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La sesión en la Cámara de Diputados se suspendió ayer estrepitosamente luego de que un grupo de diputadas nacionales de Unión por la Patria (UxP), furiosas con el libertario José Luis Espert por sus exabruptos permanentes contra mujeres de la oposición, se levantaran de sus bancas y le salieran al humo, lo que ocasionó un descontrol generalizado.
Esa fue la excusa para que el kirchnerismo y el oficialismo rompieran la sesión, según admitieron fuentes consultadas de UxP y de algunos bloques del centro, más allá de que la rabia contra Espert era auténtica.
La gresca en el recinto se precipitó cuando Cecilia Moreau terminó su discurso, en el que vinculaba a Espert con el narcotráfico y mandaba al oficialismo a "meterse la Constitución en el culo" por no saber interpretar el reglamento y por "proscribir y encarcelar a la dirigenta (sic) política más importante de la Argentina", en referencia a la expresidenta Cristina Kirchner.
Cuando casi sin aliento la diputada massista finalizó su discurso, Paula Penacca tomó las riendas y fue a buscar directamente a Espert a su banca, en el marco de una maniobra premeditada para alterar la sesión y evitar que continuara su curso.
Detrás de ella, siguiéndole el paso, otras diputadas de La Cámpora como Florencia Carignano y Lorena Pokoik fueron a enfrentar al presidente de la comisión de Presupuesto, quien solamente esbozó alguna risa provocadora.
"íSos un cagón!", le lanzó Pennaca, que se puso a centímetros de Espert y le dirigió una mirada retadora mientras con los dedos realizaba el típico gesto alusivo a la falta de agallas.
Juliana Santillán, una de las legisladores de más alto perfil de La Libertad Avanza (LLA), se hizo lugar a los codazos y se puso delante de Espert, quien siguió la escena con su habitual sonrisa socarrona.
"íDefensora de chorra!", le gritó la mileísta a Penacca, y logró el efecto buscado de que su adversaria perdiera los estribos.
La bonaerense kirchnerista Roxana Monzón debió intervenir para separar y arrastrar hacia atrás a la secretaria parlamentaria de UxP, que estaba peligrosamente a milímetros de Santillán, en medio de la batahola.
Al margen de la bronca acumulada contra Espert, el clima estaba muy tensionado desde el principio: para los bloques del medio, como Democracia para Siempre y un sector de Encuentro Federal, hubo "un pacto" entre el kirchnerismo y el oficialismo para acotar la sesión.
Lo cierto es que UxP ya había avisado a Encuentro Federal que iba a acompañar solo hasta que se votaran los emplazamientos de las comisiones para tratar el financiamiento universitario y la situación del Hospital Garrahan.
El compromiso llegaba hasta ahí porque no querían avalar el proceder de Democracia para Siempre, que había metido en la sesión el tema retenciones sin dar lugar a proyectos del peronismo.
La cuestión de las retenciones no forma parte de la agenda de UxP; de hecho, la mayoría de sus diputados está a favor de que las alícuotas vuelvan a subir, tal como propone el gobierno de Milei.
A la vez, del lado libertario no había ningún interés en votar la ley de reforma del DNU que le pondría límites al poder del presidente Javier Milei, ni un proyecto para poner en marcha la comisión investigadora de la criptoestafa Libra.
Según legisladores de bloques del centro, la extraña coincidencia de intereses para no abordar más temas entre el oficialismo y la oposición mayoritaria gestó el escándalo de gritos, insultos y empujones que hizo terminar abruptamente la sesión.
Pablo Juliano -presidente del bloque Democracia para Siempre- utilizó sus redes sociales para cargar las tintas contra UxP por haber simulado una "falsa pelea" con LLA.