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El abogado Alberto Riccheri, defensor de Susana Freydoz, única acusada del crimen de su marido, el gobernador de Río Negro Carlos Soria, admitió ayer que durante el juicio por el hecho intentará evitar una condena por homicidio agravado, argumentando que la imputada es una persona enajenada.
“Estoy convencido de que la persona que estaba en esa habitación cuando ocurre el hecho no era la persona que yo defiendo, no era la madre de los hijos, la abuela, la esposa”, sostuvo el abogado, al sugerir hacia dónde apuntará su estrategia durante el juicio oral y público iniciado anteayer en General Roca.
Cuando se le preguntó si consideraba que se trata de una persona enajenada, respondió: “Exactamente, ayer (por anteayer) la hija, María Emilia Soria, ante una pregunta del tribunal sobre la relación que tenía con la madre en la actualidad contestó "estoy esperando que vuelva'”, reveló el abogado. “Creo que le va a costar a la Fiscalía hablar de homicidio simple como primer paso hacia el homicidio agravado”, aseguró.
De todas formas, admitió que durante el proceso se va a discutir el tema de la inimputabilidad, la emoción violenta o el dolo directo.
La hija de Soria fue uno de los cuatro testigos que declaró aunque, por pedido suyo y de sus hermanos, lo hizo a puertas cerradas, para preservar la intimidad familiar.