Hasta ahora parece lejana la solución al conflicto que atraviesa Misiones. Por el contrario, a pesar de que el Gobierno firmó acuerdos salariales con sectores que son relativamente pequeños, la masiva protesta de los policías sigue firme y ayer se sumó un área de esa fuerza al piquete frente al Comando Radioeléctrico, mientras que un grupo de trabajadores de la salud tomó la sede del Ministerio provincial también en reclamo de aumento salarial. Los docentes también continúan con sus acampes disconformes con la oferta salarial que les hizo el Ejecutivo provincial.
Para más, otro conflicto se generó en la empresa de energía de Misiones. Los empleados salieron a la calle y advirtieron que en caso de no ser escuchados en sus reclamos, se sumarán al acampe de los policías.
Ramón Amarilla, vocero policial misionero, aseguró que "en Misiones hay una dictadura disfrazada de democracia".
A su vez, remarcó que "vamos a pedir el 100% de aumento", aunque también reconoció que están abiertos y a la espera para una nueva convocatoria al diálogo por parte del gobierno provincial. Y anticipó que pedirán "la amnistía para todo el personal que participó de las protestas".
El vocero planteó también que la mesa de diálogo policial, una suerte de paritaria entre la fuerza y las autoridades surgida luego de la protesta de 2012, se constituya normalmente con la representación de delegados de todas las unidades regionales policiales.
Pasada la media mañana, un grupo de trabajadores de la salud tomó la sede del Ministerio provincial. Las oficinas están ubicadas en calle Tucumán y Junín, a cuatro cuadras de la protesta policial.
Juan Pasman, expresó que la medida está relacionada con un reclamo por una mejora salarial del 100% en sus haberes para mantener el poder adquisitivo de octubre.
El punto de quiebre fue el acuerdo que rubricó ATE con el Gobierno misionero que, según dijo, no tuvo el aval de las bases.
Otro foco que apareció en las últimas horas fue la protesta de los trabajadores de la empresa Energía de Misiones. Los empleados reclaman por el retraso en las actualizaciones de haberes por inflación.