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Una candidatura que pende de un hilo. El Gobierno no convocará a la sesión prevista para hoy para discutir el pliego del juez federal Ariel Lijo para integrar la Corte Suprema de Justicia. Fue después de que casi todo el arco opositor anticipara en la reunión de labor parlamentaria de ayer por la mañana que no habilitaría el quorum en medio del escándalo por la criptomoneda $LIBRA que impulsó el presidente Javier Milei.
Se trata de un nuevo traspié del Gobierno, que ahora tiene dos opciones para insistir con su nombramiento: avanzar por decreto, en comisión por un año -una opción que el juez federal no aceptaría- o volver a intentar aprobar su pliego en el período ordinario de sesiones, a partir del 1° de marzo próximo. En cualquier caso, esta falta de avales para discutir su candidatura por parte de la oposición sienta un mal precedente e indica que es cada vez más difícil que se destrabe esa negociación.
Los candidatos del Gobierno para conformar el máximo tribunal de Justicia son Lijo y el catedrático Manuel García- Mansilla. Son los dos hombres propuestos por la Casa Rosada para cubrir las vacantes que dejaron Elena Highton y Carlos Maqueda.
Si bien solo el juez federal obtuvo dictamen de comisión y su pliego está en condiciones de debatirse en el recinto, el escándalo sobre la difusión de $LIBRA por parte del Presidente obturó los objetivos del Gobierno.
Frente a la posibilidad de que el pliego del juez federal quede en el camino, el Poder Ejecutivo ya cuenta con otros nombres en la gatera para que eventualmente acompañen la candidatura de García-Mansilla, a quien no piensan resignar. Se trata del exjuez Ricardo Rojas; Ricardo Ramírez Calvo, hombre muy cercano a García-Mansilla; Carlos Laplacette y Alberto Bianchi.